domingo, 17 de mayo de 2009

EL OTRO LADO primera parte - hora novena - pasajes


EL OTRO LADO - primera parte
HORA NOVENA
PASAJES
COPYRIGHT by CERASALE©

Hemos retornado una vez más al inmenso capullo de luz donde el concierto de las innumerables entidades en oración, meditación y entrega mística, ha alcanzado un punto esencial donde el todo es uno. Estamos en una unidad que actúa como una fuente generadora del todo.
La energía que reside en dicho capullo es algo inconmensurable.
Es un torbellino armónico de sentimientos y sentires, de capacidades y dones, como si se tratase de la confluencia universal que crea.
De allí proviene la visión clara y suficiente de saber que la mochila que debe llenarse es la del alma.
No hay ropa.
No hay muebles.
No hay libros.
No hay trastos.
No hay cosas.
No hay medallas.
No hay fotografías.
No hay premios.
No hay títulos.
No hay dinero.
No hay más que piel y aire entre los dedos.
Nada, ni siquiera el cuerpo puede ser llevado. Ni la vida ser comprada. Ni los placeres, conservados.
Simplemente, un alma consigo misma. Con toda su soledad. Con todo su poder. Con toda su sapiencia o su instinto, o ambas cosas.

De allí proviene ese íntimo deseo de no haber vivido en vano. De no haber transcurrido por el simple hecho de "pasar".
Por ello, en este capullo de luz existe la plena conciencia del deseo primordial que hace que todo el universo, todo absolutamente todo, sea nada más que polvo, ese hálito de la nada, esa esencia primera y última de la nada de la que no debe quedar nada. Nada más que el polvo vívido en el recuerdo de haber estado, alguna vez, en plenitud. En Gracia plena. Transcurriendo la línea de las
sensaciones.
En el estado pleno de la vida nada nos ha pertenecido, nada nos pertenece, nada nos pertenecerá. Porque todo es patrimonio de la Divina Gracia y mora en cada rincón de este capullo original.
Durante la vida tenemos la oportunidad de ser mucho más que quienes somos. Tenemos la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos nuestra capacidad para:
Haber amado lugares.
Haber amado momentos.
Haber amado circunstancias.
Haber amado instantes.
Haber amado olores.
Haber amado sabores.
Haber amado segundos.
Haber amado algunas sensaciones.
Haber amado el suelo que hemos pisado.
Haber amado a las plantas que hemos tocado. Las que nos han rozado.
Haber amado a los otros seres animados con los cuales nos hemos cruzado.
Haber amado la vida en libertad.
Haber amado la vida salvaje.
En fin, haber amado la vida, habiendo sido dignos de ella.
Por ello también es necesario...
Haber tenido la suficiente capacidad para haber amado la muerte, sin desearla pero sin omitirla, porque sin ella no habría vida.
Haber tenido la suficiente capacidad para haber amado los sueños, asumiendo sus mensajes como dones que muchas veces pasan raudos, sin dejar huellas pero vaciando sus contenidos ricos en cada una de las almas.
Haber tenido la suficiente capacidad para haber amado los pensamientos, los propios y los ajenos, haciendo un culto de ello.
Aquí, incluido en la esencia de este capullo esencial se entiende por qué nacemos con el trauma de llegar, sin capacidad para darnos cuenta que estamos en la Tierra.
Aquí, queda claro por qué nos vamos con el trauma de irnos, sin capacidad de atarnos a la vida. No pudiendo llevarnos ni siquiera el aire que hemos respirado. No pudiendo acarrear nada de lo atesorado. Porque todo, simplemente todo es polvo, más allá de nosotros mismos y se corporiza únicamente ante nuestra presencia que se hace sagrada en cada vida.
Por ello no podemos y esa incapacidad, ésa, nos hace inmortales. Ésa nos hace ser "almas en proceso de transcurrir el tiempo destinado a lo humano".
Ese tiempo que no se puede tocar pero en el que dejamos huella mediante los recuerdos de otros.
Los recuerdos son el mejor elemento para sostener las imágenes que prodiga el tiempo de lo vivido.
Los sueños son el mejor elemento para poder proyectar nuestras vidas y sumarles las capacidades de otros tiempos vividos o respirados.
Aparentemente todo parece estar igual que antes, sin embargo se percibe que todo en el interior del capullo es diferente.
