Evangelio: Marcos 6,1-6
"No desprecian a un profeta más que en su tierra"En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
el dispensador dice:
muchas veces, cuando crees ganar,
en verdad estás perdiendo...
demandará tiempo que te des cuenta,
se tomará su tiempo el asumirlo...
muchas veces, cuando crees perder,
en realidad estás ganando...
demandará tiempo que te des cuenta,
se tomará su tiempo el asumirlo...
puede ser que nunca te des cuenta,
quizás nunca logres asumir las diferencias...
pero las circunstancias son especialmente determinantes,
y te contienen aún cuando tu no lo entiendas...
dichas circunstancias poseen vida propia,
y si has sido elegido para estar en ellas,
puede que la gracia te conceda el ser observador,
o bien participar con un papel secundario,
o hasta con un rol esencial...
en cualquiera de los casos, el estar ahí
guarda una significancia intrínseca...
ganar o perder, apenas es una circunstancia,
gozar o padecer, asombrarse o sorprenderse,
gratitud o incomodidad, amor u odio,
lo justo está en la esencia de la substancia...
¿sabes diferenciarlas?...
de eso dependerá lo que entiendas como beneficio,
o bien distingas como daño.
el dispensador: abriendo praderas. Febrero 03, 2010.-
DEDICADO A: los que necesitan mirar lejos.-
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