La Academia Yuelu
La Academia Yuelu, situada en Changsha (Hunan) posee una historia más que milenaria. Durante el periodo de las Cinco Dinastías y Diez Reinos (五代十国, 907-960), Zhi Xuan (智璇) y dos monjes más construyeron a los pies de la montaña Yuelu una escuela que más tarde daría lugar a la academia homónima.
La montaña de ígneas hojas de arce, que se menciona en el poema, recibe el nombre de Yuelu, situada en Changsha, en la provincia de Hunan. A los pies de esta hermosa cima se encuentra la conocida como Academia Yuelu (岳麓书院), que posee una historia más que milenaria.
Antiguamente, el pueblo concedía una gran importancia a los estudios y, con el propósito de difundir la cultura, surgieron las academias (书院, shūyuàn). Antes aparecieron las escuelas (学堂, xuétáng), que originalmente estaban administradas por el gobierno. Más tarde, con las frecuentes guerras, estos centros de enseñanza fueron destruidos por lo que empezaron a emerger diversas escuelas privadas. Entre ellas, se encontraban las famosas academias, entre las que se incluyen la de Yingtian (应天书院) en Shangqiu, en la provincia de Henan; la de la Gruta del Ciervo Blanco (白鹿书院) en el monte Lu de Jiujiang, en Jiangxi; la de Songyang (嵩阳书院) en Zhengzhou, también en Henan, y la mencionada Yuelu en Changsha, en la provincia de Hunan.
Las academias las solían establecer los por intelectuales pero la de Yuelu lo fue por iniciativa de un monje. Durante el periodo de las Cinco Dinastías y Diez Reinos (五代十国, 907-960), Zhi Xuan (智璇) y dos monjes más construyeron a los pies de la montaña Yuelu una escuela que más tarde daría lugar a la academia homónima. Durante la dinastía Song Septentrional (北宋, 960-1127), el gobernador de Tanzhou, llamado Zhu Dong, extendió el edificio original para darle carta de naturaleza. Más tarde, el emperador Zhenzong (宋真宗, 968-1022) se reunió con el decano de esta institución educativa, Zhou Shi, y le otorgó una placa con el nombre “Academia Yuelu”. A partir de entonces, esta se convirtió en una de las cuatro grandes academias de China.
Con el fin de la dinastía Song Septentrional, la Academia Yuelu fue saqueada y destruida pero fue reconstruida durante el periodo Song Meridional (南宋, 1127-1279). Esta institución convirtió al famoso neoconfucianista Zhang Shi en director, reforzando la presencia y el estatus de este centro en el sistema educativo de la mencionada dinastía. Más tarde, el fundador del neoconfucianismo, Zhu Xi, hizo una visita y dio lecciones junto a Zhang Shi, convirtiendo así la “teoría de Zhu-Zhang” en una tradición académica. La dinastía Yuan (元, 1271-1368) heredó el sistema Song y la academia continuó con su desarrollo mientras mejoraba día tras día.
Cuatrocientos años después, el centro sufrió varias destrucciones en periodos de guerra y fue reconstruida en más de una veintena de ocasiones, pero su espíritu se mantuvo intacto. Durante la dinastía Qing (清, 1644-1911), el gobierno asignó cientos de acres a la escuela mientras el emperador Kangxi le asignó la siguiente mención: “Mediante el estudio se alcanza la unidad con el cielo” (学达性天) y el emperador Qianlong le concedió un distintivo con el siguiente texto: “Expandiendo el neoconfucianismo hacia el sur” (道南正脉), con lo que se reconocía su importancia.
En 1903 era la escuela de mayor nivel de la provincia de Hunan y, en 1926, se convirtió oficialmente en la Universidad de Hunan. Como consecuencia de los conflictos bélicos del siglo XX, la sección de la Academia Yuelu fue destruida y tuvieron que cerrar muchos de sus departamentos, incluyendo el templo y la estatua de Confucio. En 1981 comenzó un extenso proyecto de renovación que, tras cinco años de reformas, abrió oficialmente sus puertas en octubre de 1986.
En 2005, ya dentro de la Universidad de Hunan, estableció departamentos de investigación en Filosofía, Historia, Cultura y pensamiento chinos, así como un centro de investigación de las academias de todo el país, entre otros departamentos, reclutando a estudiantes de postgrado y doctorado. Precisamente en 2009 comenzó la matrícula para estudiantes del grado de Historia.
La milenaria tradición de esta academia ha formado a una gran cantidad de estudiantes con talento y también a numerosos y brillantes alumnos, que han terminado sus estudios en la academia, y ha realizado, por ello, una magnífica e impagable aportación a la historia de China.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 39. Volumen V. Noviembre de 2016.
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