Sigue en Internet la odisea de un pez que sobrevive en un acuario lleno de basura. La pecera reproduce la inmensa balsa de plástico que se ha acumulado en el Pacífico Norte
ESTHER SÁNCHEZ - Madrid - 19/05/2011
Pequeño, de apariencia frágil y de un llamativo naranja. Es Kai, un pececillo de colores que se las tiene que arreglar para sobrevivir hasta el próximo 10 de junio en una pecera llena de basura. Sus peripecias se pueden seguir las 24 horas en Facebook¿Una tortura? Puede parecerlo, pero aunque él no lo sepa forma parte de una campaña de Cohn & Wolfe para el Proyecto Kaisei,iniciativa de limpieza oceánica puesta en marcha por la ONG Ocean Voyages Institute, que pretende encontrar soluciones para acabar con la inmensa mancha de basura, principalmente plástico, que flota en medio del Pacífico, entre Hawai y la costa de Estados Unidos. Conocida como el vórtice o sopa de plástico, su tamaño es similar al de España, Portugal y Francia juntos, y sigue creciendo.
Pero a Kai se le puede salvar. Por cada donativo que reciba la organización, a partir de cinco euros, la basura de su acuario irá desapareciendo. Todo el dinero recaudado se destinará a financiar la próxima expedición de Kaisei a la mancha, programada para este verano. Los organizadores de la campaña recuerdan que la pecera reproduce la situación a la que se enfrentan a diario millones de animales debido a la contaminación por plásticos, que, además, mata.
El proyecto nació en 2009. Desde entonces han organizado dos expediciones en las que han descubierto que los trozos de plástico se convierten en pequeñas partículas de las que surgen elementos químicos contaminantes, que ingieren los animales y se acumulan en las redes de pesca. En algunas zonas han encontrado concentraciones de plástico siete veces superiores a las del zooplancton, que es la principal fuente de comida para mucha de la fauna de la región.
Salvar a Kai · ELPAÍS.com
el dispensador dice: La TIERRA, ese bello planeta donde Usted y yo pasamos los días que nos han concedido en forma de ese destino que denominamos "vida", está rodeada por miles de toneladas de basura espacial que nos regalan los incesantes "viajes" supuestamente justificados en la ciencia, una curiosa ciencia que no duda en eliminar lo que no le sirve y convertirlo en desechos que han creado un cinturón parecido a los anillos de Saturno, sólo que estos guardan la condición de caer hacia la superficie de éste planeta, el suyo y el mío (nuestro) provocando daños que luego nadie reconocerá y que serán interpretados como eventuales "daños colaterales"... pero no es lo único. La TIERRA, ese bello planeta donde Usted y yo pasamos los días que nos han concedido en forma de ese destino que denominamos "vida", recibe diaramente toneladas de desechos plásticos en los océanos, basura que algunas especies no reconocen como tal y que al intentar comerla sencillamente las "liquidan". El Océano Pacífico, más que un mar es casi una gelatina que se está recalentando a pasos agigantados sin que ningún país del mundo atienda el problema... desde luego, no es el único drama que padecen nuestros mares, ya que sucede algo semejante en todos los demás, sólo que allí en el Pacífico es dramáticamente notorio, tanto que alguien puede entender que el "drama" sirve para negocio y entonces la responsabilidad de los estados pasa a manos de los ciudadanos que cambian euros por futuro "dudoso"... no es bueno, la naturaleza suele no perdonar los desatinos humanos y más tarde o más temprano se las cobra. Nadie debe pasar por alto que desde 2004 las señales son muchas, tantas como las enseñanzas que van coleccionando los anónimos víctimas circunstaciales de una Tierra que está alterada de tanto demencialismo con forma de democracias, reinados, imperios venidos a menos y depredadores empresarios que no ven más allá de sus narices. Es así que todos los anónimos y desconocidos somos KAI... Así como está sucio el espacio, también los están los mares, pero además lo está el aire a niveles temibles, y nada distinto sucede con el agua dulce que las mineras contaminan para juntar oros, diamantes, litios, uranios, que