J. K. Rowling: “La hipocresía de la clase media es terreno muy fértil”
La 'madre' de Harry Potter publica su primera novela para adultos, 'The Casual Vacancy'
No llegará a España hasta el año próximo
CLAUDIA VOIGT Edimburgo 3 OCT 2012 - 01:13 CET8
La primera novela de J. K. Rowling para adultos, The Casual Vacancy, llegó el jueves pasado a las librerías de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia (en España no saldrá hasta el año próximo). En esta entrevista, la autora habla de su vida después de Harry Potter, incluida su paranoia sobre la posibilidad de perder todo lo que ha ganado. En su libro, Rowling muestra el panorama social de una pequeña ciudad inglesa. Describe a una próspera familia de médicos indios, un padre que pega a su mujer y sus hijos en privado, un portavoz político tan poderoso como grueso y cuatro adolescentes que se rebelan contra la rigidez del mundo burgués.
A sus 47 años, Rowling es una de las mujeres más ricas del mundo. Los siete volúmenes de su serie de Harry Potter se han traducido a 72 idiomas y han vendido alrededor de 450 millones de ejemplares en todo el mundo. Cuando publicó el primer libro de Harry Potter, en 1997, era una madre soltera con problemas económicos que vivía en Edimburgo. Sigue viviendo allí, y concede la entrevista en su despacho del centro de la ciudad.
Pregunta. En su novela no hay nada de magia ni brujería. ¿Lo ha echado de menos?
Respuesta. He agotado verdaderamente lo mágico. Fue muy divertido mientras duró, pero lo he dejado atrás por el momento. Si existe alguna relación entre Harry Potter y mi novela nueva es mi interés por los personajes.
P. Después del último volumen de Harry Potter, ¿pensó alguna vez en dejar de escribir?
R. No, ni se me pasó por la cabeza. Llevo escribiendo toda mi vida y escribiré siempre. Pero a veces sí me he dicho a mí misma que no estoy obligada a publicar nada más. El éxito de Harry Potter me dio mucha libertad. Ya puedo pagar mis facturas...
P. Toda esa libertad ¿no puede hacer también que un escritor se sienta con la mente en blanco?
R. Me gusta demasiado escribir para que me ocurra eso. Lo que sí es un problema mayor es que Harry Potter lleva asociadas tantas responsabilidades comerciales que tengo menos tiempo para escribir del que me gustaría. Además, tengo tres hijos, aunque estoy acostumbrada a trabajar con ellos alrededor.
Ayer, por ejemplo, tuve una jornada de escritura fantástica. Preparé a los niños para el colegio y, en cuanto mi marido salió con ellos de casa, me fui a la cocina y me hice el desayuno. Todavía en pijama, me lo llevé a la cama, cogí el ordenador y pasé cuatro horas trabajando en la cama. Maravilloso.
P. La hipocresía de la clase media es un tema importante del libro. ¿Por qué le interesa?
R. En las relaciones humanas existe una tendencia desagradable que es que sentimos cada vez menos empatía entre nosotros. Juzgamos todo el tiempo a personas a las que no deberíamos juzgar, porque no las conocemos lo suficiente. En mi opinión, la falta de empatía es la base de muchos problemas, y creo que está perturbando nuestra sociedad.
P. ¿Cuál es el motivo?
R. En una época de dificultades económicas, la gente está menos dispuesta a ayudar a los demás. Estos no son buenos tiempos para la empatía.
P. En su nuevo libro, la clase media tampoco tiene una vida muy feliz.
R. A veces me deprimía escribir el libro. Es una novela sobre cómo nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, algunos personajes están firmemente convencidos de que todo lo hacen bien, y eso también resulta divertido. En la clase media existe mucha ambición, mucha competitividad y mucha hipocresía, por lo que es un terreno bastante fértil para un escritor.
P. Se ha hecho rica y famosa trabajando en algo que es muy importante para usted. ¿Le parece un lujo?
R. Desde luego, y estoy enormemente agradecida, pero lo más importante es que mi objetivo nunca fue hacerme rica. Gané ese dinero por pura casualidad. Nunca había sido mi intención. Yo escribí un libro y pensé que era bueno. Nada más.
P. ¿Le ha cambiado el éxito?
R. Sí, y cualquiera que diga que no nos cambia estará mintiendo. En primer lugar, el éxito ha eliminado muchas preocupaciones de mi vida, porque en aquel entonces era madre soltera, tenía un contrato temporal de maestra y no sabía cuánto tiempo más iba a poder seguir pagando el alquiler. Cuando firmé el contrato de Harry Potter con la editorial de Estados Unidos, recibí una suma inmensa de dinero casi de la noche a la mañana. Me sentí apabullada. Y de pronto sentí muchas responsabilidades. Lo primero que pensé fue: no puedes estropearlo. Me entró una terrible paranoia pensando que iba a hacer alguna estupidez y tendría que volver a mi pequeño piso alquilado con mi hija Jessica. Quería asegurarme de no perder nada. Estuve a punto de guardar el dinero debajo del colchón.
