ME FUI DANDO CUENTA
Pourtalé (Olavarría) — con Mimi Dolores Eschbach.
Pueblos Buenos Aires
el dispensador dice:
sí... me fui dando cuenta...
que construir camino demanda esfuerzos,
por más de una cuenta,
que si la voluntad no es suficiente,
todo suena a cadena,
que si no plantas el árbol,
su sombra no habla con tu pena,
que si no colocas los ladrillos,
uno sobre otro con prudente mezcla,
la casa puede tener paredes sueltas,
y el amor se torna excusa,
para doblar la esquina y negar la puerta...
no poco en esta vida,
guarda sentido de conveniencia,
entonces los sentimientos se vuelven monedas,
donde se cotiza la decadencia,
donde uno ama,
y el otro desprecia...
donde uno ama,
y el otro niega...
donde uno se entrega,
y el otro clava la daga en la espalda descubierta,
para luego fundamentar culpas,
en un huerto donde todo se seca...
algo me movió hacia afuera,
miré el caballo y su libertad viajera,
y entendí que el propio pie es la mejor quimera,
uno lo encara y te lleva donde tu destino quiera...
medias rotas,
suelas entreabiertas,
hacía frío como cuando el otoño acecha,
me llamaba el SOL todavía alerta,
algo me decía que hacia allá, estaba la puerta...
y me fui derecho como quien se entrega,
no tenía grapa ni capa vieja,
me asomé a la helada como alma en pena,
a veces lo puesto no aviva la hoguera...
y anduve un rato como luz incierta,
veía faros como letras muertas,
me cobijé en la sombra que venía cerca,
busqué un mañana mientras la distancia aleja...
te diré que recuerdo el sabor a tierra,
los pájaros me enseñaron a la despiojar la senda,
anduve tanto que el tiempo cortó la cuerda...
¿que, dónde estoy?
donde la paz me llega...
me he dado cuenta que el pasado se diluye mientras lo dejas,
no es bueno permanecer donde el amor es queja,
no es bueno estar cuando la mentira se vuelve añeja...
tengo un árbol que algo me recuerda,
anudé una cinta desteñida y vieja,
significa que ahí estuve entre hojas secas,
me llevo la fragancia porque no pesa...
terminó la esclavitud, escuchó mi oreja,
debe ser un sueño donde cerré la puerta,
miré hacia los costados la soledad desierta,
me vi en el espejo de un ave seca...
no es bueno vivir sometido entre rejas,
sólo la libertad de cielos es lo que te enseña,
enterré mi lanza y se oxidó de penas,
hay infiernos para las almas densas...
observé los yuyos... paredes sin tirantes ni tejas...
se fueron todos... el olvido atraviesa.
JUNIO 23, 2016.-
me fui dando cuenta...
que el amor no es tal... cuando en tu espalda pesa.
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