PRISMA©

el dispensador dice:
Podría haber sido hoy,
pudo haber sido cualquier otro día,
alguien llegó a la puerta,
curiosidades abiertas,
no es bueno saber qué quieres,
tampoco necesario qué es lo que buscas,
muchas intimidades asustan,
la envidia no es sincera,
tampoco suficiente disculpa,
quien hurga en la vida del otro,
seguro hallará propia culpa,
ya que quien busca imagen en otro espejo,
se olvidará de sí mismo aún siendo viejo,
los rostros se deforman,
tanto como las puertas se entornan,
cuando no hallas tu propio rostro,
descubres un pasado de tonto,
no hay abismo que no se haya alzado,
ni cima que no perezca,
los imperios que se nublan,
terminan siendo piedra...

por eso no tuve sorpresa,
al escuchar la pregunta,
las sensaciones vibran,
tanto como los sentimientos,
hay sensaciones de vientos,
otras maledicencias,
cuando hay un poncho colgando,
seguro esconde un puñal esperando,
y no hace falta que guarde hoja,
filo dulce ni filo amargo,
cualquier burla se hace cargo,
de quien desafía el encargo,
ni hace falta ver la mano,
la palabra suele hacer daño,
cuando esquiva el sentimiento,
suena como lanza al viento,
como espada traidora,
aquello que no has resuelto,
es lo mismo que va revuelto,
en las entrañas tramposas,
cuando la trampa se esboza,
otro lleva la herida,
ser víctima de la vida,
es argumento siguiente,
si no estás atento a la estocada,
regresarás por tu alma,
y aquella sangre que se derrama,
alguien superior la reclama,
tanto como el dolor que se infringe,
quien lo padece restringe,
emociones de muerte...

¿qué pides a la Virgen?,
tu que eres tan creyente,
no has visto mis dolores,
mucho menos los silencios,
quien hace dicha pregunta,
es porque no fue oyente,
nunca atendió a sus custodios,
ni por amor, tampoco por odios,
viven como la hiedra,
robando savia a las piedras,
mintiéndole a las paredes,
escupiendo a los cuatro vientos,
no saben que en el otro lado,
todos los que no se ven,
encuentran lo que se ha ocultado,
no se sorprenden de nada,
los ángeles andarán volando,
pero saben mucho de alas,
allí no hacen falta ojos,
no significan las calas,
el que lastima a un prójimo,
hallará su propia escala,
en el cielo saben de nubes,
también de pentagramas...

respondí muy consciente,
de mi sentimiento profundo,
sin sacar sable ni espada,
dejando la lanza enterrada,
sin siquiera esgrimir escudo alguno,
nunca pido nada,
me alcanza con escuchar la calma,
mi único santuario es mi alma,
lo que pueda necesitar,
ella lo va enviar,
cuando lo entienda prudente,
en el cielo no hay tridentes,
lo conceden como gracia,
y si entienden que no merezco,
que no es oportuno, no es tiempo,
sé donde queda mi sentimiento,
y si es adecuado al momento,
despreocupa saltar al tiempo,
nací para dispensar,
lo demás son pasatiempos,
conozco de dimensiones,
de geometrías sin alientos,
de átomos y elementos,
quien encuentra la ventana,
la que lleva al paraíso,
nunca se perderá en el desierto...

he andado por lugares raros,
entre alturas y arenales,
siempre me han concedido oasis,
para impulsar este viaje,
y dado que guardo fe,
sin cuestionar el legado,
nadie me ha olvidado,
allí por donde he pasado,
alguna huella habrá quedado,
que otros siguen calzados,
prefiero andar descalzo,
lo que se lleva en la planta,
es espíritu y descanso,
la paz palmo a palmo,
se construye día tras día,
aquello que no se hace,
no se reclama a nadie,
uno debe hacer culto,
al sentido del arado,
quien mira para atrás,
de horror quedará prendado,
mañana queda adelante,
Dios te tiene en su mano,
si pretendes negarlo,
burlarlo u olvidarlo,
él tiene sus modos,
quien golpea al indefenso,
tendrá dolor en sus codos,
peor si es inocente,
allí captura el inconsciente,
y siempre hay algún abismo,
donde se ocultan los sueños,
quien ha negado la vida,
quien ha consumido voluntades,
quien ha robado esfuerzos,
termina conociendo fondos,
con color de sufrimiento,
y de allí no escapa nadie,
ni siquiera por remolinos,
mucho menos por los vientos...

cuando miro ciertas almas,
se descubren sus auras,
por más que oculten sus caras,
descubro sus intenciones,
quien declama las oraciones,
quien hace de la compasión palabra,
no tiene misericordia,
la mezquindad es su arma,
y las miserias se reconocen,
en los colores del aura,
hoy las gentes no entienden,
que con rezar no alcanza,
si no guardas fe genuina,
el paraíso no salva.
El dispensador: desentrañando intenciones. Octubre 21, 2010.-
DEDICADO A: los que aceptan, simplemente, con resignación y humildad.

PRISMA©
la vida es un prisma,
aquello que ves,
depende de la perspectiva,
aquello que no ves,
motiva al que adivina...