P. ¿Qué siente hoy cuando está con gente rica?
R. Gracias al rumbo tan peculiar que ha seguido mi vida, he podido observar cómo cambia el comportamiento de una persona cuando se hace rica. Recuerdo una conversación con un hombre al que prefiero no describir con mucho detalle. Me dijo, con total naturalidad: Por suerte, aquí no hay chusma. Por lo visto, dio por supuesto que yo compartía su opinión. Ni se le ocurrió pensar que, 15 años antes, yo había sido una de esas personas que él consideraba chusma.
P. ¿Le parece ofensivo ese tipo de comportamiento?
R. Me parece alarmante que la gente piense que el éxito —y en nuestra sociedad, éxito equivale a riqueza— le permite a uno olvidarse de cómo era antes su vida. Como si fuera tan fácil cambiar de principios.
P. Hasta el día de la publicación de su novela, solo habían visto el manuscrito unas 30 personas en todo el mundo. ¿Por qué le resulta tan importante mantener todo ese control?
R. Al final, la publicación de los libros de Harry Potter despertaba una expectación enorme, que acabó descontrolándose y me producía mucho estrés. Esta vez, quería que las cosas fueran un poco más normales.
P. Pero no se puede decir que sea muy normal. En general, los editores envían ejemplares por adelantado varias semanas antes de la publicación.
R. Hablé de ello con Stephen King, quizá el único autor del mundo que ha estado en una situación similar a la mía. Él probó con los ejemplares adelantados, pero luego vio que enseguida estaban a la venta en eBay. Es el mundo en que vivimos, en el que es posible hacer muchas copias de un manuscrito en cuestión de segundos; un problema tremendo para autores y editores.
P. ¿Hasta qué punto es importante para usted que A Casual Vacancy sea un éxito?
R. Debemos definir a qué nos referimos al decir éxito.
P. Buenas críticas, muchos lectores.
R. Estoy segura de que nunca volveré a tener un éxito como Harry Potter en toda mi vida, por muchos libros que escriba y por buenos o malos que sean.
Pregunta. En su novela no hay nada de magia ni brujería. ¿Lo ha echado de menos?
Respuesta. He agotado verdaderamente lo mágico. Fue muy divertido mientras duró, pero lo he dejado atrás por el momento. Si existe alguna relación entre Harry Potter y mi novela nueva es mi interés por los personajes.
P. Después del último volumen de Harry Potter, ¿pensó alguna vez en dejar de escribir?
R. No, ni se me pasó por la cabeza. Llevo escribiendo toda mi vida y escribiré siempre. Pero a veces sí me he dicho a mí misma que no estoy obligada a publicar nada más. El éxito de Harry Potter me dio mucha libertad. Ya puedo pagar mis facturas...
P. Toda esa libertad ¿no puede hacer también que un escritor se sienta con la mente en blanco?
R. Me gusta demasiado escribir para que me ocurra eso. Lo que sí es un problema mayor es que Harry Potter lleva asociadas tantas responsabilidades comerciales que tengo menos tiempo para escribir del que me gustaría. Además, tengo tres hijos, aunque estoy acostumbrada a trabajar con ellos alrededor.
Ayer, por ejemplo, tuve una jornada de escritura fantástica. Preparé a los niños para el colegio y, en cuanto mi marido salió con ellos de casa, me fui a la cocina y me hice el desayuno. Todavía en pijama, me lo llevé a la cama, cogí el ordenador y pasé cuatro horas trabajando en la cama. Maravilloso.
P. La hipocresía de la clase media es un tema importante del libro. ¿Por qué le interesa?
R. En las relaciones humanas existe una tendencia desagradable que es que sentimos cada vez menos empatía entre nosotros. Juzgamos todo el tiempo a personas a las que no deberíamos juzgar, porque no las conocemos lo suficiente. En mi opinión, la falta de empatía es la base de muchos problemas, y creo que está perturbando nuestra sociedad.
P. ¿Cuál es el motivo?
R. En una época de dificultades económicas, la gente está menos dispuesta a ayudar a los demás. Estos no son buenos tiempos para la empatía.
