Inventos y estafas
La crónica del estafador que engañó a Franco contada por Ignacio Martínez de Pisón es un estupendo relato tan cambiante como la realidad y la historia narrada
En 2005, Ignacio Martínez de Pisón nos cautivó con su ensayo indagatorioEnterrar a los muertos sobre el caso de José Robles, víctima de la persecución de los servicios secretos soviéticos durante la Guerra Civil. Y ahora, el autor nos divierte con la historia de Albert von Filek, un químico austriaco cuya carta de presentación en la España de 1931 fue la invención de un combustible sintético, la filekina, supuestamente obtenida a partir de la mezcla de las aguas del río Jarama con diversos extractos vegetales.
Desde los oscuros orígenes del personaje y la construcción de una genealogía noble a la forja de un estafador de medio pelo, las pesquisas del autor nos conducen por territorios más bien cómicos —que a ratos bordean lo grotesco— hasta el momento en que la historia emprende una deriva trágica con el estallido de la guerra. Entonces, las peripecias de Filek quieren los tintes de aquella hora de España. El periplo del protagonista por las cárceles republicanas dibuja el mapa del desorden inicial y a la vez permite trazar una crónica de la supervivencia, más debida al azar que al ingenio, dado que la impostura del inventor presentaba todos los rasgos para convertirlo en un espía.
Al final de la contienda, con la victoria de las tropas nacionales, Filek, que a fin de cuentas había sufrido martirio por su fidelidad a la Cruzada, tuvo una ocasión magnífica para acceder a las más altas instancias y ofrecer su maravillosa fórmula a los jerarcas del Régimen. En un “ambiente general de chapuza e incompetencia”, esta parte de la historia cobra un aire bufo, dado que Filek logró la aceptación de su propuesta y la acelerada disposición de cuanto contribuyese a su puesta en marcha, que incluía el decreto de expropiación de terrenos para construir el complejo donde fabricarla, por ejemplo. Hasta que la verdadera industria —Campsa y Cepsa— entró en acción.
Sobreviene entonces la caída del héroe, que se libra de ir a juicio “gracias a una colosal concatenación de chapuzas gubernamentales”, dado que en la operación estaban implicadas personalidades relevantes y lo aconsejable era echar tierra sobre el asunto. Lo que no lo libró de recorrer de nuevo cárceles y campos de trabajo, hasta su repatriación en 1946. La crónica del estafador que engañó a Franco contada por Pisón es un estupendo relato tan cambiante como la realidad y la historia en que se enmarcan los sucesos que la jalonan.
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Autor: Ignacio Martínez de Pisón .
Editorial: Seix Barral (2018).
Formato: tapa blanda (288 páginas)
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