el dispensador dice: se huele una rara fragancia, a veces a bosque, a veces a frutas de las que no hay vestigios en ninguna planta... pero el perfume es persistente, siempre que no le des la espalda... porque si ello sucede inmediatamente se apaga, ocupando aires abiertos, buscando un elegido que sepa cómo desprender su alma... ¿sabes reconocer, acaso, quién te acompaña?... no hay humanos que ejerciten su karma... la presencia de hoy atestigua el mañana... a veces se anuncia, otras aparece como circunstancia, que no te amedrente el que te amenaza... los espíritus enfermos se inmovilizan en la profecía que nunca se traduce en algo que pasa... en cambio, si lo piensas, quizá la idea tenga su espacio mañana...
si eres sensible a lo invisible, y entiendes la importancia del hueco ocupando el espacio intangible, sabrás que alguien te sigue, mientras otro te precede en la huella, el primero resguarda tu tiempo mientras transcurre eso que crees que te pasa, mientras que el segundo va anudando el devenir a medida que éste se estampa... algo que no puedes atender, porque puede que estés ocupado en descifrar de qué se trata tu karma... no sólo es don y talento... sino el motivo que cargas, ése que se sella en la frente, cuando amaneces a la esperanza... puede sonar complejo... puede percibirse difícil... pero en el tiempo se conjugan, lo que tus manos tocan, y lo que sólo se detecta si tu espíritu lleva la gracia de lo sensible, como instrumento del alma... para ver adecuadamente el valor de las circunstancias, es necesario disponer de un reloj, que sea retrógrado a la realidad de los que gastan la vida, mientras las urgencias los abrazan... aprender de las diferencias, nutre la experiencia como huerto con semilla que, al estar ausente, te reemplaza...
es necesario estar atento a los reflejos que no necesitan de espejos... milésimas de segundo alcanzan para percibir que lo que sucede no siempre es lo que pasa... y a veces la realidad se confunde, entre las dimensiones que se entrelazan... por eso es prudente estar observador y contemplativo, a las señales que te alcanzan, ya que cada una indica algo, de lo que eres rasgo y traza... a veces pintura... a veces escultura... a veces tejido... a veces esquela con forma de carta... donde las notas son huecas no hay pentagrama...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
se enseñan estrellas nacientes, en espacios rojos con contrastes impacientes... se enseñan estrellas ponientes, en espacios naranjas donde se reflejan las auras de las almas que están aún pendientes... debes calcular la ecuación de cuál de los ángulos va más lento, el que se va primero señala, y el que se va segundo será el componente que se agregará a tus sueños... insisto con la geometría, porque la paradoja se vuelve trueno, y el rayo que alcance al espíritu, será la energía que demandará el esfuerzo... adhiere tu voluntad al próximo relámpago, la luz conduce a los inocentes que se van desplazando...
el karma es inesperado, porque en la esencia se teje, para ser substancia se merece... pero en la ausencia fenece... si la vida no se honra en la gracia... todo será pesares... y las culpas se venderán como desgracias... a los desprevenidos envueltos en sus avatares... siempre hay imprudentes que andan cabalgando, despojados de vida, apenas respirando, esos compran y venden mensajes prensados, cuando los desatas, se te adosan ajenos pasados... y no se descargan, ni con artilugio de magos...
simplemente tu transitas tu tiempo... mientras la vida y va viene... cada paso que dejas, demanda una prueba ante la cual te detienes... observa que no hay tiempo durante la deriva... es una sugestión del deseo que te sostiene. FEBRERO 23, 2017.-
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