viernes, 12 de febrero de 2010

nunca antes, nunca después...


Evangelio: Marcos 7,31-37
"Hace oír a los sordos y hablar a los mudos"


En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos."

el dispensador dice:
vamos contruyendo imágenes,
sonrisas, sabores, fragancias,
sonidos, sensaciones, perfumes,
se incorporan a las células,
caracterizándolas para interpretar los momentos,
diferenciar los instantes,
compenetrar el espíritu...

puedes disponer de todos los sentidos,
nadie te enseña a mirar,
nadie te enseña a escuchar,
nadie te enseña a oler,
nadie te enseña a saborerar,
nadie te enseña a sentir...
vienes con ello, sí,
pero aún disponiendo de los sentidos,
puede que mirando no veas,
puede que oyendo no escuches,
puede que oliendo no distingas,
puede que saboreando no identifiques,
puede que sintiendo no comprendas el sentido...
y entonces?...

debes hacer un culto de los sentidos,
el mirar demanda atención, admiración y asombro,
ya que sin dichas capacidades,
podrás usar tus ojos sin entender lo que estás viendo...

el oir demanda atención, respeto, comprensión,
ya que sin dichas capacidades,
puedes usar tus oidos sin comprender lo que escuchas...

con cada sentido sucede igual,
si tu pretendes escuchar algo distinto a lo que escuchas,
los mensajes confluirán hacia una controversia,
generando un conflicto en tu propia consciencia,
bridándole lugar a lo más simple, al atajo...

cada vez que tomas un atajo,
sin dudar, llegarás después de lo previsto,
incluso arribarás cuando ya no sea prudente hacerlo,
cuando sea tarde, o cuando ya no importe...
el dispensador: la esencia de los momentos. Febrero 12, 2010.-
DEDICADO A: los que callan.

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