África no es un país
"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.
SOBRE LOS AUTORES
Lola Huete Machado. Redactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Empieza mi ruta por África: el mono en la luna
Por Alfonso Rovira
El autor inicia un viaje que partiendo de Camerún quiere cruzar África de oeste a este, para terminar frente a las costas del Océano Índico. Puntualmente, compartirá sus experiencias con nosotros.
Camerún. Han pasado ya tres meses desde mi llegada. Finalicé mi proyecto de Gestión Hospitalaria con Fundación Recover, así que el momento de partir se acerca.
Creo que lo tengo todo. Miro mi mochila. Mis alforjas. He dejado mi maletín y mi corbata en España. Mis zapatos negros. Mis trajes... Mis reuniones. En completo, mi anterior vida de ejecutivo. Mis títulos de Ingeniero Industrial y mi MBA. Mi tarjeta de directivo. Son de escaso valor ahora. A mis 39 años vivo ya mi segunda o tercera juventud. Pero no es una circunstancia. Es una filosofía de vida. La mayoría de nuestras preocupaciones no importan. Son vacuas. Completamente carentes de sentido. Las autoimposiciones, las falsas necesidades, las “obligaciones” sociales... puras mentiras. Nos engañamos continuamente. Nos creamos nuestra propia rueda y nos cargamos las espaldas de kilos que no nos tocan. Lo que de verdad importa en esta vida, es tan solo vivirla, como nos dicta el corazón.
Un escalofrío recorre mi espalda… Los nervios afloran. Me empiezo a enfocar sólo en el VIAJE. En mayúsculas. De Camerún a Tanzania. En bicicleta… ¿Un imposible? No lo creo. ¿Quizás un sinsentido, una locura? Yo diría, más bien una aventura. Solidaria. Pues entre otras cosas, propondré proyectos para donar en ella durante la ruta.
Me gusta esta sensación. De apertura a lo desconocido.
Y adoro el continente. Recuerdo con cariño historias vividas aquí, antaño. Su ritmo particular… su tempo, con vida propia. Sus lugares, casi surrealistas. De ensueño.
Pero sobretodo me acuerdo de sus gentes. De sus historias. De las lecciones que me llevé a Occidente. Pues aquí moran pueblos con culturas milenarias, con sus fábulas… con sus leyendas. Algunos, como los pigmeos, seminómadas que siguen resistiendo las inclemencias no tan solo del continente, si no también del progreso.
Pigmeos Baka, el inicio
Pero no todo son tristezas. África se sirve cruda. Pero Las gentes más amigables del planeta se encuentran también aquí. Las sonrisas más amplias. Las personas
más puras… las lecciones más simples. Y por ello, más valiosas.
más puras… las lecciones más simples. Y por ello, más valiosas.
Vuelvo a la realidad. A mi VIAJE... tengo claro que no puedo esperar mucho... las lluvias acechan. En setiembre empieza la temporada de aguaceros aquí… Y está ya aquí a la vuelta de la esquina.
Dudo… Me río. Se me ocurre que quizás sería más práctico transformar mi bici en barca.
Mi equipaje, la ruta y el viaje
Mi mente se enfoca de nuevo a mi equipaje. Escaso. Como deber ser. Pocas prendas, muchos recambios. Y menesteres de acampada.
Ayer compré un hornillo de viaje en un bazar Indio… hasta en Camerún te encuentras a este gran pueblo comerciante. Negociadores donde los haya...a punto estuvieron de venderme un foco que no necesitaba… Admirable su empeño. Tengo que reconocer que era curioso. 500m de alcance y lámpara nocturna. Cargador solar y gran autonomía. Todo en uno. Admirable por igual el diseño del artilugio. Ajustable en tamaño. Cosas del progreso. Y también en precio. Cosas del comercio.
Finalmente me llevé sólo el hornillo… el más caro vendido en la historia de Camerún, seguro…pero satisfecho. Ya está. Ya lo tengo todo. Mi atención puede empezar a bascular al fin, hacia el viaje.
¿Qué me espera ahí? He planificado poco… pues África es salvaje. Y la mejor manera de planificar el viaje es no planificarlo. Disfrutar África a su ritmo. En suahili te dicen “pole pole”(tómatelo con calma), rápidamente seguido del célebre “hakuna matata” (No hay problema).
Sí, tengo mi ruta, mis “sitios a ir”, como el Río Congo… o los pueblos pigmeos… pero por lo demás tan solo quiero fluir con este continente mágico, que sigue siendo en gran parte virgen, lleno de desafíos. Donde el agua y las enfermedades representan un serio peligro a tener en cuenta.
Le Blanc, el Mono en la Luna
Curioso Camerún… distinto de los países de África del Este que visité anteriormente. Interesante y bello… aunque definitivamente menos amigable. Menos sonriente. Más desconfiado. No por eso desagradable… más bien es que la comparación es dura… frente a las gentes más sonrientes y amigables de la Tierra.
Allá voy
Recordando, disfruto unos segundos… Pero entonces me recuerdo otra vez que empiezo ya el viaje.
ÁFRICA es todavía en gran parte, un continente a explorar. A descubrir.
Y sí, soy el mono en la luna, la gota de aceite en el vaso de agua… el perro cojo bailando un Vals… Pero qué vals dios mío. No me importa ser lo que sea si tengo el placer de deleitarme con él.
Me siento feliz. Expectante. Por segunda vez, un cosquilleo agradable recorre mi cuerpo. Ya llega el momento. Mi bicicleta me espera. Impaciente. En pocos días emprendo la marcha.
África Central… espérame y sé indulgente conmigo, que allá voy.
Primer objetivo: GABÓN.
¡Gracias por leer el artículo! Espero que te unas a mi viaje… Que no es sólo un viaje… Es algo más… Descúbrelo conmigo AQUÍ.
Si te gusta la bicicleta y la aventura y dominas la fotografía y/o el vídeo, también puedes unirte a mi viaje físicamente, en Libreville (Gabón), o más adelante en Kinshasa o Brazzaville. Acabo de perder al fotógrafo que iba a viajar conmigo. Quien esté interesad@, que me escriba aquí.
(*) Todas las fotos del autor
el dispensador dice:
¿con qué animal te identificas?...
en primer lugar, conmigo mismo,
luego con los elefantes,
con los que me he entendido,
como si nos conociéramos desde siempre,
colmillos, trompa y alaridos,
siguiendo siempre el mismo camino,
porque no es acertado desviar el rumbo,
ni poner en tela de juicio el destino...
lo del mono en la luna,
ya lo he visto,
sucedió una noche,
en algún lugar del África que no olvido,
sólo que prefiero mantenerlo a resguardo,
para que nadie encuentre aquello que me curó,
justo cuando me habían herido...
¿sabes?,
hay humanos que creí haber conocido,
que descubrí demonios disfrazados por ilusionismos,
ahora no tengo bicicleta pero me sobran caminos,
de vez en cuando me adentro en alguno,
siguiendo la sombra del que no me ha visto.
SEPTIEMBRE 10, 2016.-
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