lunes, 28 de enero de 2019

El arte y la vida van de la mano en la calle Yulin - ConfucioMag

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Calle Yulin de Chengdu



El arte y la vida van de la mano en la calle Yulin

La calle Yulin de Chengdú ha sido descrita como un lugar comparable “al SoHo de Nueva York”. Centro de reunión de la cultura local, los apasionados del arte y un paraíso para quienes buscan disfrutar del placer de la gastronomía y la vida nocturna. 

Reportaje de
Chen Xinhao
陈心浩
“Camina conmigo por las calles de Chengdú, no nos detendremos ni siquiera cuando todas sus luces se apaguen, tú podrás agarrarme del brazo y yo, mientras, me guardaré las manos en los bolsillos, lleguemos hasta el final de la calle Yulin, pasemos por la puerta de la “Pequeña taberna”. Siempre nos separamos en septiembre y, entonces, el recuerdo se convierte en nostalgia, las verdes hojas de los sauces llorones besan mi frente a finales de otoño, en esta pequeña ciudad lluviosa, nunca me he olvidado de ti, lo único que no puedo llevarme de Chengdú eres tú.”
Calle Yulin de Chengdu
Calles de Yulin
Esta es una canción muy apreciada por los jóvenes amantes del arte. Su nombre es Chengdú y es de Zhao Lei, un intérprete de música folklórica, cuyos inicios artísticos estuvieron marcados por sus conciertos en una pequeña taberna de la calle Yulin. En poco tiempo, cantante y canción emprendieron juntos el camino de la fama, hasta llegar a gozar de tal popularidad que la calle de la que versa la pieza musical pasó a ser una atracción obligatoria para muchos turistas que visitan Chengdú. Descrita por el poeta local Zhai Yongming  como “la orilla izquierda de París” y de la que el arquitecto Liu Jiakun afirmó que “es un lugar comparable con el SoHo de Nueva York”, la calle Yulin representa un lugar sagrado para los apasionados del arte y un paraíso para quienes buscan disfrutar del placer de la gastronomía. Así pues, posee un cautivador encanto capaz de embelesar a los hombres y mujeres que callejean entre sus edificios por las noches y, además de todo ello, conforma una especie de hábitat natural para el arte moderno y sus creadores.
Calle Yulin de Chengdu
El cantante Zhao Lei.
Estrictamente hablando, en Chengdú no existe ninguna calle llamada Yulin. Si se le pregunta a un vecino por dicha calle, este le responderá que el lugar que busca se denomina, realmente, Yulin Xi, es decir, Yulin oeste. Pero, dado que hay una calle Yulin Xi, como contraparte también existen las de Yulin Dong (este), Yulin Zhong (centro), Yulin Nan (sur) y Yulin Bei (norte). Todo este entramado de calles constituye una comunidad o shequ a la que todos conocen simplemente como Yulin.
Calle Yulin de Chengdu
Instantáneas de la vida diaria en la calle Yulin.
Ubicada en el sur de la ciudad, esta comunidad urbana comenzó a cimentarse en las décadas de 1980 y 1990, coincidiendo con el vertiginoso despegue económico experimentado por China en aquella época. Hasta entonces tan solo había sido un pequeño pueblo, pero pronto fue testigo de cómo sus tierras de cultivo desaparecían para dejar paso a calles llanas y rectas y a todo tipo de flamantes edificios. Poco a poco, comenzó a asentarse en la comunidad un denso ambiente marcado por la modernidad y, con él, fue germinando una gran variedad de tiendas y áreas comerciales.
Calle Yulin de Chengdu
Puesto de venta de comida.
Vista desde fuera no tenía nada de especial, pues tan solo era un área compuesta por calles y edificios, como cualquier otro territorio de la ciudad. Sin embargo, en su parte más oriental, alrededor de los cuales se reunían multitud de jóvenes en busca de las últimas tendencias. Para ellos, Yulin representaba el estilo occidental. Hoy en día, la zona está abarrotada de bares, cafés, restaurantes y pequeñas tiendas de especialidades. La calle de la que habla la canción concentra una ingente cantidad de lugares en los que se reúnen personajes relacionados con la poesía, el cine, las bellas artes, la música, la arquitectura y otros ámbitos artísticos. Yulin no es, en definitiva, una simple área residencial sino que, sobre todo, es el centro de la moda, el arte y el ocio por excelencia de Chengdú. Se trata de un lugar que proporciona a sus ciudadanos la posibilidad de disfrutar de unas muy buenas condiciones de vida y, a la vez, ofrece a todo tipo de artistas una inagotable fuente de inspiración y creatividad.
