el mundo de las ideas desbordaba de capacidades,
las energías acumuladas emitían corrientes de magnetismo,
conteniendo fuerzas, alegrías, tristezas, miedos, esperanzas, silencios, estruendos, voluntades, esfuerzos, ganas, inercias, cinetismos, dinámicas...
todo estaba allí, en el ir y venir, tribulando aires,
pateando átomos, soplando moléculas, buscando almas, observando espíritus,
corazones latiendo, neuronas inquietas, sangre corriendo...
y ya repleto de sensaciones...
me dejé caer fluyendo en una explosión de caos conducido,
encontré el suelo y me dejé ir, siguiendo la intuición de la fuerza intangible,
por un segundo fui luz, idea, voluntad, todo...
y en un destello de fuerza, me transformé en nada,
para dejar plasmado el temor de la capacidad expresada,
las venas se licuaron en el aire y la sangre apenas fue tiempo,
instante de eternidad que se perdió en el cielo,
dejando azufre, ozono, y motivaciones con forma de lluvia,
diseminadas al viento, para bañar las almas, para recrear hilos de destinos transformados, justamente, en rayos de tiempos.
el dispensador: fluyendo luces y voluntades incontenibles. Mayo 28, 2009.-
DEDICADO A: los que guardan en su alma racimos de energía...
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