Top ten de la revista ‘Nature’
Diez nombres para la ciencia de 2018
Como cada mes de diciembre, la revista Nature ha anunciado las que considera las diez personalidades científicas más relevantes del año. La lista recorre los hitos de la investigación en 2018, que incluyen el descubrimiento sobre la superconductividad del grafeno y el controvertido estudio de una probable descendencia denisovano-neandertal. También se ha destacado el esfuerzo por la inclusión de mujeres y otros grupos infravalorados en la ciencia.
Los diez elegidos por Nature.
Esta semana, Nature publica su esperado ranking anual de los diez rostros más importantes para la ciencia. “La lista incluye una amplia diversidad de investigadores que han figurado como protagonistas en las noticias científicas más importantes”, ha declarado Rich Monastersky, editor jefe de la revista.
Yuan Cao
El habilidoso del grafeno
Por haber contribuido a la creación de un nuevo campo de la física, Yao Cao, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), figura como uno de los protagonistas de este especial de Nature. A sus 22 años, Cao es el descubridor del ‘ángulo mágico’ para la superconductividad del grafeno y coautor, junto con el físico español Pablo Jarillo-Herrero, líder de su grupo de investigación, de dos estudios publicados en marzo sobre las características de este nuevo sistema.
El joven físico descubrió que girando levemente una lámina de grafeno sobre otra (con una rotación paralela cercana a 1,1 grados), se crea un sistema con propiedades superconductoras. “Nuestro trabajo no aclara cuál es el mecanismo –reconoce Jarrillo–, pero supone una nueva plataforma para investigar este fenómeno y lograr aclararlo”. En definitiva, un avance clave para la conducción de la corriente eléctrica sin resistencia que podría cambiar significativamente algún día el uso eficiente de la energía y el transporte.
Viviane Slon
Historiadora de la humanidad
Viviane Slon es otro de los rostros destacados este año por secuenciar el ADN de un pequeño hueso que resultó ser la primera prueba de un mestizaje entre dos especies de homínidos actualmente extintos. Al principio, la paleontóloga no entendía cómo era posible que en sus resultados la mitad del genoma figurara como neandertal y la otra mitad como denisovano.
Es más, hasta que no comprobó varias veces los datos, Slon no los comentó con su equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), pensando que se trataba de un error. El equipo publicó finalmente sus conclusiones en el mes de agosto, anunciando que el hueso realmente pertenecía a una adolescente descendiente de una madre neandertal y un padre denisovano que vivieron hace más de 90.000 años. La primera prueba directa de una descendencia entre estas dos especies. Sin embargo, estos resultados están siendo ampliamente debatidos.
He Jiankui
El villano de la edición genética con CRISPR
Pese a anunciar en noviembre el nacimiento exitoso de dos gemelas cuyos genomas había modificado mediante la herramienta de edición genética CRISPR con el fin de protegerlas del VIH, He Jiankui fue duramente criticadopor exponer a estas niñas a riesgos desconocidos e ignorar importantes consideraciones éticas. La Universidad Austral de Ciencia y Tecnología de Shenzhen (China), donde He trabajaba, le desautorizó y el Ministerio de Ciencia chino le prohibió continuar con sus investigaciones. Además, el Ministerio de Salud inició una investigación para valorar y juzgar su trabajo.
Sin lugar a dudas, las acciones acometidas por He ocupan un lugar importante en la ciencia de 2018, pues han abierto un debate que ha atraído la atención de todo el mundo. Algunos científicos temen que, a raíz de estos acontecimientos, el campo de la edición genética pueda tener ahora dificultades a la hora de conseguir financiación, aprobación regulatoria o apoyo público.
Jess Wade
Defensora de las olvidadas
Otro de los personajes que ha causado sensación, pero esta vez en positivo, ha sido la británica Jess Wade. Esta joven física del Imperial College de Londres, comenzó a añadir una científica al día a Wikipediaal descubrir que el 90% de los editores de la página eran hombres y sólo alrededor del 18% de los perfiles biográficos de la página eran de mujeres.
En cuanto se hizo viral su trabajo en julio a través de Twitter, Wade fue reconocida por su esfuerzo en la lucha contra la discriminación en la ciencia. A día de hoy, ha conseguido redactar unos 400 perfiles y colaborar con organizaciones para establecer un sistema en Wikipedia que tenga en cuenta la inclusión. Además, se ha implicado en otras actuaciones para denunciar la brecha de género, como su ponencia en la Conferencia sobre Género del CERN, que tuvo lugar en septiembre en el Laboratorio Europeo de Partículas Físicas (Suiza).
Wade espera seguir adelante con su labor de divulgación, incluyendo la distribución en las bibliotecas escolares del libro Inferior de Angela Saini. “Creo que los equipos diversos hacen mejor ciencia” ha declarado la investigadora, que también lucha por que se tengan en cuenta las contribuciones de otros grupos infravalorados en la ciencia.
