foto: eco y luces de Alicia María Abatilli
su majestad el girasol,
el que estuvo aquí antes,
el que es testigo y da testimonios,
el que estará cuando ningún hombre lo haga...
el dispensador dice: y todo camino conduce a su horizonte... todo camino llega a su mañana, indefectiblemente. Aún cuando la humanidad no lo sabe, esta NAVIDAD trae consigo los sentidos y las esencias del VERBO de las causas... cada milenio hay una NAVIDAD que repite las consignas del VERBO, aquel que supo pronunciarse para revelar el sentido de la humildad y la inocencia, la resignación y la consciencia, el silencio y la reflexión, el ayuno y la ascención, la convicción, la dignidad y sus vigencias, la entrega y sus paciencias... ante cada mensaje que desciende hacia el tiempo respirable de los humanos andantes, hay quienes simplemente caminan y observan, hay quienes se detienen y toman, hay quienes atienden y asumen, hay quienes escuchan y comprenden, y también hay quienes niegan y mienten. La NAVIDAD no es tiempo de razones, ellas están y son para el tiempo humano, no para los del VERBO... por su parte, el VERBO no guarda razones, ellas están y son según los designios divinos propios de la creación y sus gracias. El VERBO contiene el signo de la eternidad. Las gracias, sus dones y los talentos son por sí mismas bendiciones que no caben en la razón humana. Así es que la NAVIDAD que supo tener su hora cero, enciende la novena vela para dejar establecido que es un hecho atemporal, es un momento que se replica a sí mismo por legado de la eternidad, cuya gracia se disemina sobre el ser humano como tal, prescindiendo de cualquier otra condición y de cualquier género, y hasta de cualquier idea. La NAVIDAD guarda su propia geometría y como tal, se representa en una esfera transparente, cristalina, que es espejo de todas las almas a las que se les ha concedido la gracia del tránsito por la vida... dicha esfera guarda su propio sentido del número, siendo por ende "infinita" y angular... dicha esfera guarda su propio lugar en el pentagrama, siendo nota armónica inalcanzable para los sentidos del ser humano... dicha esfera tiene luz propia, pero la misma no es visible desde el aquí sino sólo desde el allá... dicha esfera tiene un color que no cabe en la imaginación del hombre, porque ella deviene del manto y éste es sólo tangible para los humildes e inocentes elegidos. Esta NAVIDAD del año gregoriano del 2011 es la última de una estirpe y un linaje, culminando una era de gestas y desencuentros, de vendimias sin sentimientos, de desprecios a los textos... al sonar la última campanada del cruce del día 24 al día 25, en el último segundo, del último minuto, de la última hora, una ventana se abrirá desde los cielos para permitir que el 4-ESPÍRITU de la SEXTA era descienda sobre la Tierra, envolviéndola con su VERBO. Lo dicho no es un pre-texto, ni siquiera es un texto, es la anunciación y su rezo. El que tenga entendimiento, que atienda... el que tenga oídos, que oiga... el que tenga ojos, que esté atento... pero el que tenga alma y vibre a través de un espíritu humilde e inocente, se entregue al llamado del VERBO. Esta es la hora cero del noveno paso, que se corresponde con la novena vela, de la oración jamás pensada, de la palabra jamás dicha, de aquella FE tan amada que no se desprende del alma, cuando toda la paz y sus calmas, se entregan al prójimo por la presencia, sin que a cambio se pida nada. Así es la esencia del hombre, nace por una gracia, regresa por la misma palabra. Diciembre 25, 2011.-
"... si sabes de señales, si reconoces los signos, si atiendes a la consciencia y sus voces, si cuidas a tu ángel de la guarda como a tu propia alma, si guardas el sentido de tus sueños, si conservas la esperanza más allá de tu tiempo, si sostienes tu humildad y conservas tu inocencia de niño, si sólo bebes de las fuentes y desconoces la sed del hombre, entonces, sólo entonces, reconocerás la señal, algo que llegará a tu puerta y marcará tu frente". Dios te bendiga.
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