ORNAMENTOS..
En "Loca sabiduría", Chögyam Trungpa revisa y repasa las distintas manifestaciones de Padmasambhava, interpretando las instrucciones que sus distintos aspectos y la inmensa diversidad de sus actitudes nos ofrecen. Como Loden Choksi, Padmasambhava fue un maestro espiritual miembro de una familia real -un rajguru- que fue reconocido como tal después de que la hoguera de madera de sándalo en que había sido condenado a morir quemara durante semanas sin extinguirse.
Él, Padmasambhava, rodeado de leños ardientes, permanecía sentado en el corazón de una flor de loto. Visto lo visto, el rey que lo había condenado a morir, lo consideró un ser superior y se convirtió a sus enseñanzas. Lo que Chogyam Trungpa subraya de la historia es muy relevante y es ahí donde ve el auténtico milagro: "El milagro es más que la simple conversión del rey; es la manera de Padmasambhava de enfrentar todas las amenazas y acusaciones de las que había sido objeto.
Loden Choksi manifiesta la invencibilidad de Padmasambhava; en vez de considerar los desafíos como amenazas, los convierte en un ornamento más de su actuar.
La capacidad de usar los obstáculos para encarar las situaciones de la vida es una dimensión importante de la loca sabiduría." Y más allá de reconocer con el pensamiento que debemos trabajar con la negatividad y las dificultades como si se tratara de estímulos, asumirlas como "ornamentos" que dan lustre y ennoblecen nuestra experiencia es algo distinto y un poco más difícil de aceptar.
Casi siempre late por debajo la extraña fantasía que prefiere imaginar un mundo libre de ellas. Dejarla de lado y gozar de la ausencia de cualquier salida para la situación que se vive, con todos sus tormentos y tempestades, es lo que Padma nos muestra: en medio de la hoguera interminable, sentado en el corazón del loto. "Tanto el dolor como el placer son adornos que es grato llevar",
Thuk Je Che Tibet
En "Loca sabiduría", Chögyam Trungpa revisa y repasa las distintas manifestaciones de Padmasambhava, interpretando las instrucciones que sus distintos aspectos y la inmensa diversidad de sus actitudes nos ofrecen. Como Loden Choksi, Padmasambhava fue un maestro espiritual miembro de una familia real -un rajguru- que fue reconocido como tal después de que la hoguera de madera de sándalo en que había sido condenado a morir quemara durante semanas sin extinguirse.
Él, Padmasambhava, rodeado de leños ardientes, permanecía sentado en el corazón de una flor de loto. Visto lo visto, el rey que lo había condenado a morir, lo consideró un ser superior y se convirtió a sus enseñanzas. Lo que Chogyam Trungpa subraya de la historia es muy relevante y es ahí donde ve el auténtico milagro: "El milagro es más que la simple conversión del rey; es la manera de Padmasambhava de enfrentar todas las amenazas y acusaciones de las que había sido objeto.
Loden Choksi manifiesta la invencibilidad de Padmasambhava; en vez de considerar los desafíos como amenazas, los convierte en un ornamento más de su actuar.
La capacidad de usar los obstáculos para encarar las situaciones de la vida es una dimensión importante de la loca sabiduría." Y más allá de reconocer con el pensamiento que debemos trabajar con la negatividad y las dificultades como si se tratara de estímulos, asumirlas como "ornamentos" que dan lustre y ennoblecen nuestra experiencia es algo distinto y un poco más difícil de aceptar.
Casi siempre late por debajo la extraña fantasía que prefiere imaginar un mundo libre de ellas. Dejarla de lado y gozar de la ausencia de cualquier salida para la situación que se vive, con todos sus tormentos y tempestades, es lo que Padma nos muestra: en medio de la hoguera interminable, sentado en el corazón del loto. "Tanto el dolor como el placer son adornos que es grato llevar",
Thuk Je Che Tibet
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