sábado, 4 de julio de 2009

desensillar hasta que aclare...



atropellado por negligencias ajenas
y ahogado por responsabilidades propias,
usted me sabrá disculpar,
pero he decidido desensillar,
ya que necesito aclarar,
ya no sólo los propios pensamientos,
sino aquellos otros que me trae el viento,
envolviéndome en torbellinos de confusiones y desatinos...,
a sabiendas que además es necesario desensillar,
hasta que el clima se aquiete,
y la sensatez regrese
como las aves a sus nidos.
el caballo está tan espantado como yo,
porque cuando la confusión arrecia,
el peso aumenta y el tranco se hace lento,
tanto que falta el aire, se nublan los ojos,
zumban los oídos, pena el alma...
entonces, a sabiendas de la tribulación,
el espíritu amerita calma,
soltar la rienda para encaminar la mano,
pisar el suelo, bendecir el sueño,
y una vez más, preservar la calidad del alma,
porque el hombre se debe a su condición...
ya que en cada rincón de la vida no expresada,
seguro habrá una mirada que espera su comprensión.
el dispensador: la paz radica en el silencio de las miradas ciertas. Julio 04, 2009.-
DEDICADO A: los médicos que por estas horas no saben de sueños...

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