miércoles, 29 de septiembre de 2010

CONCIBO LA JORNADA


el dispensador dice: concibo el universo como un ser vivo, único, indivisible en su esencia, pero geométrico (con una forma que nos excede en la capacidad de poder interpretar lo que ello implica), multidimensional (numerosas dimensiones expresadas como planos que coexisten para cobijar diferentes realidades), contenedor de energías que generan su propia lengua, la que se traduce en una sinfonía de armonías distintivas, que aún no han sido desentrañadas por la mente humana... el universo que vemos es asímismo un concierto matemático ininteligible, interpretado por nuestra mente como algo expansivo y distante, contenedor de fuerzas equilibradas y equilibrantes que se nutren unas a otras dando forma a un tiempo que coincide con el lapso de la vida humana, pero que se consume cuando ésta desaparece y por ende indica que no existe... es el universo una ilusión que confiere espacio a la mente humana, ofreciéndole una aventura semejante a la armonía de los astros, esferas que rotan, oscilan, vibran, y se trasladan, guardando distancias que no existen en el plano de los espíritus. Absorbiendo luz al modo de un conjunto infinito de toboganes que abren canales por donde desciende la vida hacia los cuerpos, estableciendo cordones umbilicales temporales, limitados a destinos finitos en un medio infinito, que luego se recogen, regresando al estado de espirales llamadas almas. Todos formamos parte de una energía que nos contiene y guarda el sentido último de los sentidos y proporciona vida a la idea, sea como tiempos respirables (vida humana), sea como un algo que está pero no puede ser visto porque excede el espectro del ojo, sea como una hermosa ilusión intocable e inalcanzable llamada arco iris... Todo lo que existe aquí, en la Tierra, es una parte pequeña de semejante realidad, un instante, un destello, un momento que existe sólo para que aquellos que contienen la capacidad de "vivir" puedan apreciar por una fracción de segundo, cuán grande es la creación, cuál es la importancia del verbo y su potencialidad infinita y eterna. Intentar limitar el universo a las capacidades humanas, produce un alteración temporal, esencialmente paradójica que se extiende por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, creando un espejismo denominado tiempo de vida... lapso que finalmente no existe, ya que ha sido acondicionado para dar forma a nuestra esperanza, esa misma que se inicia y concluye en nosotros mismos. Septiembre 29, 2010.-

"el mundo de las ideas contiene a la vida, la eterna."

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