en el sueño profundo me acerqué a la ventana...
esperaba ver el Sol bañando con sus rayos el pico más alto,
sus pasteles extraños se plasmaron en la cima,
avisando que una vez más llegaba para ser admirado,
para ser adorado...
ya despierto, me acerqué a la ventana... del otro lado había vida,
el SOL estaba como cada amanecer,
sin dejarse ver enseñaba su alcance, su poder, su fulgor,
recordándole al hombre que allí estará cuando quien ve, ya no lo haga.
se sabe fuente de vida... a la distancia conduce sus fuerzas...
su entidad se distingue por un caos controlado,
caos que mora en su esencia...
ese que le permite ser amado, despreciado, negado, o aún evaluado.
puede que no lo veas...
puede que ni te acuerdes que existe...
puede que hasta no te importe...
sin embargo él estará siempre para iluminar tus mañanas,
calentar tus rutinas,
abrigar tus pesares,
ser testigo de tus tiempos,
acompañarte hasta tu destino,
ya que su viaje es eterno,
mientras que el tuyo es finito.
allí estará, para que tu descendencia le confiera valor...
el dispensador: mirando soles, desparramando sensaciones de luz. Mayo 26, 2009.-
DEDICADO A: los que oyen la música de las esferas al amanecer de cada día...
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