El compás del conjunto en rotación, vibración, traslación y zigzagueo ha permitido que todas estas almas, otrora diseminadas, se hayan consubstanciado hasta el punto de ser una sola. Pura. Genial. Íntegra. Universal.
El capullo de tan luminoso, de tan homogéneo no se puede ver. No con los ojos.
Un perfume desconocido envuelve el ambiente.
Trasciende el todo.
Han desaparecido las esferas. Se las puede sentir, pero no se las puede ver.
Todo está en una comunión mística que sostiene una energía coherente con algo que está más allá que lo une intangiblemente a un túnel etéreo por donde desciende la esencia superior.
Ya no se escucha oración alguna.
Las estrellas de David se han expandido simétricamente creando una sola, inmensa como el capullo, cerrándose todas por la unión de sus puntas hacia arriba y hacia abajo.
De toda esa energía coherente salen páginas enteras de ideogramas desconocidos. Parecen caracteres cuneiformes, pero se corporizan como las ideas, y alcanzo a entender que contienen aquello que hemos recibido a través de cada homilía. Es un mensaje eterno.
Allí es donde se recopilan las ideas de las almas en el tiempo. Pero en realidad
sé que es mucho más que eso.
En el medio de esta escena dantesca, donde el recinto ya no existe porque se ha transformado en una unidad de luz sumido por la oración armónica del conjunto de entidades, aparece un ángel azul violeta.
El ángel dice:
"...Habéis venido a escuchar un pensamiento cimentado en este lugar. Ya sois parte de la conciencia universal hecha luz. Aquí se da origen a las cosas. Aquí se da lugar al nacimiento de los tiempos, los espacios y las dimensiones. Aquí está el origen primordial y final de todo el transcurrir. Aquí, en nosotros, en esta inmensidad convertida en luz esencial mora el Espíritu Santo que es quien sostiene y contiene a la Divina Gracia y por ende a la divina trilogía. Aquí no hay cultos. Aquí no hay religiones. Aquí no hay nada más que la unidad de las almas en su conjunción indivisa y creadora".
"...Los mensajes que habéis recibido han sido colocados en doce libros que son las doce estrellas de David que componen el núcleo nuevo y eterno de la Alianza con el Espíritu Santo. Cada uno de dichos libros han sido sellados y serán entregados en custodia a cada uno de vosotros que ha transcurrido por las esferas".
"...Las esferas por donde habéis trascendido han contenido imágenes de una Tierra que habíamos creado pero que ya no existe. De una Tierra que fue consumida por la tribulación extrema de las almas humanas que en ella moraban, generando una paradoja del espacio y del tiempo que ha dejado a miles de millones de esencias en tribulación y confusión".
"...Quienes han transcurrido por las esferas tendrán ahora la oportunidad de llevar el mensaje de una nueva Alianza a dichas almas dándoles una nueva Tierra que deberá ser creada desde la nada. Serán llevados como rollos, al igual que lo fueron aquellos otros del Qumran, al igual que tantos otros lo fueron antes. Porque las almas van y vienen pero el espíritu universal, permanece".
"...Quienes han sido elegidos para transcurrir por las esferas deben saber que recibirán la gracia de nacer cincuenta y dos años antes de la gran tribulación que hemos recibido".
"...Nacerán antes porque nosotros somos el alfa y el omega de todo lo que existe y no debe haber almas perdidas. Serán enviados a través de los tiempos
y los espacios para llegar antes de la gran conflagración. La que ya se produjo.
La que ya tuvo lugar. La que hemos percibido. La que se ha hecho evidente. Pero Ustedes, almas mensajeras, deben llegar antes del fin del quinto Sol".
"...Nacidos tendrán capacidades especiales porque llevan el mensaje universal
de la Estrella de David que conforma el todo. Nacidos tendrán dones concedidos para transcurrir un tiempo humano en tribulación. Hemos elegido sus familias. Hemos elegido sus ascendencias. Todas serán nidos de tribulación porque a pesar de ser mensajeros de la Divina Gracia deben encontrar tierra fértil a sus capacidades no humanas".
"...Nacidos humanos, no lo serán. No podrán sentirse jamás como un humano. No, porque conllevan en su esencia una justicia que no es humana, una sabiduría que tampoco lo es y un amor que trasciende las puertas del universo que nos contiene".
