martes, 25 de febrero de 2020

Hangzhou, paraíso entre el Lago del Oeste y el río Qiantang - ConfucioMag

Hangzhou, paraíso entre el Lago del Oeste y el río Qiantang - ConfucioMag



Hangzhou

La "Colina que voló hasta aquí" de Hangzhou cuenta con 330 esculturas budistas esculpidas en sus rocas que datan del siglo X al siglo XIV





Hangzhou, paraíso entre el Lago del Oeste y el río Qiantang

La ciudad china de Hangzhou es la capital de la provincia de Zhejiang y su centro político, económico, turístico y cultural. Con sus más de nueve millones de habitantes alberga uno de los lugares más idílicos de todo el país: el Lago del Oeste, además de ser atravesada por el río Qiantang justo antes de llegar a su desembocadura en el Mar del Este de China, lo que le otorga el apodo de “Paraíso en la Tierra”.

Reportaje de
José Vicente Castelló 
何维柯
Hangzhou (杭州Hángzhōu), con su encantadora belleza natural y su abundante herencia cultural, es uno de los destinos turísticos más importantes de China, no en vano hay un dicho que afirma que “En el cielo está el paraíso, en la tierra está Suzhou y Hangzhou”. Con un área de 16.596 kilómetros cuadrados, está dividida actualmente en ocho distritos, tres municipios y dos condados. Esta bella ciudad se encuentra en la punta occidental de la bahía de Hangzhou y a tan solo 180 kilómetros de la ciudad de Shanghái, la gran metrópoli del este del país. Se convirtió hace siglos en punto clave de China gracias a que de ella partía el Gran Canal (大运河 ), lo que permitió comunicarla con Beijing. De entre todas las atracciones turísticas destaca una sobremanera: el Lago del Oeste, uno de los lugares más famosos de China por su preciosidad paisajística y su impecable conservación.
"La Colina que voló hasta aquí ", de Hangzhou.
“La Colina que voló hasta aquí “, de Hangzhou.
La provincia de Zhejiang (浙江 ) es, en cuanto a extensión, una de las más pequeñas de China y, económicamente hablando, también una de las más ricas. La región está dividida principalmente entre la zona norte de Hangzhou –en el exuberante y húmedo delta del Yangtsé (长江三角洲 ) repleto de canales y ríos y de similar apariencia a la provincia contigua de Jiangsu (江苏 )-, y la zona sur  de Wenzhou (温州 ) –repleta de montañas, próspera, semitropical, costera y con rasgos comunes a la provincia limítrofe de Fujian (福建 )-.
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Campos de té verde Longjing.

