Maitreya el próximo buda
En el libro canónico Chakkavatti-Sîhanada Sutta del Digha-Nikaya, el Buda les cuenta a algunos de sus seguidores en Magadha acerca de Metteyya, “el amistoso”, el que llegará a ser un buda. (“Metteyya” es la forma en pali del sánscrito “Maitreya”)
Profecía del Buda sobre Maitreya
“En la época de la gente que tendrá una longevidad de 80 mil años surgirá en el mundo un hombre bendito, un arahat, un buda totalmente iluminado de nombre Metteyya, dotado de sabiduría y conducción, un bienhechor, conocedor de los mundos, incomparable adiestrador de los hombres que deben ser domados, maestro de dioses y humanos, iluminado y bendito, tal como ahora soy yo. Él sabrá todo perfectamente, gracias a su conocimiento supremo y lo proclamará a este universo, con sus devas, maras y brahmas, sus ascetas y brahmines y esa generación con sus príncipes y su gente, tal como ahora lo hago yo. Él enseñará el Dhamma, apreciable en su comienzo, apreciable en la mitad y apreciable en su final, en el espíritu y en la letra y proclamará, como yo lo hago ahora, la vida noble en su plenitud y pureza. Le asistirá una compañía de miles de monjes, así como ahora a mí me asisten cientos... “Discourses of the Buddha"
De acuerdo con la tradición budista, en la actualidad Maitreya reside en el Tushita Devaloka, el “cielo de los contentos”, que es la morada de todos los bodhisatvas que aguardan el momento más adecuado para su último renacimiento, cuando habrán de cortar por fin los lazos de la avidez y alcanzarán la budeidad.
Maitreya es el único bodhisattva que coinciden en aceptar como tal las tradiciones theravada y mahayana del budismo. No es raro que los theravadines rueguen renacer cuando él aparezca y volverse monjes entonces, para tener la oportunidad de llegar a la iluminación bajo su tutela, mientras que en el mahayana se suele considerar que la llegada de Maitreya antecederá a una especie de milenio budista en el que no prevalecerá nada mas que los medios hábiles para alcanzar la iluminación. Por ejemplo, en el texto canónico Maitreyavyakarana, “la profecía con respecto a Maitreya”, Sariputra le pide al Buda Shakyamuni que le cuente a los allí reunidos sobre el buda que ha de venir.
El Buda le responde:
El mundo al que llegará Maitreya
En esa época, el océano perderá gran cantidad de agua y habrá mucha menos de ella que ahora. Como consecuencia, un gobernador del mundo no tendrá ningún problema para atravesarlo. La India, esta isla de Yambu, será una planicie por todas partes, medirá diez mil leguas y todos los hombres tendrán el privilegio de vivir en ella. Tendrá una cantidad innumerable de habitantes, que no cometerán crímenes ni malos actos, sino que se deleitarán en hacer el bien. El suelo ya no tendrá espinas, será parejo y estará cubierto por una capa de pasto fresco y verde. Cuando alguien salte sobre él, cederá y se volverá suave como las hojas del algodonero. Tendrá un aroma delicioso y crecerá de él un exquisito arroz, sin necesidad de trabajarlo. De los árboles caerán ricas sedas y otras telas de múltiples colores. Los árboles tendrán hojas, flores y frutas, todo al mismo tiempo. Serán tan altos como puede llegar a sonar la voz y durarán ocho miríadas de años. Entonces, los seres humanos no tendrán defectos, desconocerán las faltas morales y gozarán de entusiasmo y alegría. Sus cuerpos serán muy grandes y su piel tendrá un bello color...
La ciudad de Ketumati, para entonces, será la capital. En ella vivirá el gobernador del mundo, de nombre Shankha, quien regirá sobre la tierra hasta los confines del océano. Él hará que prevalezca el Dharma. Será un gran héroe y ascenderá a ese grado por el poder que le conferirán cientos de obras meritorias.
La vida de Maitreya de acuerdo con el Buda
Como para entonces el mundo se habrá hecho receptivo a su enseñanza, Maitreya dejará el cielo Tushita y asumirá su último renacimiento.
