jueves, 18 de febrero de 2010

al filo de la eternidad


pintura: al filo de la eternidad [google imágenes]

Evangelio: Lucas 9,22-25
"El que pierda su vida por mi causa la salvará"


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?"

el dispensador dice:
nadie te dice cómo nacer, simplemente naces...
nadie te dice cómo vivir, simplemente vives...
nadie te dice cómo soñar, simplemente sueñas...
nadie te dice cómo respirar, simplemente respiras...
nadie te dice cómo escuchar, simplemente escuchas...
nadie te dice cómo mirar, simplemente ves...

las razones que te indican,
las experiencias que te transmiten,
las vivencias ajenas,
los recitados sobre mejores pasados,
las versiones que proclaman las bondades de las diferencias,
sirven para nutrir la reflexión íntima, nada más...

el juego de aciertos y errores te induce a buscar un equilibrio,
eje esencial de ser uno mismo,
sintiéndose adaptado, incluido y/o resignado a la suerte...
muchas son las visiones,
tantas como las sensaciones,
podrás compartirlas, nunca dividirlas,
ya que el alma se nutre de sí misma y de su capacidad para absorber del ambiente... en soledad e individualidad...
luego,
nadie te dice cómo morir, simplemente mueres...

puedes creer que todo comienza con tu nacimiento...
puedes creer que todo concluye con tu muerte...

en realidad el cuerpo es apenas una cáscara oportunista,
diseñada para tu tránsito por los tiempos respirables...

pero si hay tiempos respirables,
todo indica que hay otros tiempos que no lo son,
una de cuyas condiciones es el no tiempo,
al menos no como se lo asume de este lado...

por qué entonces empecinarse en ganar espacios,
desplazando otros necesarios...

por qué pretender escenarios propios
que no podrán recibir la eternidad de los deseos...

por qué entonces patear los equilibrios,
para fabricar inestabilidades progresivas...

por qué pretender poner un sello sobre el tiempo,
cuando éste se marca por sí mismo...

cuando ya no hay más espacio para la vida y sus soberbias,
cuando ya no hay más huecos para llenar con los egos,
cuando ya no queda tiempo para apoderarse del aire,
cuando el orgullo se evapora ante lo inevitable,
justo allí, sin remedio alguno,
aprecias que a lo largo de tu vida, la propia,
estuviste ausente de tí mismo...
pero ya no puedes regresar.

recuerda, el día de tu nacimiento,
sí, tu cumpleaños,
es tu día del no tiempo... piénsalo, simplemente piénsalo.
cuando tu no estés aquí, la Tierra seguirá girando...
el dispensador: reflexiones a la hora del regreso. Febrero 18, 2010.-
DEDICADO A: los que se encuentran a sí mismos a la vuelta de cada esquina.

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