lunes, 12 de junio de 2017

CORTOMETRAJES DE "el dispensador"... sin guión, sin actores, sin espectadores, y sin filmoteca [1]

CORTOMETRAJES DE "el dispensador"... sin guión, sin actores, sin espectadores, sin sala de proyección, y sin filmoteca [1]
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el dispensador dice: así es mi amigo, ya siendo niño comencé a darme cuenta que aquello que quería, que me gustaba, que me sintonizaba, con lo que guardaba afinidad, no era bien visto por los demás... cuando digo los demás, era por todos los demás... así es que me di cuenta rápidamente que aquello que uno sentía, debía ser guardado... desde sentimientos hasta sentidos... porque lo que mis ojos veían, no tenían nada que ver con lo que veían los ojos de los otros... y peor aún... lo que yo escuchaba y entendía, no tenía nada que ver con lo que oían y entendían los demás... comencé a pensar que el idioma no habilitaba al entendimiento ni tampoco a la comprensión, algo que fui descifrando a medida que mis lecturas avanzaban, y comentarios mediante, aquellos otros que habían leído exactamente lo mismo, habían entendido todo lo contrario a mis visiones... pensé para mis adentros: "estás frito"... "mejor no hables"... será preferible pasar por tarado (tonto, estúpido, lelo, o similar) antes que quedar envuelto en una de esas discusiones que no sirven para nada, pero que a algunos humanos les encanta tener para demostrarle al otro que es un idiota (el otro)... (en este caso, yo)...

con el paso de los años fui descubrimiento que esta descripción (previa) podía ser aplicada como ley científica a cualquier otra cosa... hechos... no hechos... dichos... no dichos... afectos... amores... conocimientos... apreciaciones... a tal punto que en un montón de circunstancias me vi envuelto en dramas que nunca logré saber de dónde habían surgido... lo cual me hizo inferir que, o los demás eran demasiado inteligentes, o yo era un idiota... por lo que, para evitar confrontaciones innecesarias, lo mejor era pasar por idiota... entonces te miraban con pena, con lástima, con desprecio, o similares, y te dejaban de molestar (para no decir joder), asumiendo que no te alcanzaban las neuronas para calificar en todo aquello que ellos sí entendían... y por los cuáles se les reconocían como "sabios"...

lamentablemente, siempre conté con una visión de "futuro" intangible para el resto, que no lo era para mí... ya que siempre tuve un pensamiento de variable matemática que contabiliza rápidamente las opciones a enfrentar, entrenándome para todo lo que podía suceder o sucederme... a tal punto que luego de tres ocasiones en las que me estrellé con la  obcecación ajena, la consiguiente negación, y el subsiguiente desprecio, opté por callarme y ver como las cosas sucedían tal las había calculado... y a pesar de los negadores, que luego de sucedidas, se aparecían frente tuyo a decirte: "viste que te dije que esto iba a pasar"... lo cual me enseñó a sonreirme sin hacer una sola mueca... 

sin omitir que cuando ocurría algo inesperado, no faltaba quien se me acercaba por la espalda a decirme: "te dije que esto te iba a pasar"... cuando en verdad nadie había dicho absolutamente nada y ni siquiera se habían enterado de lo que me tenía enfrascado... así comencé a descifrar a las miserias humanas, una tras otra, y no quise hacer un inventario porque entendí que era demasiado peligroso... no obstante ello, no me faltaron ocasiones en que, ante mis aciertos, aparecían cientos de desconocidos, medio conocidos, demasiado conocidos, que recitaban: "salió tal cual te lo había dicho"... o, sucediendo todo lo contrario, errándola la fiero,  aparecían cientos de desconocidos, medio conocidos, demasiado conocidos, que recitaban: "te dije que no lo hicieras", cuando en realidad nadie había dicho nada, nunca...

un día, miré mis bolsillos y vi que no tenía un centavo... me corrí hasta el placar y comprobé que la ropa colgada era poca, tanto que cabía en una mano... abrí una cómoda y comprobé lo mismo... observé la altura... miré el vacío... contuve la respiración a sabiendas que carecía de paracaídas... pero me arrojé al vacío, sin más, deseándome suerte... entendiendo que la suerte se construye... que las bendiciones deben ser buscadas y no esperadas... que el horizonte no es universal, sino propio e indivisible... que Dios es sólo el mío y no el de la iglesia ni el de la biblia... y que el mañana, es tan incierto, que no vale la pena preocuparse por él, hasta que llegue...

mientras iba cayendo sentí que algo golpeaba mi cara, era una cuerda de algo que estaba amarrado en mi espalda... me pregunté que para qué serviría...tiré de ella... y oh! sorpresa... se abrió un paracaídas... desde entonces, esto que te cuento sucedió en 1968, sigo cayendo... suponiendo que alguna vez llegaré al suelo... te digo: linda esta sensación de flotar en el aire... a decir verdad nunca supe quién me puso el paracaídas, pero de verdad, lo agradezco un montón... ya que de lo contrario hoy sería tortilla de cementerio... y al igual que hoy mismo, ahora mismo, nadie se acordaría de que alguna vez fui persona...

raro este mundo che... demasiado para mi gusto...

fue por entonces que comencé con mis notas para cortometrajes... esos que antes se llamaban documentales... tomé tantas notas que perdí la mayoría, sin omitir que algunas me fueron quitadas, otras fueron rotas por personas que no entendían para qué tomaba notas, y no pocas me fueron sustraídas para generar libretos que otros compraban y vendían a mis expensas y a mis espaldas... nunca supe qué fue de ellos... pero siempre tuve la convicción que aquella letra que se roba, se marchita antes de tomar entidad... ¿sabes?, tengo claras muchas cosas, muchas más de las que te imaginas... por eso estoy calvo y arrugado... porque desde niño comencé a descubrir cómo descifrar las segundas intenciones y cómo descubrir las mentiras... lo que me llevó a llevarme más de una decepción, pero en fin, de eso se trata la vida... descubrir quiénes andan con el puñal bajo el poncho, y sobre todo, quiénes están dispuestos a apuñalarte para sacarte lo poco que tienes...

por eso no me sorprendí cuando aquel que consideraba mi amigo, me dijo: no che, es una buena persona... conversación intrascendente... cuya consecuencia inmediata dio lugar a una visión: dos personas revolcándose en una cama... vi sus rostros y no quise ver más... no era necesario... éste había caducado en su nexo de amistad, y la otra había pasado a la historia... elevé la mirada, observé su aura y no necesité ni de argumentos ni de disculpas ni perdones... ya que siempre entendí que la confianza se rompe una sola vez... y dado que el futuro quedaba en otra dirección decidí seguir cayendo para otro lado... porque donde no hay afectos, donde no amor, no se debe permanecer ni un segundo... so pena de quedar atrapado entre la victimización y la excusa... nada peor... porque no es bueno explicar ni lo inexplicable, así como tampoco es bueno detenerse a escuchar lo que no hace falta, porque daña el alma...

¿crees que ése fue mi primer cortometraje?, no... hubo muchos antes... hubo muchos después... pero para un tipo que ha andado tanto, dando vueltas por el mundo humano... el carretel no tiene fin, así es que alguna cosas te contaré, así como otras me guardaré... porque lo bueno de todo lo que no se dice, se traduce en misterio... siendo que el misterio siempre pertenece a los curiosos, a los que dudan, a los que niegan... nunca al que genera el misterio... así es que quizás, sólo quizás, nos reiremos un rato, al menos eso espero... JUNIO 12, 2017.-

una de esas piedras pintadas... salió de mis manos... y la conexión generada, aún late, y lo hará cuando ya no esté.


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