Valérie Masson-Delmotte
Velando por el planeta
En octubre, el informe del Panel de Cambio Climático(IPCC, por sus siglas en inglés) anunció alarmantes noticias sobre el futuro que le depara a nuestro planeta. El informe deja muy claro que limitar el calentamiento global a 1,5ºC es una necesidad de primer orden mundial que requiere la implicación de todas las naciones.
Según los resultados, aún manteniendo el aumento a 1,5ºC, desaparecerán más de un 6% de la superficie terrestre de los ecosistemas y entre el 70% y el 90% de los arrecifes de coral.
Valérie Masson-Delmotte, como copresidenta del grupo de trabajo de evaluación de las ciencias físicas del cambio climático del IPCC, aparece este año en el especial de Nature por haber tenido un papel clave en la publicación de este informe. La climatóloga, que también es investigadora del Laboratorio de Ciencias del Clima y el Medioambiente de Gif-sur-Yvette (Francia), consiguió reunir a los autores, coordinar el trabajo y obtener la aprobación del informe por los gobiernos, en un tiempo récord.
Anthony Brown
Cartógrafo de las estrellas
El director del departamento de Tratamiento de Datos y Análisis del proyecto Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), también aparece como uno de los protagonistas de este año. Anthony Brown, astrónomo del Observatorio de Leiden (Holanda), lleva liderando un equipo de más de 400 investigadores desde 2012 para desarrollar el catálogo con más de mil millones de estrellas.
Su cuidado y experiencia han sido dos elementos determinantes para superar los obstáculos y obtener el éxito de Gaia, cuyos primeros resultados fueron publicados en abril y que ya cuenta con más de 700 citas en artículos de investigación. Brown, que lleva involucrado desde 1997, no tiene prisa por acabar el proyecto: “Llevo trabajando en esta misión desde hace más de 20 años y Gaia es ya una parte de mi mismo”.
Bee Yin Yeo
La guerrera medioambiental
La Ministra de Energía, Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Cambio Climático de Malasia aparece como otra de las caras en esta selección de Nature. Desde que se incorporó al gabinete en julio, Bee Yin Yeo ha dado “pasos de gigante en la gestión medioambiental y la investigación en Malasia, dice Nature.
Esta ingeniera química por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) busca reformar el mercado de la electricidad de su país, mejorar la eficiencia energética y aumentar las renovables del 2% al 20% en la generación de energía total para 2030. Además, en octubre estableció una hoja de ruta y un marco legal de 12 años para eliminar el plástico de un solo uso, que ha iniciado una tendencia global por instaurar prohibiciones similares.
Barbara Rae-Venter
La detective del ADN
Este año, el trabajo de la estadounidense Barbara Rae-Venter no sólo condujo al arresto del asesino del Golden State, sino que también demostró un nuevo método poderoso, aunque controvertido, a través de la genealogía genética para identificar a los criminales.
“Entró por una puerta que otros no se atrevían a cruzar”, señala CeCe Moore, líder de la unidad de genealogía forense de Parabon Nanolabs (EE UU).
Rae-Venter, bioquímica jubilada, recreó un mapa familiar para encontrar el nombre de este asesino con la ayuda de los bancos de datos públicos y el ADN del sospechoso. La comunidad científica era consciente de que era posible identificar a las personas de esta manera, sin embargo, aún continúa el debate sobre si este método constituye una invasión de la privacidad o no.
Robert-Jan Smits
Capitán de la ciencia abierta
En septiembre el nombre Robert-Jan Smits hizo eco con el lanzamiento del Plan S, un audaz esfuerzo por hacer más artículos científicos de acceso público. Smits, junto con ScienceEurope, instigó esta iniciativa con el fin de cambiar el modelo tradicional de publicaciones que ‘ahoga’ cada vez más la producción de conocimiento.
Smits parece ser la persona idónea para dar una sacudida al status quo de la ciencia europea. En 2007 desempeñó un papel decisivo en la creación de la agencia de financiación del Consejo Europeo de Investigación (CEI) y es exdirector general de Investigación e Innovación de la Comisión Europea. Aún es demasiado pronto para saber cuál será el impacto del Plan S, sin embargo, lo más seguro es que “mejore el acceso a la investigación”, según indica Peter Suber, director de la Oficina de Comunicación Académica de Harvard y del proyecto Harvard Open Access.
Makoto Yoshikawa
Cazador de asteroides
En esta lista no podían faltar Makoto Yoshikawa y su equipo de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA, por sus siglas en inglés), que consiguieron obtener los primeros planos del asteroide Ryugu, al que llevan persiguiendo desde 2004, el pasado mes de octubre. Yoshikawa, como líder del proyecto Hayabusa2, busca recoger muestras del asteroide y traerlas de vuelta a la Tierra para 2020.
“Los asteroides son amenazas potenciales de las que hay que estar al tanto, pero también encierran los secretos de la energía solar”, señala el astrónomo que ha estado obsesionado con los asteroides desde que era un niño y leyó por primera vez El Principito.
Yoshikawa ha sido capaz de vencer grandes obstáculos durante los últimos años. Sin embargo, el mayor reto del proyecto Hayabusa2 será cuando el año que viene la nave espacial aterrice en Ryugu para recoger la primera muestra, realizando una maniobra delicada y atrevida.
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