Un toque de historia

Aunque la cultura neolítica Liangzhu (良渚文化 ), originaria de esta zona, data de hace más de 4700 años, la ciudad de Hangzhou fue establecida durante el Periodo Primavera y Otoño (春秋时代 , 770-476 a.C.) en un lugar que limitaba con los Estados de Wu (吴国 ) y Yue (越  ). Antes de que la dinastía Sui ( , 581-618) cambiara su nombre al actual de Hangzhou, a esta zona se la conocía como Yuhang (余杭 ) y después como Qiantang (钱唐 ).
Lago del Oeste con Hangzhou al fondo.
Lago del Oeste con Hangzhou al fondo.
La ciudad compensó su lento despegue inicial con la construcción del Gran Canal a finales del siglo VI y alcanzó mayor esplendor como centro comercial entre el norte y el sur del país con los Juchen, un pueblo seminómada originario de Manchuria que formó la dinastía Jin ( , 1115-1234). Sin embargo, su ubicación, entre un río y un lago, hizo que el problema de las inundaciones se agravara a lo largo de los años.
Durante la dinastía Song ( , 960- 1279), Hangzhou recibió otro impulso cuando la invasión de los tártaros del norte destruyo la capital de Kaifeng y los exiliados imperiales buscaron una nueva ubicación. De este modo, desde 1138 hasta 1279, Hangzhou se convirtió en la capital de la dinastía Song del Sur (南宋 , 1127-1279). Esto hizo que diversas áreas económicas y sociales se desarrollaran con especial fuerza, como la industria sedera y de los brocados, la de porcelana, textiles y naval, del té, del papel, así como el comercio cuyos múltiples destinos, nacionales e internacionales, se veían incrementados por el uso del Gran Canal, por el río y por el propio océano.
Debido a que la corte imperial, el ejército, los oficiales civiles y los comerciantes se instalaron todos en Hangzhou, la población de la ciudad alcanzó en 1275 casi los dos millones de habitantes, los cuales vivían entre edificios de madera de hasta cinco alturas y callejuelas intrincadas. Cuando en esta época Marco Polo (1254-1324) escribió sobre esta urbe dijo de ella: “Es la Ciudad del Cielo, la más bonita y majestuosa del mundo. Tiene diez mercados principales, siempre rebosante de víveres, corzos, venados, ciervos, liebres, perdices, faisanes, codornices, gallinas, patos y ocas, con toda clase de verduras y frutas, hasta hay enormes peras que pesan diez libras la pieza. Todos los días se vende una gran cantidad de pescado traído del océano, así como de peces de agua dulce. Estas palabras nos aportan una idea de lo impresionante de Hangzhou en aquélla época.
Después de que los mongoles instalaran la capital de China en Beijing, Hangzhou pasó a un segundo plano aunque conservando su importancia comercial y social.
Tras este periodo y después de que los mongoles instalaran la capital de China en Beijing, Hangzhou pasó a un segundo plano aunque conservando su importancia comercial y social. Durante el Alzamiento Taiping (1861-1863) la ciudad fue casi destruida por completo cuando fue tomada por los seguidores del Reino Celestial de la Gran Paz, aunque después las tropas imperiales se hicieron nuevamente con ella. A pesar de eso, ya nunca más recuperó el esplendor que tuvo anteriormente finalizando así su importancia comercial y financiera. Desde 1949 se le dio un nuevo impulso y la ciudad ha crecido hasta convertirse en la imponente urbe que es hoy en día.
En Hangzhou se elabora de forma tradicional el té verde Longjing.
En Hangzhou se elabora de forma tradicional el té verde Longjing.

