Wen Weng y la milenaria escuela Shishi
El gobernador Wen Weng creó en 141 a. C. la Academia de la Comandancia de Shu (Chengdú) empleando como profesores a los jóvenes más talentosos de la región a los que había enviado a formarse años antes con los eruditos de Sichuan. Convirtió así este territorio aislado de las regiones de la Llanura Central, en una de las mejor instruidas de la nación. En estos 2.000 años la escuela ha sido destruida en hasta tres ocasiones pero sigue permaneciendo en el mismo lugar en el que fue erigida.
La escuela de enseñanza secundaria Shishi de Chengdú, conocida por los habitantes de la ciudad como la “cuarta escuela secundaria”, tuvo como precursora a “Wen Weng Shishi”, fundada durante los últimos años de reinado del emperador Jingdi de la dinastía Han occidental. Es por sus más de 2.000 años de historia que se la considera la escuela estatal más antigua de China y una de las más longevas del mundo.
En los años de reinado del emperador Jingdi, es decir, entre los años 157 y 141 a. C., en plena dinastía Han occidental, Wen Weng (187-110 a. C.) fue nombrado gobernador de la comandancia de Shu, situada en la actual Chengdú. Por aquel entonces, su localización geográfica y su particular topografía mantenían al territorio aislado de las regiones de la Llanura Central, por lo que la influencia cultural recibida del centro era muy escasa y la zona contaba con unas costumbres folklóricas poco definidas y una sociedad escasamente avanzada en términos de educación y cultura.
Ante tales circunstancias, y con los objetivos de acabar con el aislamiento y fomentar la aparición de una férrea educación cultural, por el año 141 a. C. Wen Weng creó la Academia de la Comandancia de Shu. Para lograr el éxito en su proyecto, este seleccionó a los jóvenes con mejores aptitudes para el aprendizaje y más inteligentes de la región y se los llevó, junto con un conjunto de productos típicos de Sichuan, a la por entonces capital del imperio, Chang’an. Allí buscó a los eruditos que gozaban de una mayor fama en aquel momento para ofrecerles los productos traídos desde su región y pedirles que aceptaran a los jóvenes que llevaba consigo como aprendices. Cuando finalizaron su formación, estos volvieron a Chengdú con la responsabilidad de ser los primeros profesores a tiempo completo de dicha academia. Con ello, demostraron la eficacia del método de formación de profesionales promovido por el gobernador que, en aquella época, supuso algo totalmente insólito.
La escuela había sido construida con mármol blanco y granito y, por ello, sus estudiantes comenzaron a conocerla por el sobrenombre de “Wen Weng Shishi”, expresión cuyo significado literal es “sala de piedra de Wen Weng”. Al principio, la escuela contaba con pocos discípulos por lo que su fundador, para alentar a más alumnos a iniciar su formación y mejorar así el nivel educativo de los ciudadanos de la comandancia, fomentó la creación de todo tipo de recompensas e incentivos con los que atraer su atención. Por ejemplo, comenzó a conceder becas para reducir los impuestos de los estudiantes y distribuyó puestos de trabajo de la administración entre aquellos que afrontaban su aprendizaje con mayor esfuerzo. Además, cada vez que partía en una de sus inspecciones, se llevaba a algunos estudiantes consigo pues quería que estos observaran la vida cotidiana de los ciudadanos para asimilar y comprender mejor sus condiciones de vida.
Gracias a la perseverancia y al sacrificio de Wen Weng, el nivel educativo del distrito de Shu se incrementó de forma vertiginosa e, incluso, llegó a situarse en una categoría muy similar al de la comandancia de Qi (齐), por entonces el centro cultural más prominente de China. No en vano se extendió la costumbre de calificar a ambas zonas como las mejor instruidas de la nación. La labor de su fundador quedó inmortalizada en los grabados en piedra de la dinastía Han excavados en las últimas décadas en Chengdú. De hecho, uno de los más destacados es aquel conocido como las “Conferencias de Wen Weng”, que representa al fundador de la escuela dando un discurso a sus estudiantes. El éxito de la misma atrajo la atención del por entonces emperador de la dinastía Han, Liu Che, quien decretó que todas las regiones del país debían aprender de la experiencia de la ya ampliamente conocida academia e iniciar su propio camino hacia la fundación de las escuelas estatales que se convirtieron, muy pronto, en las responsables de una etapa de gran prosperidad en el desarrollo de la educación en China.
