Hundida y a flote por obra de los libros
La escritora Belén Rubiano presenta el relato cómico de los cinco años durante los que tuvo una librería
Madrid
Belén Rubiano, la semana pasada en un estand de la feria del Libro del Madrid. ÁLVARO GARCÍA
Algunos lo consideran una afrenta a la literatura, pero el gusto aristocrático por lo elegante y refinado de los libros le permitió a Belén Rubiano cumplir el sueño de abrir su propia librería. “Dicen que por ósmosis y transferencia los libros hasta cubren de cultura a quien vive cerca. Hay ya algún estudio clínico que lo corrobora y todo”, le dijo la familia sevillana que le alquiló un local de su propio palacete en el que ella hizo realidad su proyecto. Mejor largas estanterías de madera, aunque fuera de pino, debieron pensar, que la deshonra de una cocina humeante o los estrépitos de algún taller mecánico para aquel espacio sin ocupación. El episodio era un buen preludio de las escenas hilarantes que se iban a suceder tras la apertura y que Rubiano (Sevilla, 1970) describe ahora en Rialto,11: Naufragio y pecios de una librería (Libros del Asteroide, 2019), el relato de aquella etapa que arrancó en 1997 e hizo agua entre apuros económicos cinco años después.
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