
PETRA LA CIUDAD ETERNA EN JORDANIA (+videos)

TURISMO20 mayo, 2017
PETRA LA CIUDAD ETERNA EN JORDANIA (+videos)
La ciudad de Petra, en Jordania, a pesar de mantener oculta más del 75% de sus construcciones, ha conseguido despertar el entusiasmo de todo el mundo desde 1812, cuando Johann Ludwig Burckhardt la identificó como tal.
En el año 1985, la ciudad pasó a formar parte del patrimonio mundial de la UNESCO, y en 1993, Jordaniadelimitó una parte de la ciudad como parque nacional. Las numerosas excavaciones que se continúan en la actualidad están dejando al descubierto un grandioso entramado de canales, edificios civiles, tumbas, esculturas, cerámicas y documentos, que reflejan el esplendor que tuvo la ciudad antes de desaparecer hacia el siglo VII d.C.

La historia de Petra se remonta hasta el siglo III a.C. como capital de los nabateos que logró mantenerse, como tal, hasta el siglo I d.C. La ciudad formó parte del importante entramado de las rutas comerciales de las caravanas que transportaban incienso, metales preciosos, hierbas aromáticas y betún desde el Mar Mediterráneo, como ya dejara escrito el historiador griego Diodoro de Sicilia en el siglo I a.C. A pesar de los intentos que se vienen realizando, a través de las excavaciones arqueológicas, para desenmascarar la historia de este pueblo, todavía resulta imposible establecer un hilo conductor uniforme.

En el año 93 a.C. los ejércitos judíos de Alejandro Janneo fueron vencidos por los de Obodas I. Éste, que continuaba su expansión hacia Damasco, triunfó sobre el rey Filheleno e introdujo en su reinado la cultura helénica, la cual iba a marcar fuertemente el arte nabateo y sobre todo la arquitectura de Petra. Durante las guerras civiles romanas, los nabateos tomaron partido por Marco Antonio, lo que les obligó a ceder las zonas de Batanea y Tranconitida a Augusto.
A partir de entonces, y a pesar de la disminución de su extensión territorial, Petra, independiente, conoció su apogeo y se comenzaron a construir los primeros y magnos monumentos, bajo el esplendor del reinado de Aretas IV (9 a.C. – 40 d.C.), que no fue continuado por su sucesor Málicos II. A partir del año 70 d.C. se puede decir que la ciudad comenzó su declive y la desviación del comercio árabe por la vía del Mar Rojo asestó el golpe final a la economía nabatea.
En el año 106 d.C. fue conquistada por el legado sirio del emperador Trajano, convirtiéndola desde entonces en la capital de la provincia romana de Arabia Petraea.
La ciudad de Petra no se pudo concebir sin haber dominado, por parte de sus habitantes, el agua de la lluvia, el elemento más preciado del desierto que la rodea. Gracias a las recientes excavaciones, se ha logrado desenterrar el Siq, camino de acceso a Petra a modo de pasillo entre los riscos, y que la hacen invisible desde el exterior. Atravesándolo se llega a la ciudad, que deja oculto todo el sistema de abastecimiento de agua.
Su red hidráulica está formada por decenas de presas, que en épocas anteriores recibieron el frescor del agua, junto a numerosos diques, depósitos y otros tantos aljibes, abiertos en la roca compacta de tonalidades rosáceas. El sistema de conducción hidráulico queda asentado sobre una serie de canales muy pequeños que desplazan el agua hacia las zonas más bajas, desembocando en unos conductos de arenisca tallados con gran delicadeza.

Las viviendas en piedra se tallaron posteriormente, dejando, en un primer momento, una arquitectura tosca y poco trabajada, si se compara con las que aparecen a partir del siglo I d.C. durante el cual se tallaron varios templos en la roca, entre los que destaca el Qasr al Bint (Castillo de la hija del faraón), y que está dedicado sin duda a Du-l-Sara, principal dios de Petra.


El Tesoro (Al Khazneh). Descubierto en el año 1812 por Johann Ludwig Burckhardt, sin duda, es el más conocido por los turistas. El templo queda oculto por las altas rocas que a manera de pasillo van a desembocar en una pequeña plaza. Dentro de ésta se aprecia su fachada de clara influencia romana, con sus columnas y frontones helenizantes que se complementan con una serie de relieves desgastados por el agua, la lluvia y el sol. A pesar de haber sufrido numerosos terremotos, el tesoro mantiene erguidas sus formas geométricas rompiendo las sinuosas líneas de la arenisca roja.

Petra (en árabe, البتراء al-Batrā´) es un importante enclave arqueológico en Jordania, y la capital del antiguo reino nabateo. El nombre de Petra proviene del griego πέτρα que significa piedra, y su nombre es perfectamente idóneo; no se trata de una ciudad construida con piedra sino, literalmente, excavada y esculpida en la piedra.
La Voz del Árabe (LVÁ) – TURISMO – Cd. de México, mayo 20 del 2017
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