miércoles, 3 de octubre de 2012

CIPRESES ▲ ¿Por qué no arden los cipreses? | Valencia | elmundo.es

¿Por qué no arden los cipreses? | Valencia | elmundo.es

MEDIO AMBIENTE | Sobreviven a los incendios

¿Por qué no arden los cipreses?

Parcelas experimentales de cipreses en Jérica, tras el incendio de Andilla. | ImelsaParcelas experimentales de cipreses en Jérica, tras el incendio de Andilla. | Imelsa
  • Científicos y botánicos analizan en Valencia el misterio de los cipreses que sobrevivieron a los incendios del pasado verano en el interior de la provincia
  • Una barrera de 946 cipreses sobrevivió casi intacta al fuego en Andilla
  • Los expertos estudian las posibilidades del árbol como cortafuego natural
  • 'La hoja del ciprés tiene un mayor contenido de agua', explican los técnicos
  • Los bomberos desconfían: 'Damos a la gente una falsa sensación de seguridad'
Los últimos días de junio ardieron en Andilla, en el interior de la provincia de Valencia, casi 20.000 hectáreas de arbolado. Otras 30.000 se quemaron esos días en Cortes de Pallás. Fue uno de los incendios más graves en la historia de la Comunidad Valenciana.

En el interior de la provincia de Castellón está Jérica, a unos 40 kilómetros de Andilla. Allí, en el barranco de la Herbasana, que marca el límite entre Castellón y Valencia, sobrevivieron al fuego más de 900 cipreses. Rodeados de ceniza pero intactos. La primera semana de julio, cuando el incendio estaba sofocado, técnicos de la empresa pública Imelsa, fueron a visitar las parcelas de cipreses. El experimento había funcionado.

Los análisis llevados a cabo en la zona del incendio de Andilla demostraron que el 90% de los ejemplares de ciprés plantados en la zona había sobrevivido. Se quemaron los pinos, los carrascos, las encinas, los quejigos, las coscojas, los enebros, las sabinas y las aliagas, pero la barrera formada por 946 cipreses de distintas especies y una altura de unos 9 metros se salvó rodeada por el fuego. Una superficie de 8.892 metros cuadrados ignífuga.

Este pasado miércoles, científicos y botánicos visitaron de nuevo la zona. Algunos no dan crédito. El jueves participaron en un seminario en Valencia para debatir sobre la utilización de barreras de ciprés como escudos naturales contra el fuego: 'Barreras verdes de ciprés contra los incendios: una solución factible, ecológica y económica para salvaguardar las regiones mediterráneas'.

Los expertos aseguran que el ciprés mediterráneo tiene unas características morfológicas y ecológicas que le hacen "especialmente interesante" en la lucha contra los incendios: "menor inflamabilidad y combustibilidad que otras especies, baja emisión de partículas incendiarias, disminución de la biomasa presente en la superficie y su acción como cortavientos, lo que dificulta el avance del fuego de copa, de suelo y los incendios explosivos".
La barrera de cipreses que sobrevivió al incendio de Andilla.La barrera de cipreses que sobrevivió al incendio de Andilla.

Las investigaciones se enmarcan dentro del proyecto CypFire, cofinanciado por fondos FEDER del programa MED de la Unión Europea, y se desarrolla en colaboración con 12 centros de investigación de nueve países del arco mediterráneo: Italia, Francia, Portugal, Grecia, Malta, España, Túnez, Israel y Turquía.
Paolo Raddi es el responsable científico y coordinador del proyecto: "Lo que pasó en Jérica nos abrió los ojos al uso del ciprés como barrera natural contra el fuego. Ahora tenemos que investigar más la tolerancia y la capacidad del ciprés para frenar la energía del fuego".

"Tras más de 20 años de trabajo intenso de estudio del comportamiento del ciprés en casos de incendios forestales, estamos comprobando que los resultados de las investigaciones de laboratorio coinciden con las investigaciones de campo, por lo que esto supone una ventana de esperanza de cara al futuro", explica.
Durante las jornadas de Valencia, uno de los técnicos de Coordinación Forestal del Consorcio Provincial de Bomberos, Raúl Quílez, se mostró escéptico con las teorías. "Los cipreses arder, arden", dijo. Y aseguró que si los árboles de la zona de Jérica no se quemaron fue porque no había combustible en su superficie, porque el terreno es "un campo de cultivo semiabandonado".

"Estamos dando a la gente una falsa sensación de seguridad", denunció.

Los científicos, sin embargo, no dudan. "Las fotografías son suficientemente evidentes", mantiene Bernabé Moya, director del departamento de Árboles Monumentales de Imelsa. "No es casual que no ardieran. La hoja del ciprés tiene un mayor contenido de agua y las pruebas de laboratorio demuestran que tarda más tiempo en inflamar y, por lo tanto, retrasa la aparición de la llama, siendo ésta además de menor longitud si se compara con la de otras especies".

"La densidad de la copa de los cipreses hace que en su interior se disminuya la circulación del aire, y por tanto hay mucha menos proporción de oxígeno, que es el elemento que actúa como comburente. Asimismo, el ciprés produce una menor cantidad de necromasa, que está compuesta por las hojas y ramas que hay por el suelo, y su hojarasca tarda más en encenderse que otras especies como pinos, encinas y robles", apunta Moya.

La Diputación de Valencia ya ha anunciado que va a crear más campos experimentales de cipreses para avanzar en los estudios del comportamiento de esta variedad en caso de incendio.




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