El rastro perdido de los españoles en el Sáhara
Una exposición fotográfica reconstruye a partir de recuerdos familiares las huellas coloniales en la antigua Villa Cisneros
Madrid
Una de las imágenes de la exposición en la que se ve a Lara Albuixech de pequeña, durante su estancia en la ciudad de Dajla, antigua Villa Cisneros. L.A.
La fotógrafa Lara Albuixech (1971) encontró los momentos más felices de su familia en las instantáneas que se esparcían entre restos de copiosas comidas en Navidad. Con tan solo cuatro años no le dio tiempo de guardar memoria del tiempo que pasó en la antigua Villa Cisneros, en el Sáhara Occidental, donde su padre fue destinado por el Ejército español en los sesenta. Fue cuatro décadas después de regresar a Zaragoza cuando se reencontró con lo que en su casa aún consideran un paraíso perdido y reconstruyó, a partir de tres viajes consecutivos, el rastro invisible de los españoles en esas tierras con una exposición que aspira, dice, a rescatar parte del pasado de la España colonial en África.
“De todo lo que me hablaron mis padres no queda nada”, explica Albuixech mientras repasa las imágenes que forman parte de la muestra que se puede ver en Madrid, en CentroCentro Cibeles, hasta el 21 de octubre. El contraste entre las fotografías que ella ha hecho desde 2016 y las que realizó su padre en el siglo pasado es evidente: la vista cenital de un baile animado en blanco y negro o un plano del antiguo zoco —el tradicional mercado árabe— choca con el actual abandono de algunos edificios. “En mi trabajo quería plasmar este vacío; la sensación de lo que vivió mi familia está completamente borrado”.
La salida de España del Sáhara Occidental en 1976, acelerada por el final del régimen franquista, y el inicio del conflicto armado entre Marruecos y el Frente Polisariodejaron sin resolver la cuestión de la soberanía en la antigua provincia. Desde entonces, la preeminencia marroquí en el territorio ha ido apagando las reminiscencias de ese pasado colonial que Albuixech, sin embargo, ha tratado de resucitar en la exposición, titulada La Interior, a través de algunas personas que mantienen viva la identidad española. Una de ellas es Bouh Semlali, activista saharaui dedicado a la conservación del patrimonio y la lengua española en la ciudad de Dajla (Villa Cisneros). Asimismo, la muestra recoge la historia de tres hijos de un compañero de trabajo en el aeropuerto donde el padre de la fotógrafa ejercía como radiotelegrafista, restituyendo el vínculo crepuscular de la familia con esta tierra de grandes recursos pesqueros aún en disputa.
“Es curioso, pero ellos se acordaban perfectamente de quienes eran y cómo eran mis padres, comenta la artista, que reflexiona sobre la relación entre el colonizador y el colonizado para un pueblo que en la actualidad está repartido entre los territorios ocupados por Marruecos, la denominada zona libre y los campamentos de refugiados de Argelia. “En mis viajes, mucha gente me ha contado que se siente desarraigada respecto a la identidad que les han legado o impuesto", relata Albuixech, que dice haber entendido que el golpe más duro después de que España abandonara su papel de potencia administradora fue para los que se quedaron allí.
Pese a que el relato familiar es el que articula la muestra, incluyendo objetos personales o declaraciones en vídeo de los padres, la autora aspira a que su obra trascienda ese ámbito. "Para mí es importante aportar mi granito de arena a un capítulo de la historia de nuestro país que parece olvidado. Es cierto que algunos ciudadanos y organizaciones han conservado el interés, pero también es necesario que el Estado haga un esfuerzo por conservar la memoria histórica".
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