Por qué nos tragamos alegremente estas 20 películas si sus tramas son demenciales
En los alegres años 90 pasaba de todo en el cine. Cuántas veces hemos visto estas cintas y no hemos reparado en lo delirantes que son
Sister Act, una monja de cuidado (1992) Deloris Van Cartier es una cabaretera que presencia un asesinato perpetrado por su novio mafioso (Harvey Keitel), así que la policía se ve obligada a internarla en el programa de protección de testigos: la única solución, por lo visto, es que se haga pasar por monja. En el convento, Deloris aprenderá el significado de la amistad y les enseñará a las monjitas que ayudar a la comunidad no está reñido con mover las caderas. Hasta la gruñona madre superiora (una Maggie Smith que ya era vieja en 1992) se dejará conquistar por la energía y el carisma de Deloris. En la vida real, una monja demandó a Disney por plagiar su vida (?) pidiéndoles 100 millones de dólares, Whoopi se negó a promocionarla porque no recibió un sueldo aparte por conceder entrevistas y la adorable monja pelirroja que encontraba su voz al final fue doblada por una cantante profesional. Pero si algo nos enseñó 'Sister Act' es que hay mentiras que merece la pena creerse. Y además, ¿cuántas películas terminan con docenas de monjas correteando por un casino de Las Vegas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario