Ferran Torrent: “Me llama la atención el autobombo de la izquierda valenciana”
El escritor presenta su nueva novela 'Individus com nosaltres' ambientada en la Valencia de la última etapa del Partido Popular
Valencia
El escritor durante la presentación del libro. JOSÉ JORDAN
La presentación de un libro de Ferran Torrent (Sedaví, 1951) siempre está lejos de esos actos pomposos y a menudo autocomplacientes que acostumbran a convertirse este tipo de ceremonias. Aquí la cosa puede verse animada inesperadamente con el pasaje de una divertida cena con Eduardo Zaplana, recién nombrado presidente de la Generalitat o la anécdota de la visita a un garito de juego, más cerca de Atraco a la tres que de cualquier secuencia de un discípulo de Tarantino.
Flanqueado por los periodistas y en este caso ejerciendo de interlocutores, Victor Maceda y Xavier Aliaga, y acompañado de amigos, entre ellos, el expresidente del Valencia, Paco Roig y del periodista J.J. Pérez Benlloch, el escritor presentaba su nueva novela Individus com nosaltres (Columna Edicions) a la librería Fan Set del Centre Octubre. “Por primera vez he tenido que trabajar con un mapa a la hora de escribir esta novela para no perder el hilo con los personajes y las historias” confesaba el novelista a propósito de la construcción de la novela que comienza en la Valencia del 2015 en un paisaje social y político marcado por la inminencia del cambio político en las instituciones valencianas y el estallido de los casos de corrupción. “Aquí está la corrupción, pero ya no es como la podía tratar en el años 2001, sino como un sistema que se ha instalado entre nosotros mientras, por otro lado, son cada vez más las personas que a causa de la crisis se quedan fuera de ese otro sistema o lo que se llama progreso sin que ellos se estén dando cuenta, sin que ellos tengan conciencia”.
En 1984 publicaba su primera novela en solitario, No emprenyeu el comissari! (Eliseu Climent) que se convierte en un fenómeno literario y social a uno y otro lado del Ebro. El periodista Héctor Barrera y el detective Toni Butxana y una galería de personajes descritos con humor y descaro dan nuevos aires al género negro y la novela policiaca en catalán. Más de treinta años de ejercicio profesional y literario en el que Torrent ha construido una obra, a partir de la realidad valenciana, que ha merecido la atención del cine y la televisión y el reconocimiento crítico y popular.
Para su nueva entrega, junto al periodista Marc Sendra, protagonista de la novela, el escritor vuelve a convocar viejos conocidos, entre ellos el detective Toni Butxana, y otros actores literarios. “Siempre me han gustado esos personajes que llamamos outsiders, los menos recomendables, que al fin al cabo son los que alimentan el sistema, que tienen un sentido vitalista de la vida con el que me identifico bastante”. “Si me dieran la oportunidad de poder conocer a un sicario, no dudaría la invitación”. Una curiosidad que el escritor ampliaba a otros sectores y protagonistas. “Como también me gustaría conocer, si se diera el caso, a la actual presidenta del Partido Popular, Isabel Bonig”.
“En mis novelas más que hacer grandes descripciones de los personajes, lo que me interesa es que hablen, y de esta manera, ellos mismos se vayan describiendo”. Torrent reconoce que encuentra inspiración en las conversaciones que escucha a menudo cuando viaja en el tren o en una cafetería para sus historias y personajes. “Ahora con esto de los teléfonos móviles que participas de la conversación de tu vecino de asiento es como si tuvieras una red de informadores a todas horas”. Se siente parte de una generación alimentada por el cine más que por las actuales series de televisión. “Íbamos al cine casi cada día de la semana”.
Reconoce cierta debilidad por la comedia celtibérica española. “Me gusta ver en la televisión esas películas españolas de los años sesenta y setenta, porque entre otras informaciones, es la única manera de poder ver como era Benidorm hace cincuenta años”. A sus 66 años no oculta cierto escepticismo y espíritu provocador. “Ahora las formas con la nueva clase política en el poder y las instituciones valencianas desde luego han cambiado, pero me llama la atención, esta urgencia por hacerse esa especie de autobombo, cuando solo llevan dos años gobernando. Después de tres décadas de gobierno conservador, hay que ser un poco más realistas y autocríticos, las cosas no se cambian de un año para otro, y aquí habrán de pasar algunos años para ver cambios más profundos”.
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