El abanico de mano: utilidad y donaire en pleno siglo XXI
Tanto las culturas orientales como las occidentales han adoptado el tradicional abanico de mano. No sólo es un instrumento para refrescarse durante los calores, también es un accesorio estético de gran porte, que añade delicadeza y magia a la mirada femenina. En Europa, durante mucho tiempo, estos hermosos artículos eran presencia obligada en los bailes y fiestas de la alta sociedad.
El primer abanico de mano fue llamado “flabellum” y apareció por primera vez en el antiguo Egipto como un instrumento para espantar a los molestos insectos. Un “flabellum” fue encontrado en la tumba de Tutankamón. La encarnación moderna del “flabellum” son los ventiladores eléctricos.
Los abanicos de mano fueron vistos por primera vez en Japón alrededor del siglo VI dC.
Los abanicos de mano fueron vistos por primera vez en Japón alrededor del siglo VI dC.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII, cuando se exportaron grandes cantidades abanicos de mano plegables de China y Japón hacia Europa, creando tendencia e influyendo en la moda de esa época. La nobleza y la realeza tenían múltiples abanicos de mano para una gran variedad de usos: uno por la mañana, otro por la noche, otro para salir a la calle y otro para exhibirlo en ocasiones importantes, entre otros.
En 1709, la Sociedad Fraterna de Artesanos del Abanico fue creada en Londres bajo edicto de la Reina Ana. Su objetivo era ayudar desarrollar el arte de confeccionar abanicos y expandir su comercialización.
En la misma época, los artesanos franceses hacían abanicos usando bambú importados, plumas de avestruz, pergamino, seda y encajes, montados sobre marfil o nácar.
París pronto se convirtió en el centro de la artesanía del abanico.
París pronto se convirtió en el centro de la artesanía del abanico.
Durante la era victoriana, la moda del abanico alcanzó su punto culminante, ya que comenzó a ser comprado para la emergente clase media.
Más tarde, llegó el abanico de hojas que podían abrirse dibujado un círculo completo, aunque con un diseño más simple.
En el siglo XX, la costumbre de usar abanicos comenzó a relegarse y se comenzaron a utilizar como recuerdos, decoraciones o soportes de publicidad.
[Foto: Museo del abanico]
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