Calle Yulin de Chengdu
Instantáneas de la vida diaria en la calle Yulin.
Yulin es un lugar que posee todo aquello que una persona necesita en su vida. Quien camina por sus calles y alza la mirada al cielo se sorprende por la inexistencia de edificios de gran altura, pues los inmuebles más altos de la zona apenas alcanzan las 8 o 9 plantas, lo cual permite vislumbrar la exuberante vegetación que da forma a los frondosos jardines artificiales situados en sus techos. Pero, tras bajar la vista, puede volver a percatarse de que toda la zona destila un entorno urbano normal y corriente. Sus mercados, grandes almacenes, fruterías, carnicerías, puestos de arroz y cereales, pequeñas tiendas de aceite de sésamo y puestos de comida se apiñan uno al lado de otro en hilera a ambos lados de las calles resonando en ellas de una manera continua el griterío del regateo de la gente. En su gastronomía se pueden encontrar platos tan característicos como hot pot (huoguo),  pinchos de carne asada,  conejo picante, barbacoa y pollo picante entre otras exquisiteces. Chengdú siempre deja en sus visitantes el sentimiento de que si pudieran comerían mucho más. Por supuesto, en Yulin no solo destacan los restaurantes, pues también son dignos de mención su escuela secundaria, entre cuyas paredes aún vive el recuerdo de la infinidad de jóvenes estudiantes que han pasado por sus aulas, y los jardines en los que los ancianos juegan al ajedrez chino y disfrutan del aire fresco. Yulin ofrece todo aquello que una persona necesita para pasar su vida, desde la infancia hasta la vejez, sin tener que desplazarse a ningún otro lugar.
Calle Yulin de Chengdu
Interior de la “Pequeña taberna”.
Aunque pueda resultar extraño, la vida y el arte conviven en perfecta armonía y una buena muestra es el barrio Shaziyan que, desde los años 90, es hogar de multitud de jóvenes artistas, estudios y talleres artesanales. Se trata de una zona en la que, incluso los bares en apariencia corrientes, pueden esconder un encanto excepcional. La letra de la canción con la que se inicia este artículo citaba a una pequeña taberna. Con ello, su autor no estaba haciendo referencia a una general sino a una cantina específica cuyo nombre en chino, Xiaojiuguan, se traduce literalmente como “Pequeña taberna”. Su propietaria, Tang Lei, la fundó en 1997 gracias al apoyo de varios artistas. Así pues, fue el artista Shen Xiaotong quien le puso nombre, el pintor Zhang Xiaogang quien realizó la inversión necesaria para su apertura, el polifacético creador Qiu Anxiong quien dio forma al logo que decora su puerta; y el arquitecto Liu Jiakun el responsable del diseño de su interior. Entre todos lograron crear un local cuya ilustre clientela está formada por famosos personajes del mundo artístico chino como He Duoling, Li Xianting, Ye Yongqing, Zhou Chunya o Fang Lijun, entre otros. De la misma forma, es también sumamente famoso el bar Baiye (“Noche blanca”), fundado por el poeta Zhai Yongming. Ambos establecimientos acogen importantes eventos culturales de la ciudad de Chengdú.
Calle Yulin de Chengdu
Instantáneas de la vida diaria en la calle Yulin.
Con su melodía el cantautor expresa su deseo de “caminar hasta el final de la calle Yulin”. Sin embargo, es muy posible que quienes allí habitan no quieran alcanzar dicho final. Para no tener que separarse de ella jamás, sus residentes preferirían que fuera eterna, como así lo son el arte y la vida.

Revista Instituto Confucio 51
pdfPublicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 51. Volumen VI. Noviembre de 2018.
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