el dispensador dice: las estrellas están presentes, observándonos en silencio... los ángeles custodios están presentes, aún no siendo visibles, observándonos en silencio... la consciencia, parte del Espíritu Santo, nos contempla en silencio... el aire nos envuelve en sus silencios, acariciándonos la vida o empujándonos hacia el despertar... los árboles nos rodean, nos costean, se intercalan en nuestro paso, agitándose en silencio... las arenas se arremolinan, se elevan y nos rozan sin expresar otra cosa que silencios... las rocas permanecen quietas, sin alterarse, pronunciando sus silencios ancestrales... el suelo que conserva nuestra huella permanece en silencio aún siendo pisado... nuestra sombra nos sigue en el más absoluto silencio... consistentemente la vida es una sinfonía de silencios que se armonizan o desafinan según nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestras conductas, nuestras actitudes... la reflexión acude a nosotros en silencio y se expresa como pensamiento, prescindente de toda palabra... así los sueños nos cobijan en silencios donde los diálogos pueden ser cortos o extensos, teniendo lugar sin que nada sea escuchado por nadie que no esté en él... muestras ilusiones nutren a nuestra alma en silencio... escribimos en el silencio de lápiz o en el apenas audible repiquetear de un teclado... el hombre se descubre a sí mismo mediante sus silencios, justo allí donde no caben mentiras ni engaños, excusas o saltos, donde la verdadera imagen, la íntima, no requiere de un espejo para reflejar lo que verdaderamente es. Somos silencios engendrados que transitamos una vida respirable donde los sonidos pretenden nuestra atención, para luego regresarnos al silencio de nosotros mismos, allí donde es necesario encontrarnos... y nos llevamos los genuinos silencios a cuestas, esperando revelarnos a la luz, que pronunciará su bienvenida en silencios propios de paraísos. Por ello, cuando al despetar se licúan las señales y los signos de los sueños, sus contenidos son guardados en silencio y luego, de no ser atendidos, son olvidados... en silencio. Marzo 24, 2011.-
"...si no encuentras tus silencios caminando bajo la lluvia, ella tampoco los atenderá y su bendición será equivalente a un silencio despreciado".
si Dios quiere, te escribiré el sábado 26 y si Dios no quiere que lo haga, será suficiente que sepas que estás en mi espíritu...
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