tenemos sed, tomamos agua...
pero desconocemos cómo se produce (crea).
necesitamos aire para respirar...
respiramos, pero desconocemos cómo se fabrica (crea) el aire.
nos debatimos entre el día y la noche...
pero no sabemos cómo manejar la energía que nos brinda el SOL.
necesitamos cimientos y apelamos a la roca...
pero no sabemos cómo se crea.
vivimos en un planeta donde TODO está servido...
pero transcurrimos los días violando todos los principios filosóficos de la vida a la que decimos respetar.
hablamos del frío y del calor...
pero no sabemos qué hacer cuando padecemos a ambos.
los girasoles contemplan nuestros desatinos tanto como nuestros desvaríos,
siguiendo el SOL en su tiempo y atendiendo silenciosamente a la realidad que nos trasciende y que no queremos aceptar, por soberbia.
admiramos los néctares, pero no sabemos cómo generarlos...
apreciamos las semillas, pero no sabemos cómo motivarlas...
creemos que todo es manipulable y no medimos las consecuencias de nuestras acciones...
hablamos del viento, pero desconocemos sus capacidades...
hablamos de los mares, pero negamos sus ciclos...
hablamos de ecología, pero el planeta se está diezmando...
los girasoles contemplan nuestras soberbias tanto como nuestros orgullos, siguiendo el SOL en su tiempo y atendiendo silenciosamente las brisas que nos trascienden.
deberíamos hablar menos...
no derrochar palabras innecesarias...
no pronunciar aquello que no debe serlo por valoración intrínseca...
y ser más observadores, atendiendo a aquello de que "la realidad enseña con sólo mirarla... con respeto y humildad".
será por aquello de que "lo esencial es invisible a los ojos"...
aunque parece que también lo es a las almas vacías.
el dispensador: mirasoles, girasoles. Septiembre 27, 2009.-
DEDICADO A: las culturas del silencio.
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