allí donde nunca pensarías estar,
allí donde jamás creerías nada encontrar,
justo allí, entre piedras y montañas,
brisas fuertes, eléctricos azules,
atorciopeladas laderas, praderas cercanas,
quizás puedas alcanzar la calma... justa para encontrarte con tu alma,
que reclama atención para que no desvíes tu mirada,
que no te pierdas en afanes pobres,
que no te desvaríes en esfuerzos vanos,
que no te ahogues en el llano... del virtualismo humano,
ese donde el hombre y su mano,
pierden sentido, sapiencia, destino...
creyendo que lo tangible, aquello que se acumula en bancos...
dineros, ahorros, títulos y resguardos,
es realmente útil para construir la vida...
corriendo tras una zanahoria
que siempre se ubica más lejos,
dejándote suficientemente exhausto como para no ver
que estás sometiéndote a tu propio holocausto,
dejando de lado cosas, que más allá de los dichos,
sí valen la pena,
como ayudar al otro, ser solidario,
aprender cosas útiles,
esas que verdaderamente sirven no sólo como alimento,
sino como nutrición del alma, de la neurona, del pensamiento...
justo allí está la capilla,
Dios está afuera, porque sabe del hombre,
pasa, toma asiento, vuelve con el pensamiento,
para encontrar de una vez por todas tu alma,
para regresar a la visión en calma...
el dispensador: ideas claras, pensamientos libres, almas genuinas. Julio 12, 2009.-
DEDICADO A: las alturas de Cachi... a Matías y a Daniela para que no pierdan el foco.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario