el dispensador dice: los milagros están más allá de la expresión dogmática de los cultos, por ende se ubican distantes de los templos, de sus hombres, de los hábitos... los milagros comienzan en el espíritu y concluyen en él, prescindiendo de las convicciones, de las voluntades y sus pretensiones, de las esperanzas y sus ilusiones, de las ideologías y sus omisiones. El milagro se produce sólo ante una expresión genuina de la FE. Ésta puede ocurrir en un instante, casi intangible, un momento donde la FE como tal alcanzó un estado único de confluencia de energías que permite que la gracia sea concedida desde el más allá. Puede ser consciente, esto es pedida por el alma finalmente beneficiada, sea para sí, sea para otros. Puede ser inconsciente, donde el espíritu se eleva sin que el cuerpo se dé cuenta de ello, se conecta abriendo un canal por donde la fuerza se transforma en una bendición oportunamente cierta. También puede enseñar una iniciativa que surge en el más allá, trasladándose al ámbito humano, fundada en razones superiores, razones que exceden el ámbito humano y como consecuencia de ello su comprensión, su interpretación y/o su razonamiento. El milagro finalmente sucede, abriendo ventanas a lo imposible ségún la visión limitada y escasa del hombre como cuerpo. Dicha ventana concede una alteración que trasciende el tiempo tanto como el espacio, transformándose en una paradoja de tal magnitud que hace que una circunstancia anómala per se, sea un milagro en sí mismo. Si la FE destella en el espíritu, éste ascenderá por una escalera invisible hasta un estado de plenitud, breve, irrepetible, imposible de ser traducido al ámbito del lenguaje... Si la Fe es oportunista, el milagro no tendrá lugar y apenas se verá como una gracia pasajera, efímera ante la eternidad y sus columnas filosóficas. Cuántos milagros nos pasan de largo sin que le brindemos atención alguna?... sin que los consideremos tales?... sin que reparemos en sus contenidos y sus legados?... El único santuario del milagro es el espíritu en estado puro... y para acceder a él, no hacen falta ojos ni tampoco oídos, alcanza con el alma. Septiembre 12, 2010.-
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