hoy, me sabrán perdonar,
sólo quiero recordar
a un amigo del alma...
que se fue sin calma,
en el Hospital Militar
allá por el año 69...
era muy joven él,
transparente y genuino,
hombre de miradas simples,
sincero, sencillo...
compartimos el abrazo,
tanto como el apretón de manos,
prometía mucho valor,
en cada una de sus presencias,
simples palabras profundas,
jamás un gesto de ausencia...
quiso el destino llevarlo,
después de un triste accidente,
que dejó al espíritu penando, hiriente,
con muy pocos años, envuelto en la bandera Argentina...
allá en el Colegio Militar.
Horacio José González se llamaba,
compartíamos ilusiones, esperanzas, ganas,
pero esencialmente voluntades,
esas que inundan la vida,
necesarias para la calma que demanda el alma,
en su tránsito por estos aires.
y así no más se fue,
aunque no debo olvidar,
que pocas horas antes de este mundo abandonar,
padeciendo una temible afección,
me miró con compasión,
y allí solos en la habitación,
me dijo con sus ojos...
"te dejo solo amigo y hermano"
"no puedo darte mi mano, te dejo mi compasión".
el dispensador: homenaje a un amigo del alma en el día del que hubiese sido su cumpleaños. Julio 14, 2009.-
DEDICADO A: sólo a él, donde quiera que estés...
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