Atracciones turísticas

Hangzhou alberga una serie de importantes lugares históricos que hace que cada año sea visitada por más de veinte millones de turistas nacionales y extranjeros. Uno de sus mayores atractivos turísticos son la seda y el té –la variedad más reconocida y tradicional es el té verde Longjing (龙井茶 )-, productos ambos que gozan de tener la mayor fama de todo el país.
La seda de Hangzhou posee una gran reputación tanto en China como  en el extranjero desde hace cientos de años. La calidad del tejido, la habilidad de los artistas, la gran variedad, su proceso tradicional, las tinturas, los colores y los espectaculares diseños le otorgan unas características y una excelencia única en el mundo. Destacan las nubes de color rosa, las flores y los aspectos bucólicos relacionados siempre con la naturaleza y también de la vida diaria.
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Escaleras del Templo del Retiro del Alma.
En el Lago del Oeste se puede visitar un interesante museo dedicado única y exclusivamente a este tejido suave y brillante, donde se observa el proceso de crianza de los gusanos de seda, la extracción, los telares, etc. Destaca sobremanera el Templo del Retiro del Alma (Língyǐnsì , 灵隐  ), uno de los mayores completos de santuarios budistas de toda China. Construido en el año 326 por el monje indio Huili durante la dinastía Jin Oriental (东晋 , 317-420), debido a las diversas guerras, a la carcoma, al fuego y a las calamidades naturales fue destruido y nuevamente reparado en dieciséis ocasiones. Llegó a albergar a más de tres mil monjes entre sus 18 pabellones, 72 salas y nueve torres. La Sala de los Cuatro Guardianes Celestiales muestra en su entrada un pareado escrito por el emperador Kangxi (康熙 , 1654-1722) de la dinastía Qing ( , 1644-1911) que dice: “El Templo Budista de las Nubes y el Bosque”. En la Gran Sala se encuentra una réplica construida en 1956 de la estatua de Siddhartha Gautama según el original de la dinastía Tang ( , 618-907) de 24 metros de altura y realizada con casi un centenar de piezas de madera de alcanfor forradas de láminas de oro.
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Figura de un Buda en una de las salas del Templo del Retiro del Alma, uno de los mayores santuarios budistas de toda China.
Cerca de este lugar nos encontramos con el montículo de piedra caliza Fēiláifēng (飞来峰 o Colina que voló hasta aquí), otra de las atracciones imprescindibles de Hangzhou, de 168 metros de altura y con formas caprichosas que recuerdan a un dragón volando, a un elefante corriendo, a un tigre rugiendo y a un mono saltando. Existen muchas leyendas sobre su nombre, la más aceptada es la que dice que el monje indio budista Huili llegó a este valle hace 1600 años y al ver esta colina, muy similar a otra en la India, pensó que había volado por el cielo hasta ese lugar, así que exclamó: “¡Cuándo ha volado esta colina hasta este lugar!” El principal atractivo de este sitio son las más de 330 esculturas budistas esculpidas en sus rocas que datan del siglo X al siglo XIV.
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Escultras de la “Colina que voló hasta aquí”.(飞来峰), una de las atracciones imprescindibles de Hangzhou.
El Museo Provincial de Zhejiang, con piezas de mucho valor y esqueletos de ballenas y dinosaurios, fue una vez parte del palacio de verano del emperador Qianlong (乾隆 , 1711-1799) en el siglo XVIII. Para observar con más detalle la cultura del lugar vale la pena una visita al Museo Nacional del Té y al Museo Nacional de la Seda, donde se exhiben brocados únicos en el mundo.
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Pintura mural titulada “La reconquista de los ríos y las montañas” situada en el interior del Mausoleo de Yue Fei.
El Mausoleo de Yue Fei (1103-1141) alberga la tumba del que fuera general  de las tropas del imperio Song. Hoy está considerado un héroe de la China moderna gracias a su incuestionado patriotismo. A pesar de su éxito contra los invasores bárbaros del norte fue ejecutado por el primer ministro Qin Hui acusado de traidor a la edad de 39 años.
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Entrada principal del Templo Yuewang, donde se ubica el Mausoleo de Yue Fei.
Veintidós años después, el emperador Xiao Zong exculpó a Yue Fei de todos los cargos por traición y ordenó que fuera enterrado en este preciso lugar, garantizando así su buen nombre para la posteridad.
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Estatua de Yue Fei en el interior del Templo Yuewang
La Pagoda Li.h.  (六和塔 , de las Seis Armonías), de planta octagonal y 60 metros de altura, está situada en la colina Yuelun que mira hacia el río Qiantang, al sur del Lago del Oeste. Se dice que fue construida originalmente durante la dinastía Song del Norte (北宋 , 960-1127) para calmar las corrientes del río y sirvió de faro durante muchos siglos, aunque la actual sufrió diversas restauraciones a lo largo de la historia, sobre todo durante las dinastías Ming y Qing.
La Pagoda de las Seis Armonías, de planta octagonal y 60 metros de altura, está situada en la colina Yuelun que mira hacia el río Qiantang.
La Pagoda de las Seis Armonías, de planta octagonal y 60 metros de altura, está situada en la colina Yuelun que mira hacia el río Qiantang.

El impresionante Lago del Oeste

Mención especial merece el afamado Lago del Oeste (Xīh. , 西湖 ), lugar natural único e idílico en toda China. Además de ser el símbolo de la ciudad ,de Hangzhou, este lago es el espacio verde de esparcimiento y relax que más ha inspirado a escritores y poetas chinos y que, en la actualidad, más visitas recibe. Ya en su día Marco Polo dijo de él: “Un viaje por este lago ofrece más frescor y placer que cualquiera otra experiencia en la tierra” .
Hangzhou
El Lago del Oeste es un lugar único e idílico que hace de pulmón verde de la ciudad.
Este paraje, pulmón verde de la ciudad y destino principal de los recién casados chinos, está enmarcado por la belleza extraordinaria del propio lago esmeralda, de algo más de tres kilómetros de longitud por casi tres  de ancho y dividido en dos secciones, donde se pueden ver vistas maravillosas de árboles frondosos, colinas espesas, flores multicolores, jardines delicados, pabellones chinos, templos centenarios, puentes arcados, islas exuberantes, agua cristalina y delicadas pagodas que se reflejan en su superficie impoluta. Ningún viaje a China está completo sin una visita a este lugar, escenario epicentro de la literatura y la cultura chinas, y una visita al Lago del Oeste no está completa sin un agradable paseo en barca entre cisnes, patos, aves y peces de diversas especies.
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El Lago del Oeste es un lugar único e idílico que hace de pulmón verde de la ciudad.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2011, el Lago del Oeste ha influido en el diseño de los jardines chinos durante siglos y muestra un extraordinario testimonio de la tradición paisajística como relación entre el hombre y la naturaleza.
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El Lago del Oeste fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las NacionesUnidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2011.
Originalmente se trataba de una laguna adjunta al río Qiantang, sin embargo, durante el siglo VIII el gobernante de Hangzhou ordenó que se drenara y que se construyera un dique que lo separó definitivamente del cauce del río. Así, el lago interior está delimitado por el dique Bai, que conforma un camino pedestre de sauces y puentes de piedra de un kilómetro de longitud utilizado principalmente por paseantes y ciclistas. Por su parte, el lago posterior está separado por el dique Su –llamado así por el poeta Su Shi (1036-1101, más conocido como Su Dongpo) de la dinastía Song- y se dirige hasta la orilla  norte entre melocotoneros y ciruelos.
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El Lago del Oeste es el destino principal de los recién casados.
Cuatro islas emergen de las aguas del Lago del Oeste. De ellas, la Gushan (Colina Solitaria) es la única de origen natural y alberga el Parque Zhongshan, repleto de crisantemos; mientras que la más grande es la Santanyinyue (Tres estanques que reflejan la luna), accesible en barco y con pequeños lagos y puentes con arcos conectados de norte a sur y de este a oeste.
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Carpa agridulce del Lago del Oeste

Gastronomía local

Una de las partes más importantes de un viaje es precisamente probar la gastronomía local, la cual destaca en Hangzhou por su elaboración, presentación, sofisticación y sabor. La de aquí es ligera, fresca y dulce, lo que supone toda una experiencia cultural de primer orden y un regalo para los sentidos. Los ingredientes principales son el pescado de todo tipo, el marisco –camarones, cangrejos, ostras–, el pollo, el tofu y una gran variedad de verduras.
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Sopa cuñada song.
Se recomienda degustar el famoso dōngpōròu (东坡肉 , cerdo al vino Shaoxing), plato con cebolla, jengibre, una salsa oscura, vino de arroz y tiras de carne magra. Indispensable probar el shāguō yútóu dòufu (砂锅鱼头豆  , cabeza de pescado con tofu en olla de barro), el lóngjǐng xiārén (龙井虾  , gambas frescas con té Longjing), el xīhú cùyú (西湖醋鱼 , carpa agridulce del Lago del Oeste), el sòngsǎo yúgēng (宋嫂鱼羹 , sopa espesa de pescado de la cuñada Song), el jiàohuājī  (叫花鸡 , pollo del mendigo envuelto en barro) y el gānzhá xiǎnglíng (干炸响铃 , rollito de  tofu frito), entre otros.
Los dos restaurantes más famosos y longevos de la ciudad son el Zhiweiguan y el Louwailou. El primero, con una historia de más de cien años, está especializado en tapas locales (xiǎolóngbāo 小笼包 ), mientras que el segundo, está situado en la Colina Solitaria y goza de unas vistas extraordinarias del Lago del Oeste, además de contar con los mejores cocineros de la ciudad.
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El restaurante Zhiweiguan lleva más de cien años abriendo sus puertas.

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pdfPublicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 18. Volumen III. Mayo de 2013.Leer este reportaje en la edición impresa

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