pretendiendo vivir el momento,
se puede omitir el mañana...
pretendiendo anticipar el mañana,
se puede omitir el momento...
pretendiendo ver cerca,
se puede perder la noción de distancia...
pretendiendo ver a la distancia,
se puede perder la noción sobre aquello que está al lado...
pretendiendo sostener el pasado,
podrán asaltar los fantasmas que moran en él...
pretendiendo ocultar el pasado,
se pierde la dimensión del presente...
algunos sueños pertenecen al descanso,
pero otros sueños pertenecen a la esperanza,
algunos todavía pertenecen a la ilusión,
algunos son parte del presagio,
saber diferenciarlos es parte de la esencia,
si se desconoce la esencia, se niega el alma,
si se niega el alma, el espíritu se torna pobre,
cuando éste se vuelve pobre, anidará la soberbia,
cuando ello suceda, lo invadirá la vanidad,
siempre acompañada del desprecio,
cuando ello suceda, simplemente no habrá sueños...
dominará el atropello,
no habrá diferencia entre urgencias y prioridades,
y todo parecerá estar bien, mientras el alma se evapora.
el equilibrio del espíritu,
no difiere del sentido de equilibrio en el universo,
todo afecta al todo, todo está comprendido en el todo,
cuando no hay dimensión del alma,
se desconoce la llave del todo...
el dispensador: abriendo puertas a la armonía. Marzo 18, 2010.-
DEDICADO A: los que siguen buscando las brechas.el equilibrio siempre es inestable,
lo que hoy es, mañana puede no ser,
ya que depende de circunstancias que nos exceden,
que forman parte de lo imprevisible,
"momento" espacial que nutre la atención,
asumiendo ello que puede estar en condiciones de anticipar,
sin comprender que anticipar,
dará lugar a un desequilibrio,
que aportará a la inestabilidad,
generando una tribulación no prevista,
fuera del orden de los equilibrios naturales...
el primer precepto de la vida, es no contribuir a la alteración de los equilibrios naturales porque ellos, tienen vida propia.
cuando se aprende a diferenciar,
el aporte de la molestia,
se habrá comenzado a transitar el propio equilibrio,
que no será otra cosa distinta a la armonía del alma.
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