te he visto alegre en las playas, siendo acariciada por la suave agua salada,
recorrida por caracolas, piedras extrañas y guardando secretos ancestrales,
de mares y costas...
te he visto contemplante entre las altas montañas, compartiendo aires,
conservando reflejos de cielos intensos, brillando nostalgias de historias pasadas,
bien escondidas, jamás enseñadas...
te he visto en desiertos extensos, ocultando secretos de otros hombres, otras vidas, distintos afanes, cuidando a viajeros o aislando a oportunistas o intrusos que pretendían hurgar tus entrañas de siglos y nadas...
permaneces quieta y apacible, modificando tus formas suaves a cada instante...
te sublevas, agitas e invades aquello que el hombre pretende como propio...
eres dueña del mundo, sin emitir una sola palabra...
te guardas al Sol, conservas la Luna o desapareces en profundidades nunca abordadas...
hoy, habiendo tenido la gracia de conocer tu secreto, tienes el poder de escurrirte entre mis manos, dejando apenas unos pocos granos para que admire tu genio, tu finura, tu sabiduría eterna que proviene del inicio, del pasado aquel, que transitaron aquellos que hoy perduran en libros de dogmas olvidados... pero que sabían de rocas, de arenas, de vientos, de esfuerzos nunca mitigados.
el dispensador: honor a la simetría del wadi. Mayo 12, 2009.-
DEDICADO A: los que se han quemado la planta de los pies en las arenas hirvientes.-
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