P. En su nuevo libro, la clase media tampoco tiene una vida muy feliz.
R. A veces me deprimía escribir el libro. Es una novela sobre cómo nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, algunos personajes están firmemente convencidos de que todo lo hacen bien, y eso también resulta divertido. En la clase media existe mucha ambición, mucha competitividad y mucha hipocresía, por lo que es un terreno bastante fértil para un escritor.
P. Se ha hecho rica y famosa trabajando en algo que es muy importante para usted. ¿Le parece un lujo?
R. Desde luego, y estoy enormemente agradecida, pero lo más importante es que mi objetivo nunca fue hacerme rica. Gané ese dinero por pura casualidad. Nunca había sido mi intención. Yo escribí un libro y pensé que era bueno. Nada más.
P. ¿Le ha cambiado el éxito?
R. Sí, y cualquiera que diga que no nos cambia estará mintiendo. En primer lugar, el éxito ha eliminado muchas preocupaciones de mi vida, porque en aquel entonces era madre soltera, tenía un contrato temporal de maestra y no sabía cuánto tiempo más iba a poder seguir pagando el alquiler. Cuando firmé el contrato de Harry Potter con la editorial de Estados Unidos, recibí una suma inmensa de dinero casi de la noche a la mañana. Me sentí apabullada. Y de pronto sentí muchas responsabilidades. Lo primero que pensé fue: no puedes estropearlo. Me entró una terrible paranoia pensando que iba a hacer alguna estupidez y tendría que volver a mi pequeño piso alquilado con mi hija Jessica. Quería asegurarme de no perder nada. Estuve a punto de guardar el dinero debajo del colchón.
P. ¿Qué siente hoy cuando está con gente rica?
R. Gracias al rumbo tan peculiar que ha seguido mi vida, he podido observar cómo cambia el comportamiento de una persona cuando se hace rica. Recuerdo una conversación con un hombre al que prefiero no describir con mucho detalle. Me dijo, con total naturalidad: Por suerte, aquí no hay chusma. Por lo visto, dio por supuesto que yo compartía su opinión. Ni se le ocurrió pensar que, 15 años antes, yo había sido una de esas personas que él consideraba chusma.
P. ¿Le parece ofensivo ese tipo de comportamiento?
R. Me parece alarmante que la gente piense que el éxito —y en nuestra sociedad, éxito equivale a riqueza— le permite a uno olvidarse de cómo era antes su vida. Como si fuera tan fácil cambiar de principios.
P. Hasta el día de la publicación de su novela, solo habían visto el manuscrito unas 30 personas en todo el mundo. ¿Por qué le resulta tan importante mantener todo ese control?
R. Al final, la publicación de los libros de Harry Potter despertaba una expectación enorme, que acabó descontrolándose y me producía mucho estrés. Esta vez, quería que las cosas fueran un poco más normales.
P. Pero no se puede decir que sea muy normal. En general, los editores envían ejemplares por adelantado varias semanas antes de la publicación.
R. Hablé de ello con Stephen King, quizá el único autor del mundo que ha estado en una situación similar a la mía. Él probó con los ejemplares adelantados, pero luego vio que enseguida estaban a la venta en eBay. Es el mundo en que vivimos, en el que es posible hacer muchas copias de un manuscrito en cuestión de segundos; un problema tremendo para autores y editores.
P. ¿Hasta qué punto es importante para usted que A Casual Vacancy sea un éxito?
R. Debemos definir a qué nos referimos al decir éxito.
P. Buenas críticas, muchos lectores.
R. Estoy segura de que nunca volveré a tener un éxito como Harry Potter en toda mi vida, por muchos libros que escriba y por buenos o malos que sean.
© 2012 Der Spiegel. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
el dispensador dice:
¿qué eres sin un pensamiento mágico?
¿dónde queda la idealización del imaginario?,
quien se ata a lo palpable,
quien hace de lo visible un culto,
quien se torna denso sobre su propia huella,
quien desconoce su sombra por no ser bella,
quien asume el día como una pesada carga,
a la que hay que sacar ventaja para tomar distancia,
quien desprecia al otro por impaciencia,
quien esgrime soberbia en propia inconsciencia,
quien atropella la vida como si fuese ciencia,
termina descubriendo,
que la intención ata y destroza cada palabra,
que luego la tierra no se mueve con pala,
ni se oculta la escala de notas en un pentagrama,
y que finalmente al abandonar el cuerpo,
cáscara diseñada para soportar los vientos,
terminas libre de cualquier tiempo,
pero cargando a pleno lo que has hecho...
y entonces caerás en la cuenta,
que no hay distancia entre las cosas,
que no hay distancia entre las fragancias de rosas,
que lo que se concede en la gracia es don exigido,
que no hay manera de escapar del olvido,
porque el tiempo que pasa quiebra los retiros,
y cuando regresas a ser distinto,
lo único que llevas portante de lo vivido,
es la siembra hecha en el alma,
en el huerto de lo transcurrido,
si pasaste atento y fuiste atendido,
si perdiste algo que no fue visto,
de todo ello habrás aprendido,
que la vida no es más que un recorrido,
en el que si has pasado sin haber servido,
llegarás a la meta herido,
simplemente por haber pretendido,
ser inmortal negando la fuente de la que has bebido.
