el dispensador dice: lo igual no siempre es semejante, y ni siquiera parecido, a veces es distante cuando la conveniencia lo hace parecer amigo buscando andamio o estante... puede que la sintonía se haga sincrónica, puede que la sincronía se haga armónica... puede que la desavenencia aparezca disfónica, o quizás la palabra se vuelta asintónica... lo que se pronuncia no siempre es lo que llega... y lo que se descifra no siempre revela la intención que mueve al motivo del navega sin vela... ¿dónde está la geometría de los huecos, y dónde la de los recovecos?... la perspectiva te enseña una cara del cubo... dos, tres... pero aún pudiendo visualizar tres de ellas, estarás perdiendo los contenidos de las opuestas, y ello modificará la percepción existente entre ladera y cuesta... mientras que lo distinto no siempre es diferente... a veces se acerca y confunde el entendimiento de aquellos que se dicen gentes... aturdiendo el momento... alterando los polos de la visiones tangentes... suceden paralelismos donde el tiempo permanece ausente... y donde el espacio se deforma mientras la onda choca contra "algo" que la suelta o la retiene, como si se tratase de mareas renuentes... lo que salga de allí condicionará a unos por creyentes... y a otros por displicentes... los incrédulos se pierden entre las tribulaciones que deforman la idea, atrayendo los pensamientos hacia los extremos calientes... suceden cosas raras entre los humanos que andan dubitativos y con escaso don de gentes, algunos se muestran poderosos, y otros andan enfermos de cinismos y/o soberbias, disfrazando paradójicos presentes... dependiendo del contexto del huerto al que roban su siembra... desde luego que al carecer de consciencia, no se dan cuenta del artilugio que se les pega, porque al andar faltos de ideas, lo que venden se muestra como aura brumosa... entre grises y esplendorosas... a las que apenas las rozas, se quedan sin pétalos, sin fragancia, pero con espinas que atraviesan la inocencia de la voluntad honrosa...
pero la Tierra anda revuelta, de confusiones que todo lo deforman... perder el foco te atropella... mientras atiende al eco que te nombra... espejismos de negación de sombras... donde la huella no permanece, es el espíritu el que se borra... no se puede escatimar esfuerzos... entre el horizonte y la gloria... a sabiendas que el horizonte es alcanzable... y el reconocimiento es lápida del olvido donde la tumba oculta todo aquello que se arrolla...
¿te han hablado de amor?... ¿como afecto o como sexo?... sucede que el amor puede vestirse de excusas o disfrazarse de argumentos, durar lo que un suspiro, o evaporarse como el viento... pero tiene expresiones complejas, que puede confundir al desprevenido... ya que el amor no es esclavitud como tampoco es pertenencia, si se va más allá de la sintonía, la armonía se ahoga en exceso, creando un sentido de apuesta, que deja de ser amor para transformarse en conveniencia, ejerciendo un atropello, de cuerpo y de consciencia... y donde el insulto es rutina... todo deriva en violencia... el amor caduca por ausencia... y el puente roto define el carácter de la inclemencia... no hay humanismos donde no hay ideas... no hay amor donde el pensamiento es ruego e impaciencia...
permanecer en la mentira, es crear un ovillo que compra y vende burlas y ataduras que encadenan el espíritu a una estaca invisible que se traduce en ausencia o en un hueco que semeja presencia... espejismo de doble vía donde lo que pasa, según los sentidos, no es lo que sucede, según los sentimientos... donde la marea desciende, deja al descubierto los arrecifes... donde la marea asciende, la navegación habilita al naufragio, insistir en la presencia, suele derivar en turbulencias de aguas revueltas y de soledades en islas donde el alma sucumbe a la zozobra del silencio amargo... ése que no es propio... que se arrastra por letargo... y que perece por vehemencia...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
como podrás apreciar, todo es un juego de naranjas y anaranjados... donde el horizonte se desdibuja, se hilvanan tragos amargos... amor no son palabras... sino sinfonía de convergencias derivando, entre mares, tiempos y espacios...
luego, todo es efímero... como rayo o relámpago... si no has echado raíces... o si el huerto no ha sido cuidado, todo se resume en la tolerancia, de la presencia vigente en la ausencia de la frustración y el fracaso... no hay éxito en el amor... como tampoco hay triunfos caminando... todo aquello que no encuentra debida atención, penará por distorsión... debes saber entonces, que la costumbre no contribuye a la siembra... mucho menos al brote... y para nada en aquello que se recoge...
tal vez crees ver un árbol... tal vez crees ver gramillas... pero es un reflejo de presencias que no se vinculan con lo humano... hay estoicismo y silencios... con raíces expandidas y sentimientos aleteando... hay sutilezas que no se alcanzan a ver, cuando el alma sólo percibe cardos...
de tanto caminar en soledad, el silencio te va enseñando... no hay amor en la piedad... ni misericordia en lo solidario... muchos creen que salvan su alma, tomando lo que les sobra para luego obsequiarlo... pero el cielo se gana con hechos, que nacen del espíritu libre cuando comulga con lo santo... por lo tanto no esperes más, y de lo que tengas, abre tu mano. FEBRERO 24, 2017.-
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