estuve aquí alguna vez...
recuerdo este lugar o quizás haber transitado la misma circunstancia...
ya he vivido esto...
imágenes ciertas que regresan a la mente,
a manera de recuerdos borrosos, inciertos...
la silla, el perfume, la espalda, la mirada, todo es indicio... incierto,
pero al mismo tiempo ciertos en la convicción de haber pasado por la misma situación,
con las mismas personas, de igual forma, pero en otro tiempo...
lo guardas en el silencio de la vergüenza íntima,
esa que te inhibe a compartir verdades extrañas
al inconsciente colectivo, pero que en el último recodo de tu alma reconoces como verdaderas, reales, entrañables, repetibles cíclicamente, induciendo el conocimiento que demanda la importancia del ciclo, de la espiral, del regreso a un mismo punto de la vida...
aparece la posibilidad de un sueño en vigilia,
simultaneidad de vivencias en dos mundos paralelos,
con las mismas personas, en diferentes tiempos... o quizás en el mismo.
sientes por un segundo, por un instante extenso y corto al mismo tiempo,
que un túnel te lleva del aquí hacia el allá y viceversa,
pero tu racionalidad te indica que no es posible...
que no puede ser, que no es factible...
sin embargo, el alma te indica que así ha sucedido y que has sido parte
de la concomitancia universal de las dimensiones paralelas...
has vivido dos veces la misma circunstancia...
debes descubrir el sentido de la gracia.
el dispensador: estirando cuerdas de espacios contiguos entre dimensiones distantes.
DEDICADO A: los que nacen dos veces y son conscientes de ello. 07 Mayo, 2009.-
MENSAJE A: los teorizadores de la "teoría de las cuerdas", sí, las cuerdas existen y son reales pero se explican en los indicios de la simultaneidad de la materia en dos dimensiones diferentes pero al mismo tiempo... lo cual permite (permitiría) pasar de una otra sin mediar la luz como vehículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario