martes, 25 de enero de 2011

Zeta Ophiuchi LA FUGITIVA - Una estrella se escapa de la constelación que ha cambiado el horóscopo - ABC.es

Ciencia
Una estrella se escapa de la constelación que ha cambiado el horóscopo
La enorme Zeta Ophiuchi ha sido expulsada tras la explosión de una supernova y viaja a 24 kilómetros por segundo
j. de jorge / madrid
Día 25/01/2011 - 13.05h


JPL
La estrella azul en el centro de la imagen es Zeta Ophiuchi, en su viaje a través de la constelación Ofiuco

El telescopio espacial WISE de la NASA ha descubierto una poderosa estrella, que tiene veinte veces la masa de nuestro Sol, tratando de escapar a toda velocidad a través del espacio. Se trata de la enorme Zeta Ophiuchi, que pertenece a la constelación de Ofiuco, la misma que hace pocos días llamaba la atención por haber introducido un nuevo signo zodiacal y haber cambiado el horóscopo tal y como lo conocíamos. Lo que ahora ocurre en esta constelación responde a algo mucho más real que una predicción del futuro basada en las estrellas, pero no por eso es menos emocionante.

¿Qué ha provocado la expulsión cósmica? Una relación fatal. En su día, la viajera gigante orbitaba alrededor de una estrella aún más grande. Pero este baile celestial resultó imposible. Cuando la más poderosa de las dos explotó en una supernova, Zeta Ophiuchi salió disparada a una velocidad de 54.000 millas por hora (24 kilómetros por segundo).

Como una bala

Viaja como una bala. En su vuelo fuera de control, la estrella parece arar el polvo espacial. Sus poderosos vientos empujan el gas y el polvo que encuentra en su camino, y han formado lo que se llama un arco de choque, tan brillante en luz infrarroja que la sonda de la NASA ha conseguido captarlo de una forma fantástica. El efecto es similar al que ocurre cuando un barco se mueve a gran velocidad, creando una ola en su proa. En la espectacular imagen, en la que la luz infrarroja ha sido cambiada por colores visibles para que podamos apreciarla con nuestros propios ojos, la estrella aparece como el punto azul en el interior del arco.

Esto es, de momento, lo más realista que puede decirse de Ofiuco. Lo del horóscopo ya es otra historia.
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el dispensador dice: adiós Zeta Ophiuchi. De pronto el cielo se llena de señales, signos de cambios intensos, profundos, que auguran nuevos tiempos de distintas realidades. El zodíaco se altera y debemos decir adios a nonino, aquel que nos ha acunado entre certidumbres y otras dudas. Se lleva las certidumbres y nos deja las dudas, esas que servirán de "x" a las nuevas ecuaciones que deberán descubrirse para el tránsito de un universo que ha decidido enseñar al ser humano que sus ciclos son inapelables, cumpliéndose tal han sido establecidos desde el comienzo de los tiempos, allá cuando el verbo dio sentido a los espacios y abrió los confines de la eternidad a dimensiones con entidad propia, colocando en ellas a las estirpes, inteligencias cuya misión esencial es reverenciar a la creación, cultivar la oración y crear a partir de la fuente de los designios, sus gracias, sus dones, sus talentos y los destinos inscriptos en la esfera. El hombre está atrapado en la telaraña de sus soberbias y no logra despegarse de sus necedades... pero por sí solas las circunstancias lo están conduciendo a su estado de espíritu, a efectos que descubra que su existencia, tal él mismo (hombre) la entiende, no es otra cosa que una gracia divina convertida en aliento temporal. Así como nadie puede escapar a su destino, del mismo modo no tienen lugar las fugas no escritas en el árbol de la vida, mucho menos cuando ocupan letra en el libro de la vida. Cuando liberas energía debes fijarte siempre qué te rodea, qué hay cerca y qué influencias producirá dicha liberación... si no tienes capacidad para entender el sentido de los orígenes, mucho menos podrás vislumbrar el sentido y destino de las energías... lo cual podrá molestar a alguien o atropellar a otro. De allí que tener mente y no ejercitarla, es demostrar desidia... En el cielo no se aceptan las ignorancias por conveniencia, ni tampoco tienen lugar los disimulos, por consiguiente no se admiten las segundas intenciones ni sus mentiras asociadas. En el cielo no hay espacio para reclamos ni demandas, y allí tampoco podrás justificar los contrasentidos de tus palabras convertidas en lanzas... El universo está cambiando su orden y la Tierra está incluida en él. Inexorablemente lo está, tanto como el hombre lo está... Enero 25, 2011.-

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