Wen Weng pasó a ser una figura muy respetada y apreciada por sus vecinos quienes, agradecidos por su contribución a la ciudad, llegaron incluso a erigir un templo ancestral en su nombre en el que, cada año, quemaban incienso para evocar su recuerdo. El respeto que sentían por el fundador de su escuela era tal que lo comparaban con Li Bing (302-235 a. C.) y su hijo, ambos ingenieros encargados de solucionar problemas relacionados con las inundaciones en el pasado, al afirmar que: “Li Bing mantuvo bajo control las inundaciones y Wen Weng culturizó a los Shu”. Así pues, el famoso historiador de la dinastía Han oriental, Ban Gu, también hizo referencia al reputado político en el Libro de Han argumentando que: “La cultura de la que goza hoy el estado de Shu es obra de Wen Weng”. La realidad es que en la escuela Shishi no solo se instruyó a funcionarios y trabajadores de gran talento para la corte imperial sino que se promovió la cultura del estudio y la erudición en las áreas circundantes de su territorio e, incluso, en todo el país.
Este año 2019 se cumplen 2.160 de la fundación de la escuela Wen Weng Shishi. En este largo tiempo se ha formado entre sus paredes a una ingente cantidad de sobresalientes discípulos, de entre los cuales podemos nombrar a numerosas figuras históricas de gran notoriedad, como Sima Xiangru, Yang Xiong, Guo Moruo, Li Yimeng, Zeng Qi, Zhou Taixuan y Wang Guangqi, entre otros. En tiempos de las Cinco Dinastías (907-960), Meng Chang, el emperador de Shu posterior, impulsó un proyecto de ocho años de duración consistente en la talla, en miles de fragmentos de piedra, de los Trece Clásicos, obra de referencia utilizada en la escuela Shishi en la enseñanza, con el objetivo de que los estudiantes de aquella época pudieran copiar y conservar su contenido. Afortunadamente, algunas de dichas placas de piedra han logrado sobrevivir al paso del tiempo y se siguen conservando, hoy en día, en museos.
La escuela Shishi ha padecido el caos de la guerra, el acoso del fuego, ha sido destruida en hasta tres ocasiones e, incluso, ha experimentado sucesivos cambios en su nombre. Sin embargo, sigue permaneciendo en el mismo lugar en el que fue erigida. En el año 1896, Zhang Zhidong (1837-1909), funcionario de finales de la dinastía Qing y por entonces gobernador de la provincia de Sichuan, en el año 1875 fundó la academia Zun Jing. Esta junto a Shishi fueron las precursoras de la Universidad de Sichuan. En la actualidad, al entrar en la escuela Shishi y alzar la mirada, es posible contemplar una placa conmemorativa dedicada a su fundador escrita por Jiang Youxian, gobernador de la provincia de Sichuan durante el periodo de reinado del emperador Jiaqing (1796-1820), en la dinastía Qing. La escuela, al igual que antaño, sigue instruyendo a sus jóvenes aprendices bajo las premisas del “patriotismo, puntualidad, rectitud y moral” pues su objetivo primordial, de la misma forma que ocurría hace siglos, sigue siendo formar a profesionales con un talento y unas virtudes sobresalientes.
El célebre literato de la dinastía Tang (618-907), Pei Xing, cuya fecha de nacimiento y muerte son desconocidas, describió la realidad de la escuela en uno de sus poemas más representativos bajo el título Sobre la escuela Wen Weng Shishi:
“En la elegante escuela Wen Weng Shishi se han transmitido durante miles de otoños la honestidad y la virtud.
Los vetustos cipreses aún mantienen su tonalidad verdosa, la alta montaña Min sigue cubierta de frondosos y abundantes árboles.
El corazón del humano no desea imitar a las hormigas que persiguen el olor de la carne, los discípulos de antaño estudian la forma en la que se reúnen las luciérnagas.
Cuán abundante es el caudal del río Tuo y, sin embargo, siguen aspirando a luchar contra la corriente para alcanzar el vasto océano.”
A través de estos versos, el poeta alababa la tenacidad con que la escuela Wen Weng Shishi ha sobrevivido al paso de los siglos y ha continuado sirviendo como fuente de inspiración y conocimiento para sus alumnos hasta nuestros días. La existencia de esta escuela secundaria está marcada por la huella del paso del tiempo, que la ha convertido en la heredera de la esencia que en su día caracterizó a la academia de la comandancia de Shu. Hoy se puede decir que el conocimiento se ha transmitido en sus aulas durante dos mil años de generación en generación sin interrupción alguna. Tal y como representó con gran acierto en sus versos el lingüista Ji Xianlin: “Es la más antigua escuela y aún sigue manteniendo, tras miles de otoños, su característico esplendor”.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 51. Volumen VI. Noviembre de 2018.
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