“Yo soy un refugiado”. 12 famosos que no sabía que lo eran (e hicieron nuestra vida mejor)
Que pudieran desarrollar su talento en las ciencias o las artes —y todo lo que eso nos ha dado— es solo una de las muchas razones por las que apoyar la acogida de quienes huyen de guerras o persecuciones políticas
Albert Einstein, físico Huyendo de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, el físico alemán de origen judío que cambió nuestra forma de mirar el Universo desde el nivel microscópico al cosmológico (la Persona del Siglo según la revista Time) encontró refugio en los Estados Unidos, en concreto en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey), donde dispuso de la tranquilidad suficiente para continuar con sus investigaciones. Fueron muchos los científicos europeos que EE UU refugió con motivo de esa guerra, hecho que contribuyó en gran medida al tremendo desarrollo científico-técnico de aquel país cuyas universidades acaparan la mayoría de los premios Nobel en ciencia, atraen a los mejores cerebros y suele estar en vanguardia de la investigación.
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