martes, 28 de septiembre de 2010
la dimensión del silencio
el dispensador dice: puede que el entorno esté turbulento, puede que la circunstancia se asocie con histerias, puede que las miradas estén vacías y los espíritus cerrados, puede que aquello que se diga no sea escuchado, puede que lo que se pronuncie no sea comprendido, puede que la necedad cierre las capacidades, puede que aniden otras intenciones, puede que flote la envidia, puede que emerjan los odios, puede que se destaque el desprecio, puede que aires invisibles se agiten expulsando energías destructivas... entonces, no pierdas la dimensión del silencio, no pierdas la dimensión de la paz, no pierdas la capacidad de observación, no pierdas la perspectiva, no te alejes de tu alma, mucho menos de tu espíritu, regresa a tu consciencia, escucha y atiende su voz, su consejo, no pronuncies lo que tu mismo no quisieras oir, ya que cuando el mar se revuelve es preferible permanecer en tierra. Si el polvo de tus pies se nutre de dolor y pesadumbre, tu aura se opacará perdiendo espesor, también color, por ende contenido... hay momentos, donde es preferible regresar al santuario del "uno mismo", juntarse con el propio ángel y simplemente orar. Siempre hay tierras donde el suelo está quieto... siempre hay aires donde la alteración no llega. Septiembre 28, 2010.-
"aquello que no ves, también tiene dimensión, ocupa un espacio con propias leyes, con o sin tiempo"
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