viernes, 24 de septiembre de 2010

CUANDO EL CREDO ES LA ESENCIA DE SÍ MISMO


after ventus, enya
el dispensador dice:
quizás quiso enfocar su mirada,
tal vez pretendió insertar una estocada,
posiblemente fue una ilusión olvidada,
puntualmente una esperanza pasada,
por qué no una carga pesada,
lo que se pronuncia permanece,
como huella presente,
como hielo caliente,
en las almas de otras gentes,
y el que escucha entiende,
lo que el mensaje conlleva,
pero puede traducir otras brevas,
de otras fuentes, no de higueras,
interpretando algo distinto,
a aquello que la otra intención quiso,
porque aquella palabra dicha,
puede llevar desdicha,
a la simetría del opuesto,
desdibujando el momento,
ahogando los sentimientos,
y aquello que fue sonrisa,
se convierte en un tormento,
cuando aquello que se dice,
contiene vacíos sin tiempos...

por ello quiero expresar,
prescindente de cuerpo,
fuera de todo tiempo,
aquello que es mi credo,
aquello que no perderé,
aún cuando me esté yendo,
porque lo llevaré conmigo,
junto con los afectos,
aquellos que fui sembrando,
paso a paso con mi sentimiento,
sin despreciar a nadie,
sin burlar los pensamientos,
sin pretender ir más rápido que el viento...

no pronuncies aquello que hiera,
las espadas que no reposan en tierra,
regresan de manera hartera,
lastimando a todos o a cualquiera,
produciendo heridas ligeras,
de esencias pasajeras,
también dagas profundas,
que permanecen clavadas hasta nunca,
acompañando las almas,
que han perdido sus calmas,
casi siempre a cambio de nada,
padeceres insensatoz,
esgrimidos por lanzas quimeras,
propias de envidias sin esperas,
que atacan indiscriminadamente,
oliendo voluntades ajenas,
que sacrifican y desprecian,
argumentando entelequias...

afila el oido atento,
presta atención al tormento,
que el Señor te enseña,
mediante ejemplos oportunos,
todo guarda sentido,
todo significancia tiene,
quien respeta al desconocido,
reconoce al que no tiene,
brindándole su silencio,
quizás a cambio de cielo,
llevando con alegría,
el esfuerzo ofrecido,
cualquiera que ha padecido,
sabe que ninguna mano,
representa los desiertos,
por ello al mirarte al espejo,
sea de mañana o de tarde,
repara en que justo detrás tuyo,
puede haber alguien que arde,
no lo omitas, no disimules,
los que esperan por la gracia,
merecen tu concurso,
así puedes ser de la ayuda parte,
esa que llega sin llamarte.
el dispensador: mano x mano, escalando tramos, no hace falta cuerdas, apenas almas sin gusanos. Septiembre 24, 2010.-
DEDICADO A: los que contienen un credo desde su llegada y hasta el final.

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