"...Nacidos humanos no podrán abstraerse del sufrimiento que encontrarán a cada paso como consecuencia de estar arribando en la etapa final previa a la gran conflagración".
"...Nacidos humanos estarán exentos de sus sentimientos y sus miserias. Tendrán una gran capacidad para soportar el dolor humano pero deben saber que cada vez que decidan sellar una puerta, esa no volverá abrirse jamás. En lo que está escrito para sus vidas sólo hay un adelante. Por ello nunca habrá un atrás, jamás podrán voltear la mirada".
"...Nacidos humanos dejarán huella pero las suyas serán borradas para que vuestros tiempos no tengan oportunidad de estar en la historia. Porque es necesario que vuestras huellas los trasciendan y sean eternas para poder alcanzar esta nueva Tierra que pretendemos".
"...Nacidos humanos no tendrán oportunidad de conocerse porque lo que llevan en cada libro, sellado, es individual y una vez abierto se dispersará a los cuatro vientos para que pueda ser respirado por aquellos que han sido elegidos al fin necesario que pretendemos. No se verán en la vida pero vuestra presencia, cambiará, sin participación alguna directa los tiempos y las circunstancias. Porque eso es lo que llevarán en su esencia. Un don intangible que nos permita ajustar nuevos tiempos, nuevos espacios, y la conjunción de las dimensiones necesarias y genuinas a un nuevo humano".
"...Nacidos humanos tendrán capacidad para devolver la vida, pero sólo una vez, dos veces, tres veces. No más. Porque vuestros cursos serán acompañados por gentes que se verán en la confusión propia de la esencia humana ante vosotros".
"...Nacidos humanos tendrán capacidad para tomar aquello que llevan en su conciencia y deben tomar para crear una nueva Tierra. Para ello llevan consigo una esfera intacta, que es la esfera primordial desde donde la vida puede originarse".
"...Vuestras almas serán entonces las formadoras. Las creadoras permanecerán en nosotros que somos el alfa y el omega".
"...Que el espíritu del Universo, que el Espíritu Santo esté en vosotros. Trascenderéis la luz. Rechazareis las tinieblas. Pero este Santo Capullo ha provocado un pacto para que vuestra existencia sea respetada por los hijos de la luz y los hijos de la iniquidad. Podrás estar pero no podrás modificar las circunstancias por las que transitareis ya que vuestra misión es sólo abrir los libros y dejar que el espíritu que mora en ellos se disemine a los vientos para poder iniciar una nueva Tierra".
"...En su esencia sabrán qué deben hacer y cuándo y cómo y dónde. Porque así ha sido escrito".
"...Bienaventurados los espíritus simples porque ellos recibirán la idea que aquí flota por la eternidad y la llevarán a los cuatro vientos, impresa en sus sentimientos, en el afecto, que permanecerá en su sangre hasta la partida. Pero el mensaje que se irá de aquí con cada uno de vosotros permanecerá eterno en el nuevo espacio concedido".
"...Las obras, los doce libros, los doce rollos, contienen un mensaje y ese mensaje es parte de los doce ángulos del universo visible. Solo allí puede estar, pero esta vez lo haremos aire respirable".
Siento que éste es el fin de este camino.
Estamos cayendo cada uno de los doce por un tubo de luz.
Cada uno por uno distinto, pero todos se ven entrelazados.
Entiendo que esos tubos son las almas en conjunción esencial con la finalidad de darnos una vida.
Estamos en Gracia.
Ya no hay capullo. Ya no hay nada.
Aquellos que hemos visto. Aquello de lo que hemos participado. Aquello, ese acto de amor universal ha desaparecido. Se ha esfumado.
Así como así estamos fuera del capullo. Cayendo.
El que tenga oídos que oiga.
Las trompetas han vuelto a dejarse escuchar.
Estamos yendo hacia una matriz humana.
Estamos yendo a nacer.
Estamos en estado de gracia.
Las esferas están en nosotros.

Amén.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 - R.N.P.I.
Dirección Nacional del Derecho de Autor
Formulario Nº 72.880
Expediente Nº 290.662 / 17-11-2003
Formulario Nº 91.154
Expediente Nº 368.306 / 30-11-2004
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