Tan pronto como nazca, caminará siete pasos hacia el frente y donde ponga el pie brotará una joya o una flor de loto. Alzará la mirada hacia las diez direcciones y dirá: “Este es mi último nacimiento. Después, no habrá más renacimiento. ¡Nunca volveré a este lugar sino que, totalmente puro, alcanzaré el nirvana!”.
A medida que Maitreya crezca, el Dharma se irá posesionando más y más de él y observará que todos los seres vivos están atados al sufrimiento. Él tendrá una voz celestial que llegará lejos. Su piel tendrá una tonalidad dorada. Su cuerpo irradiará un gran esplendor... y llegará a la iluminación en el mismo día en que se adentre en la vida del que no tiene hogar.
Entonces, ya un sabio supremo, con perfecta voz predicará el verdadero Dharma... Bajo la guía de Maitreya, cientos de miles de seres vivos abrazarán la vida espiritual.
En ese momento, Shakra, rey de los dioses, volteó a ver al Buda Shakyamuni y lo elogió. “Gracias a la enseñanza de Maitreya”, proclamó, “los dioses, los hombres y otros seres abandonarán sus dudas y su avidez cesará”.
“Libres de toda miseria conseguirán cruzar el océano del devenir y, como resultado de las enseñanzas de Maitreya, llevarán una noble vida. Ya no pensarán que algo es de su propiedad. ¡No tendrán posesiones, ni oro ni plata, ni hogar, ni parientes! En cambio, bajo la guía de Maitreya, llevarán una vida noble de castidad. Rasgarán la red de las pasiones, sentirán arrobamiento y tendrán abundancia de alegría y felicidad, ya que su vida será de nobleza bajo la guía de Maitreya.
“Durante 60 mil años, Maitreya, el mejor de los hombres, predicará el verdadero Dharma, que es la compasión hacia todos los seres vivos y cuando haya disciplinado en su verdadero Dharma a cientos y cientos de millones de seres vivos, por fin ese líder entrará en el nirvana. Después que el gran sabio entre en el nirvana, su Dharma verdadero perdurará por mil años más.
Thuk Je Che Tibet
En el libro canónico Chakkavatti-Sîhanada Sutta del Digha-Nikaya, el Buda les cuenta a algunos de sus seguidores en Magadha acerca de Metteyya, “el amistoso”, el que llegará a ser un buda. (“Metteyya” es la forma en pali del sánscrito “Maitreya”)
Profecía del Buda sobre Maitreya
“En la época de la gente que tendrá una longevidad de 80 mil años surgirá en el mundo un hombre bendito, un arahat, un buda totalmente iluminado de nombre Metteyya, dotado de sabiduría y conducción, un bienhechor, conocedor de los mundos, incomparable adiestrador de los hombres que deben ser domados, maestro de dioses y humanos, iluminado y bendito, tal como ahora soy yo. Él sabrá todo perfectamente, gracias a su conocimiento supremo y lo proclamará a este universo, con sus devas, maras y brahmas, sus ascetas y brahmines y esa generación con sus príncipes y su gente, tal como ahora lo hago yo. Él enseñará el Dhamma, apreciable en su comienzo, apreciable en la mitad y apreciable en su final, en el espíritu y en la letra y proclamará, como yo lo hago ahora, la vida noble en su plenitud y pureza. Le asistirá una compañía de miles de monjes, así como ahora a mí me asisten cientos... “Discourses of the Buddha"
De acuerdo con la tradición budista, en la actualidad Maitreya reside en el Tushita Devaloka, el “cielo de los contentos”, que es la morada de todos los bodhisatvas que aguardan el momento más adecuado para su último renacimiento, cuando habrán de cortar por fin los lazos de la avidez y alcanzarán la budeidad.
Maitreya es el único bodhisattva que coinciden en aceptar como tal las tradiciones theravada y mahayana del budismo. No es raro que los theravadines rueguen renacer cuando él aparezca y volverse monjes entonces, para tener la oportunidad de llegar a la iluminación bajo su tutela, mientras que en el mahayana se suele considerar que la llegada de Maitreya antecederá a una especie de milenio budista en el que no prevalecerá nada mas que los medios hábiles para alcanzar la iluminación. Por ejemplo, en el texto canónico Maitreyavyakarana, “la profecía con respecto a Maitreya”, Sariputra le pide al Buda Shakyamuni que le cuente a los allí reunidos sobre el buda que ha de venir.