Octubre 04, 2012.-
Para crear, escribir, pintar, cincelar, modelar, diseñar, necesitas estar imbuido del pensamiento mágico... lo mágico existe más allá de la imaginación de quien sienta la idea, de quien la establece y la informa, la comparte y la desarrolla... ya que cuando el mundo de las ideas derrama una pizca de sus contenidos en alguien elegido para la finalidad, está brindándole la oportunidad de conocer algo que, aún impensado, existe... existió... o existirá... más allá de cualquier tiempo y de cualquier espacio... más allá de cualquier razón o de cualquier sentimiento... pero para que dicho "derrame" se produzca debe haber existido previamente una "elección" etérea, un algo que compuso un destino y lo habilitó a "recibir" la novedad en el ámbito de una gracia y un don precisos, esos, no otros... y eso hará a la distinción, confiriéndole el sentido mágico del misticismo del pensamiento... se podrá vender... se podrá comprar... se podrá registrar... se podrá patentar... pero en verdad, el patrimonio genuino pertenecerá por siempre al mundo de las ideas que lo prodigó... y aunque no lo creas, regresará a él cuando el bendecido ya no forme parte de los tiempos respirables de la Tierra (u otros), ni siquiera de sus tiempos. Octubre 04, 2012.-
el dispensador dice:
¿qué eres sin un pensamiento mágico?
¿dónde queda la idealización del imaginario?,
quien se ata a lo palpable,
quien hace de lo visible un culto,
quien se torna denso sobre su propia huella,
quien desconoce su sombra por no ser bella,
quien asume el día como una pesada carga,
a la que hay que sacar ventaja para tomar distancia,
quien desprecia al otro por impaciencia,
quien esgrime soberbia en propia inconsciencia,
quien atropella la vida como si fuese ciencia,
termina descubriendo,
que la intención ata y destroza cada palabra,
que luego la tierra no se mueve con pala,
ni se oculta la escala de notas en un pentagrama,
y que finalmente al abandonar el cuerpo,
cáscara diseñada para soportar los vientos,
terminas libre de cualquier tiempo,
pero cargando a pleno lo que has hecho...
y entonces caerás en la cuenta,
que no hay distancia entre las cosas,
que no hay distancia entre las fragancias de rosas,
que lo que se concede en la gracia es don exigido,
que no hay manera de escapar del olvido,
porque el tiempo que pasa quiebra los retiros,
y cuando regresas a ser distinto,
lo único que llevas portante de lo vivido,
es la siembra hecha en el alma,
en el huerto de lo transcurrido,
si pasaste atento y fuiste atendido,
si perdiste algo que no fue visto,
de todo ello habrás aprendido,
que la vida no es más que un recorrido,
en el que si has pasado sin haber servido,
llegarás a la meta herido,
simplemente por haber pretendido,
ser inmortal negando la fuente de la que has bebido.
Octubre 04, 2012.-
Para crear, escribir, pintar, cincelar, modelar, diseñar, necesitas estar imbuido del pensamiento mágico... lo mágico existe más allá de la imaginación de quien sienta la idea, de quien la establece y la informa, la comparte y la desarrolla... ya que cuando el mundo de las ideas derrama una pizca de sus contenidos en alguien elegido para la finalidad, está brindándole la oportunidad de conocer algo que, aún impensado, existe... existió... o existirá... más allá de cualquier tiempo y de cualquier espacio... más allá de cualquier razón o de cualquier sentimiento... pero para que dicho "derrame" se produzca debe haber existido previamente una "elección" etérea, un algo que compuso un destino y lo habilitó a "recibir" la novedad en el ámbito de una gracia y un don precisos, esos, no otros... y eso hará a la distinción, confiriéndole el sentido mágico del misticismo del pensamiento... se podrá vender... se podrá comprar... se podrá registrar... se podrá patentar... pero en verdad, el patrimonio genuino pertenecerá por siempre al mundo de las ideas que lo prodigó... y aunque no lo creas, regresará a él cuando el bendecido ya no forme parte de los tiempos respirables de la Tierra (u otros), ni siquiera de sus tiempos. Octubre 04, 2012.-
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