miércoles, 30 de enero de 2019

Dejar de ser joven | Babelia | EL PAÍS

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Dejar de ser joven

Antonio Jiménez Millán rinde cuentas emocionales con la memoria más personal en un auténtico tratado de la sentimentalidad evocada

Portada de 'Biología, Historia'.
Portada de 'Biología, Historia'.
A punto de concluir la segunda década del siglo, los poetas que iniciaron su obra en los años ochenta han alcanzado la condición de “mayores” en toda la extensión y profundidad del término. Están en esa etapa de la vida en la que casi todo es memoria, en la que se cumple la recapitulación y ronda el vértigo. Antonio Jiménez Millán(Granada, 1954), que rindió cuentas emocionales con la vertiente más colectiva de su pasado en Clandestinidad (2011), lo hace ahora con la memoria más personal en Biología, historia, un auténtico tratado de la sentimentalidad evocada.
Lo íntimo y más personal, las emociones vincu­ladas al aprendizaje y los nombres grabados a fuego (amigos y referentes culturales) se hacen presentes en el libro, levantando así un universo que recobra las habitaciones de una realidad vivida y, en gran parte, imaginada. Si el volumen se inicia con la evocación del escaparate de una tienda de instrumentos musicales (y partituras) en la Granada de los sesenta, concluye con un largo poema de homenaje a Juan Carlos Rodríguez, uno de los mitos de la ciudad y de su cultura en los años de la Transición.
En medio, múltiples habitaciones y ventanas y pequeños homenajes (Gil de Biedma, Gabriel Ferrater, Antonio Machado, Miguel Hernández, Claudio Guerín…) que conviven con los lugares y las lecturas y las músicas, con los estados de ánimo y con las sombras del pasado, hasta mostrar la culminación de una estética entre el realismo y la meditación y dibujar los límites de una mirada. Si antes ésta se nutría de entusiasmos y sueños, ahora es la mirada del escepticismo tamizado por la ternura y por la compasión hacia un mundo, si no muerto, sí gravemente herido: “No era posible / anticiparse a esta soledad, / saber que llegaría el hundimiento / de tantas ilusiones colectivas”.
Los jóvenes de la Transición ha tiempo que dejaron de ser jóvenes: la esencia de ese proceso sólo es posible transmitirla y compartirla, en toda su hondura y con un sentido pleno, en la poesía. En tiempos de redes y mundos virtuales, reencontrarse con lo más profundo de la experiencia y de la memoria es saludable y clarificador. Es decir: necesario.
Biología, historia. Antonio Jiménez Millán. Visor, 2018. 210 páginas. 20 euros.

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