El Buda le responde:
El mundo al que llegará Maitreya
En esa época, el océano perderá gran cantidad de agua y habrá mucha menos de ella que ahora. Como consecuencia, un gobernador del mundo no tendrá ningún problema para atravesarlo. La India, esta isla de Yambu, será una planicie por todas partes, medirá diez mil leguas y todos los hombres tendrán el privilegio de vivir en ella. Tendrá una cantidad innumerable de habitantes, que no cometerán crímenes ni malos actos, sino que se deleitarán en hacer el bien. El suelo ya no tendrá espinas, será parejo y estará cubierto por una capa de pasto fresco y verde. Cuando alguien salte sobre él, cederá y se volverá suave como las hojas del algodonero. Tendrá un aroma delicioso y crecerá de él un exquisito arroz, sin necesidad de trabajarlo. De los árboles caerán ricas sedas y otras telas de múltiples colores. Los árboles tendrán hojas, flores y frutas, todo al mismo tiempo. Serán tan altos como puede llegar a sonar la voz y durarán ocho miríadas de años. Entonces, los seres humanos no tendrán defectos, desconocerán las faltas morales y gozarán de entusiasmo y alegría. Sus cuerpos serán muy grandes y su piel tendrá un bello color...
La ciudad de Ketumati, para entonces, será la capital. En ella vivirá el gobernador del mundo, de nombre Shankha, quien regirá sobre la tierra hasta los confines del océano. Él hará que prevalezca el Dharma. Será un gran héroe y ascenderá a ese grado por el poder que le conferirán cientos de obras meritorias.
La vida de Maitreya de acuerdo con el Buda
Como para entonces el mundo se habrá hecho receptivo a su enseñanza, Maitreya dejará el cielo Tushita y asumirá su último renacimiento.
Tan pronto como nazca, caminará siete pasos hacia el frente y donde ponga el pie brotará una joya o una flor de loto. Alzará la mirada hacia las diez direcciones y dirá: “Este es mi último nacimiento. Después, no habrá más renacimiento. ¡Nunca volveré a este lugar sino que, totalmente puro, alcanzaré el nirvana!”.
A medida que Maitreya crezca, el Dharma se irá posesionando más y más de él y observará que todos los seres vivos están atados al sufrimiento. Él tendrá una voz celestial que llegará lejos. Su piel tendrá una tonalidad dorada. Su cuerpo irradiará un gran esplendor... y llegará a la iluminación en el mismo día en que se adentre en la vida del que no tiene hogar.
Entonces, ya un sabio supremo, con perfecta voz predicará el verdadero Dharma... Bajo la guía de Maitreya, cientos de miles de seres vivos abrazarán la vida espiritual.
En ese momento, Shakra, rey de los dioses, volteó a ver al Buda Shakyamuni y lo elogió. “Gracias a la enseñanza de Maitreya”, proclamó, “los dioses, los hombres y otros seres abandonarán sus dudas y su avidez cesará”.
“Libres de toda miseria conseguirán cruzar el océano del devenir y, como resultado de las enseñanzas de Maitreya, llevarán una noble vida. Ya no pensarán que algo es de su propiedad. ¡No tendrán posesiones, ni oro ni plata, ni hogar, ni parientes! En cambio, bajo la guía de Maitreya, llevarán una vida noble de castidad. Rasgarán la red de las pasiones, sentirán arrobamiento y tendrán abundancia de alegría y felicidad, ya que su vida será de nobleza bajo la guía de Maitreya.
“Durante 60 mil años, Maitreya, el mejor de los hombres, predicará el verdadero Dharma, que es la compasión hacia todos los seres vivos y cuando haya disciplinado en su verdadero Dharma a cientos y cientos de millones de seres vivos, por fin ese líder entrará en el nirvana. Después que el gran sabio entre en el nirvana, su Dharma verdadero perdurará por mil años más.
Thuk Je Che Tibet
No hay comentarios:
Publicar un comentario