nadie podrá comer, ni siquiera ellos... lo cual se ve acompañado de cianuros, arsénicos y otros contaminantes tóxicos hacia la eternidad. Sin embargo, no concluye allí, sucede lo propio con la basura nuclear con la que la desidia humana no sabe qué hacer, ni cómo, ni cuándo... Esta no es la Tierra que recibimos como legado divino... esto que transitamos es algo semejante a arrojar la basura que nosotros mismos generamos en el jardín de nuestras casas, para luego tirarla en el living, dormitorio, cocina, baño, altillo, sótano, y cuando no queda más espacio colocarla bajo una alfombra que se deformará inexorable adquiriendo volumen... eso sucede con el alma del hombre que desprecia la gracia concedida por el significado del verbo causal... La Tierra es hoy una pecera más que sucia... porque contiene estados irresponsables que promueven la "basurología" como método de vida, ejerciendo el supuesto derecho de arrojar la misma en el jardín del vecino pobre. Sucede que cuando el vecino pobre ya está ahogado bajo una montaña de basura ajena, aparece otro y luego otro, hasta que no habiendo más espacio, la misma (basura) cae donde al poder se le antoja... pero ya es tanta la que hay, que no hay modo alguno de taparla. Sin embargo, eso que huele a podrido no es la basura, es el alma de los pocos que están vacíos, pretendiendo recolectar fondos para salvar a un Kai que está muerto por negligencia e impericia de estado ausentes, que hacen con la basura lo mismo que los genios hacen con la telefonía celular. Las alteraciones magnéticas no son dañinas hasta que no haya manera de encubrirlas... entonces tendrá lugar una nueva revelación de la ciencia y ya se habrá inventado algo que reemplace el daño y lo coloque una vez más bajo la alfombra (simil-nuclear). El hombre es heredero de la Tierra en tanto y en cuanto respeta el legado divino... si no revierte su conducta de discriminaciones y desprecios, todos los designios confluirán hasta terminar con la fuente del daño, aún cuando Usted no lo crea. El dispensador es un anónimo, desconocido, que pretende que la herencia continúe tal ha sido diseñada desde que el verbo causal fue pronunciado y se transformó en esto que llamamos "universo"... El dispensador es un anónimo, desconocido, que pretende que el mañana necesario de los ciclos continúe su curso tal como fue planificado por una sabiduría que nos excede largamente... El dispensador cree en los padres de los padres y en los hijos de los hijos... El dispensador cree en el cielo azul, en las verdes praderas, en los bosques y en las flores, en las aves y los mamíferos de agua, en las especies de cualquier índole y factor, porque eso fue lo que recibimos como heredad y eso es lo que merecen los que nos siguen. Kai está superado por la realidad de una pecera en la que vivimos todos nosotros, sucia hasta el hartazgo de los estados ausentes y "negantes" de cualquier realidad genuina, siempre escudándose en la falsa ciencia que oculta variables para justificar sus pruebas... No es esta la Tierra que nos merecemos, definitivamente no lo es. Finalmente, el dispensador no cree en los falsos justificados que permiten que los orientales depreden los mares a su antojo, arrojando luego botellas de plástico desde esos mismos barcos, plásticos que estarán flotando miles de años después que el último ser humano haya desaparecido... quien vive está pasando, simplemente eso... y su paso, su huella, no debe agredir al que nos sigue... y ya van demasiados siglos de ignorancia manifiesta por los estados de cualquier índole o factor. Una vez más, los seres humanos anónimos, desconocidos, nos merecemos el mañana necesario para el cual nacimos, eso se llama dignidad sustentada en la filosofía de la ética, esto es que todos somos solidariamente responsables por todo lo que nos rodea, algo que los estados ausentes parecen no aprender, nunca... Mayo 21, 2011.-
Perdón por la vehemencia del mensaje, pero siento indignación ante la manipulación a la que somos sometidos desde todos y cada uno de los ángulos de los poderes...
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