cuando se secan las palabras...
el alma se torna un páramo.
cuando se vacían los ojos...
el alma se desertifica.
cuando no se abren las manos...
la piel se transforma en un pergamino.
cuando no se escuchan los clamores del otro...
crece la soberbia.
cuando no se comparte el pan...
se desconocen los sabores.
cuando al espíritu se convierte en un desierto...
no sólo la vida lo será... también se replicará más allá de la muerte.
cuando no quieras que te impacte la desidia del otro...
cuando desees evitar ser golpeado por palabras que contienen odios...
cuando quieras alejarte de las envidias...
cuando entiendas que tus odios no deben escuchar aquello que oyes...
cuando te duela el alma...
sólo quítate el calzado, deja que la piel de tus plantas tome contacto con el suelo...
notarás que algo cambia en ti...
notaras que la insensatez regresa siempre a sus fuentes, a su fuente emisora.
el dispensador: recogiendo el sentido de las arenas. Octubre 22, 2009.-
DEDICADO A: los que gustan de andar descalzos.
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