‘Nota dejada antes de no irse’, de Giorgio Caproni
Un homenaje a este poeta italiano en el centenario de su nacimiento, cuya obra embellece con los años
Se edita 'Poesía escogida' en la que se aprecia su claridad, sencillez y profundidad. Lírica y relato
Un maestro de escuela. Eso fue Giorgi Caproni (1912-1990), uno de los poetas italianos más destacados del siglo XX, cuya poesía embellece con los años, y que se puede apreciar en el reciente volumen Poesía escogida (Pre-Textos). Caproni pertenece a la llamada generación "de en medio", junto a Attilio Bertolucci, Vittorio Sereni y Mario Luzi. Sus poemas son breves o medianos en los que la claridad de la intención, el pensamiento y la imagen forman un todo en suspensión relatado que invita al lector a continuarlo. Porque los versos del poeta encadenan una historia que todos vemos o reconocemos. Italo Calvino decía: "Las dotes que siempre me han atraído de él: maestría en la versificación, afabilidad comunicativa, y un particular suspense entre lírica y relato".
Otra mirada señala: "Se ha dicho de Caproni que es un deconstructor, y que su percepción del mundo está basada en la yuxtaposición de fenómenos que el sujeto no sabe ni quiere sintetizar". Esto es lo que escribe Juan Carlos Reche, encargado de la edición y uno de los traductores del libro junto a Juan Antonio Bernier. Nada de hermetismo. Todo transparencia y profundidad con sencillez. He seleccionado tres poemas donde Caproni nos recita:
NOTA DEJADA ANTES DE NO IRSE
Si no volviera,
sabed que nunca
partí.
Mi viaje ha sido
quedarme donde estoy,
adonde nunca fui.
PROPÓSITO
Hace frío en la historia.
Me gustaría largarme. Adonde,
también yo, con mi fusil descargado,
pueda gritar: "¡Viktoria"!
SUSPIRO
Ah, poesía, poesía.
Tristísima copia
de palabras, y fuga
del alama mía.
* Poesía escogida. Giorgio Caproni. Ediicón de Juan Carlos Reche. Traducción de Juan Carlos Reche y Juan Antonio Bernier. Editorial Pre-Textos
el dispensador dice:
vacíos presentes,
pasados ausentes,
irse es dejar atrás una astilla del alma,
tanto como regresar puede significar avanzar hacia un caos que abraza,
y si alguna vez te fuiste,
sin devolver la mirada,
asumiendo el futuro y cargando la espalda,
sabrás lo que padece el espíritu,
pretendiendo recobrar algo de paz, pizcas de calma,
¿te has llevado, acaso, alguna porción de lágrimas,
o has llorado el ocaso ovillando la trama?,
sea como sea, todo pasa,
y aquello que fue vacío,
pudo volver como traza,
todos los reflejos aparecen en el fondo de una taza,
cuando el ayer se evapora,
y ofrece su mañana,
bueno es dejar un epitafio,
porque al irse... la convicción se destaca.
hay razón divina en todo lo que pasa,
no partir ahora, no irse mañana,
puede implicar sucumbir en las penas,
de falsos afectos que imponen llamas,
tóxicos despiden algunas auras,
acarician el rostro, ternura vana,
encapsulan voluntades,
arrasan las ganas,
y cuando avanzan, el vacío te gana,
palabras vacías que contienen nada,
suficiente hueco para ahogar el tejido y su lana,
de allí lo que significa...
el valor de dar vuelta la página,
asumiendo que siempre,
el destino te espera mañana.
SEPTIEMBRE 13, 2012.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario