Ciencia
Las «buckybolas», posible origen de la vida, aparecen en abundancia en el espacio
Estas moléculas de carbono han sido descubiertas en zonas del espacio donde jamás se las hubiera imaginado
j. de jorge / madrid
Día 03/03/2011 - 14.38h
IAC.Recreación artística de las «buckybolas» alrededor de la estrella R Coronae Borealis rica en hidrógeno
El telescopio Spitzer de la NASA descubrió el pasado julio en una nebulosa planetaria unas extrañas bolas espaciales llamadas «buckybolas», unas moléculas de carbono con forma de balón de fútbol nunca antes vistas en el espacio y que algunos científicos creen que podrían haber llevado la vida a la Tierra. Poco después, los investigadores descubrieron que el hallazgo no era tan extraordinario, y que estas esferas se encontraban en distintas zonas de la Vía Láctea y cerca de otra galaxia cercana, lugares donde jamás se creía que podrían ser encontradas. Ahora, una nueva investigación viene a confirmar que las diminutas bolas son mucho más comunes en el espacio de lo que se creía. En efecto, no solo aparecen en raros ambientes pobres en hidrógeno, como se ha especulado durante décadas, sino también en los que son ricos en este elemento. El estudio aparece publicado en la revista Astrophysical Journal.
Las «buckybolas», también llamadas fullerenos, son moléculas que constan de 60 átomos de carbono unidos. Su nombre se debe a su parecido a las cúpulas geodésicas del arquitecto Buckminster Fuler, como las que se encuentran en la entrada del parque temático Epcot de Disney, en Orlando, Florida (EE.UU.). Fueron descubiertas por primera vez en un laboratorio hace 25 años y son muy comunes en el hollín de las velas y en las capas de rocas y meteoritos. El pasado julio se confirmó su existencia en el espacio.
Comunes y abundantes
Ahora, investigadores del Observatorio McDonald de la Universidad de Texas en Austin muestran que la presencia de estas diminutas esferas en el espacio es de lo más común. Los fullerenos «no solo aparecen en ambientes muy pobres en hidrógeno, como antes se pensaba, sino que también existen en ambientes muy ricos» en este elemento, explica David L. Lambert, responsable de la investigación. Hasta hace bien poco, se creía que el hidrógeno inhibía la formación de las «buckybolas», ya que contaminaría el carbono provocando que se formasen cadenas y otras estructuras en lugar de esferas. Sin embargo, el equipo encontró las esferas en dos estrellas de la constelación de Corona Boreal que contienen una gran cantidad de hidrógeno.
Este descubrimiento se une a otro realizado el pasado año por científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias, que localizaron las esferas alrededor de tres estrellas moribundas similares al Sol en nuestra Vía Láctea. Estas nebulosas también son ricas en hidrógeno. Juntos, estos resultados defienden que los fullerenos son mucho más abundantes de lo que se creía.
Estas observaciones son importantes, porque cambian nuestra comprensión de cómo se forman las «buckybolas». Los científicos creen que pueden actuar como «jaulas» para capturar a otros átomos y moléculas. Algunas teorías las apuntan como las responsables de haber llevado a la Tierra las sustancias que hacen posible la vida.
Las «buckybolas», posible origen de la vida, aparecen en abundancia en el espacio - ABC.es
el dispensador dice: los fullerenos o esencias de las ideas (que no es lo mismo que ideas esenciales) tienen órbitas asincrónicas que se atienen a una ley universal desconocida por el hombre. Se desplazan al modo de masas, pero en realidad cada idea tiene vida propia y el hecho de andar por el espacio al modo de un cardumen es parte de aquella ley. En este preciso momento un importante grupo de ellos (fullerenos) se está acercando vertiginosamente a la Tierra con una finalidad bien definida... preparar las mentes humanas para su condición de 4-Espíritu, consecuente con un SOL nuevo (sexto). Esta "invasión" se produce de manera cíclica, repitiéndose a intervalos medianamente regulares ya que depende de un modelo de maduración que se conduce con tiempos propios, esto es que prescinde de las concepciones humanas del tiempo y sí se atiene a mecanismos universales que los llevan (fullerenos) en un viaje por entre dimensiones contiguas y no tanto, utilizando siempre los vasos comunicantes de los "agujeros negros" para ir de un lado a otro sin gastar energías innecesarias, recreándose. Una de esas ideas navengantes de espacios lejanos lleva consigo la esencia de las gracias, la consiguiente de los dones y la consecuente de los talentos, no sólo humanos ya que se aplica a cualquiera de las formas de vida producidas desde el verbo causal en adelante. Se estima que los fullerenos llegarán a la Tierra en la noche oriental del 24 de junio de 2011, y como siempre lo hacen, envolverán la Tierra a modo de un enjambre, unirán sus oxhidrilos inestables y generarán una red inviolable tanto como indetectable a los sentimientos esteparios que residen en el ser humano, enseñándose a los sensibles de espíritu y mucho más a los humildes de alma... entonces los niños dirán haber visto a bolas luminosas hablarles con propiedad y razón, en vigilia o en sueños ya que ellos (fullerenos) dominan plenamente los planos de las consciencias. Luego de ello, el día 25 de junio de 2011 ya nada será igual, aún cuando lo parezca... al punto que al transitarse el día sin tiempo, el cambio se habrá cristalizado y ya nada será igual por los próximos 26 mil años humanos... que cada cual lo pinte del color que le guste. Marzo 03, 2011.-
Development research for future impact: Reflections from 2023 Robert S.
McNamara fellows Chiara Casanova December 20, 2024 This page in: English
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https://blogs.worldbank.org/en/developmenttalk/development-research-for-future-impact--reflections-from-2023-ro
Hace 52 minutos
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