Seis consejos para estimular a los niños a través de la lectura
La interacción del adulto con el menor y la asociación del libro con un momento feliz convertirán a tu hijo en un lector ávido
Una familia ojea un libro en un puesto del centro de Barcelona. ALBERTO ESTÉVEZ EFE
Muchos adultos lectores definen a los libros como un escape, como una forma de vivir otras vidas o como una inyección a la creatividad. ¿Y si te dijera que también se puede ver al libro como una herramienta de estimulación para los más pequeños?
No hablamos sobre enseñar a un bebé a leer, tampoco hace falta que se lo exponga a libros complejos y largos. Al contrario, el secreto está en acercar a los pequeños desde temprano a libros que llamen su atención con muchos colores, formas y palabras simples. Que el adulto haga ver y sentir que el libro es un elemento de juego y de relación. La ganancia está en la interacción que el adulto tenga con el niño y de la asociación del libro con un momento feliz.
Cuando hablamos de interacción nos referimos a la respuesta del adulto, ya sea papá, mamá o el cuidador de turno, a la reacción de un niño. Es decir, el niño hace un ruido, balbucea, sonríe y el adulto responde a esto con frases, palabras de aliento, sonrisas o preguntas. Es este acto simple, uno de los secretos de que un niño crezca atento y seguro con los adultos de su entorno.
Muchas veces, las personas que interactúan con los niños, no saben cómo relacionarse con ellos, esos seres pequeños, llenos de energía y listos para aprender. Es ahí donde el libro es la herramienta más sencilla para acercar un relato, nuevas palabras y, más importante aún, un momento de diversión con historias fantásticas.
Muchas personas dirían que se puede decir lo mismo de las nuevas tecnologías, un dibujo animado en un smartphone, una tableta, incluso, la televisión. Estudios indican que la forma que las nuevas tecnologías beneficien a los niños es que sean consumidas en compañía de adultos para que esa interacción sea dada en diálogos. Cada escena puede iniciar una pregunta, una conversación sobre los personajes. Es por ello por lo que un libro puede llegar a estimular más la imaginación porque las posibilidades son infinitas. En un dibujo animado, el niño tiene la imagen y la historia ya construida con menor margen para imaginar.
Más allá de la ganancia emocional y de los lazos que se puedan crear a través de una lectura compartida, las interacciones también estimulan a los niños a aprender nuevas palabras y a alistarse para, cuando en años posteriores, entran en un centro infantil. Un estudio reciente indica que los niños que han escuchado más palabras desde temprano en la vida, tienen mejores resultados escolares.
Sí, un libro podría traducirse en todos esos beneficios para la vida de los pequeños y si todavía te intimida pensar en cómo usarlos, aquí hay seis formas fáciles de usar un libro para estimular a los niños.
- Elige libros que tengan relación con el entorno en el que vives, de esa forma, te será más fácil hablarles de lo que lees.
- Si eres una persona creativa e imaginativa, elije libros que tienen muchos dibujos y pocas palabras, de esa forma puedes contar historias diferentes en cada ocasión.
- Si eres de las personas menos creativas, elije libros clásicos y con una línea definida, eso dará estructura a tu narración y no significará un esfuerzo.
- Habla de cada imagen en la página, descríbela en detalle con la mayor cantidad de palabras posible, eso hará que el niño escuche y aprenda.
- Después de leer cada oración, haz preguntas a tus niños sobre lo que ven, lo que sienten y lo que opinan, esto desarrollará su comprensión lectora.
- Cuenta historias con las que el niño o la niña puedan identificarse, incluye detalles que ellos mismos están viviendo o haz comentarios asociados a su vida diaria.
Con estos consejos básicos, no solo criarás niños estimulados, sino ávidos lectores en potencia.
*Cecilia es consultora en el Departamento de Salud y Protección Social del Banco Interamericano de Desarrollo
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