González Iñárritu recibirá el Oscar por ‘Carne y arena’, su pieza de realidad virtual
La Academia de Hollywood anuncia este premio especial "en reconocimiento a una experiencia narrativa visionaria y poderosa"
Madrid
Un visitante dentro de la instalación 'Carne y arena'. EMMANUEL LUBEZKI
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La Academia de Hollywood ha anunciado que entregará un Oscar especial al mexicano Alejandro González Iñárritu por la obra Carne y arena, una experiencia para la que se adentró en el terreno de la realidad virtual con ayuda de su socio, el director de fotografía Emmanuel Lubezki.
La junta de gobernadores de la Academia tomó la decisión de reconocer la labor de Iñárritu "en reconocimiento a una experiencia narrativa visionaria y poderosa". "La junta está orgullosa de presentar este Oscar especial a Carne y arena,en la que Iñárritu y su director de fotografía, Emmanuel Lubezki, nos han abierto nuevas puertas a la percepción cinematográfica", indicó en un comunicado el presidente de la Academia, John Bailey.
Iñárritu y Lubezki unieron sus talentos para construir, durante cuatro años, una experiencia artística en la que la realidad virtual y el simbolismo sitúan al espectador en el corazón mismo de los inmigrantes indocumentados que cruzan a Estados Unidos desde México. Se trata de una instalación en la que el espectador, durante siete minutos, pasa a ser parte del drama de la inmigración a través de la realidad virtual, que lo transporta a un dramático momento, el de la detención en pleno desierto de un grupo de inmigrantes que tratan de entrar ilegalmente en Estados Unidos. Basándose en los testimonios de varios de estos inmigrantes, Iñárritu, que presentó el trabajo en la pasada edición del Festival de Cannes, ideó un proyecto artístico que va más allá de una mera instalación o exposición.
"Es una experiencia artística multimedia y cinemática profundamente emocional", apuntó Bailey. "Más allá del avance creativo de la realidad virtual, [la obra] nos conecta visceralmente a las realidades políticas y sociales candentes de la frontera entre EE UU y México", añadió.
La obra hiperrealista de Iñárritu coloca al espectador en medio del desierto de Sonora, donde comparte el drama de un grupo de indocumentados que, liderados por un coyote, un traficante de humanos, intentan ingresar en territorio estadounidense mientras agentes de inmigración tratan de arrestarlos. Quien accede a la instalación, con la compañía de unas gafas de realidad virtual, unos cascos y una mochila, debe hacerlo descalzo, ya que el suelo es arena y el contacto físico con ella permite transportarse más fácilmente a una realidad ajena para la mayoría. "Hablé con varios inmigrantes y de sus experiencias en la travesía y de los detalles que me especificaron escribí, rodé -con la ayuda de Emmanuel Lubezki, mi director de fotografía- y monté esta secuencia. Para cada visitante la experiencia es única, creo que catártica y emotiva", contaba el realizador en Cannes. "Necesitaba hacer algo que fuera acorde con lo vivido con ellos, que su realidad fuera relevante. Y que, a pesar de todo el aparataje, en la pieza la humanidad eclipsara la tecnología. Hoy, toda realidad es tergiversada, hablamos de inmigrantes cuando son refugiados. Como no quería cerrar mi visión, el momento onírico recuerda que para unos hay océanos y para otros, desiertos", afirma el cineasta. "La inmigración la llevo dentro, yo mismo lo soy. Ya en Babel y, en menor grado, en Biutiful, traté el tema. Pero quería ir más allá, recordar que esta gente no es una amenaza, sino una oportunidad. Para México, son la segunda fuerza económica, tras los ingresos que genera el petróleo". Carne y arena no nació contra Donald Trump, pero hoy toma una intención ulterior. "En tu país hay ocho personas que poseen ella solas el 50% de la riqueza de la nación, ¿y te volteas contra los más pobres? Trump no es el único, estamos en manos de políticos que usan el odio para atenazar emocionalmente a sus votantes".
La Academia de Hollywood hará entrega de la estatuilla dorada a Iñárritu durante la celebración de la gala de los Oscar honoríficos, el próximo 11 de noviembre, en la sala Ray Dolby Ballroom, del Hollywood & Highland Center. Durante esa jornada, la Academia entregará las estatuillas honoríficas al actor canadiense Donald Sutherland, la cineasta belga Agnès Varda, el guionista y director estadounidense Charles Burnett y el director de fotografía neoyorquino Owen Roizman.
El cineasta mexicano ya tiene en su poder el Oscar a mejor dirección, mejor película y mejor guion original por Birdman (2014). También consiguió el Oscar al mejor dirección un año después por El renacido.
La Academia otorga este galardón en muy contadas ocasiones. Por ejemplo, dedicó uno a Walt Disney por Blancanieves y los siete enanitos y lo formalizó con siete pequeñas estatuillas. La última vez que se concedió uno fue en 1996 y lo recibió Pixar por Toy Story. Solo se han entregado 17 a lo largo de la historia del Oscar.
La instalación Carne y arena se exhibe actualmente en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA), en la Fundación Prada de Milán (Italia) y el centro cultural Tlatelolco, de Ciudad de México.
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